El viernes pasado,
el asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, visitó
Argentina y se reunió con el presidente Alberto Fernández y el canciller Felipe
Solá.
Ayer, en diálogo
con El Destape, Solá destacó la visita del funcionario
norteamericano. “El nivel de diálogo político con EE.UU. es muy bueno y es
de confianza”, dijo.
En esa línea,
resaltó que existe “una coincidencia muy grande en algunos temas”, aunque
aceptó que existen ciertos asuntos en los que la Argentina y EE.UU. tienen
diferentes puntos de vista.
Para el presidente
Joe Biden, los derechos humanos y la lucha contra el cambio climáticos son los
pilares fundamentales de su política exterior. Respecto a ese segundo punto, el
mandatario norteamericano tiene una buena imagen de Alberto Fernández. Sin
embargo, la cuestión de los DD.HH. los mantiene más distanciados.
En 2021, Argentina
tomó varias decisiones polémicas, como abandonar el Grupo de Lima, creado para
presionar a Nicolás Maduro en Venezuela, o abstenerse a la hora de condenar las
prácticas autoritarias de Daniel Ortega en Nicaragua. Además, tampoco tomó una
clara postura sobre la represión del régimen castrista en Cuba.
En ese sentido, el
canciller explicó que “más allá de la posición del país ante cuestiones que
puedan ser controvertidas, como el tema Cuba, Venezuela o Nicaragua, EE.UU.
quiere una relación de diálogo y de confianza política, y Argentina la acepta”.
EE.UU. “respeta la
identidad argentina: sus posiciones históricas de neutralidad activa, no
injerencia en asuntos internos de otros países y de respeto a la defensa de los
derechos humanos”, agregó.
El FMI, clave
Por otra
parte, Solá también se refirió al apoyo de Washington hacia Argentina en
las negociaciones con el FMI. “EE.UU. cree que la Argentina es un país con
identidad fuerte en sus posiciones internacionales, con una democracia estable
(…) y que tiene graves problemas económicos, pero de los cuales sale porque la
Argentina siempre ha salido. La mirada es que somos serios y moderados, sobre
todo a la hora de la capacidad de dialogar”, dijo Solá.
En la misma línea,
el embajador de Argentina en Estados Unidos, Jorge Argüello, confirmó que el
país “cuenta con el apoyo político de la administración Biden para la
FMI”. Así lo confirmó en diálogo con El Destape. Argüello, hombre de
confianza de Fernández hace largos años, es clave en el relacionamiento con
EE.UU., y con el FMI en particular.
“Lo que Estados
Unidos diga y haga influye en el curso de la negociación. Contamos con el
apoyo político de Biden para llevar adelante la negociación del FMI”, remarcó
el embajador, en alusión a la cuota que tiene EE.UU. dentro del organismo con
sede en Washington.
El encargado para
América Latina de la Casa Blanca, Juan González, que formó parte de la comitiva
de Sullivan, tamién manifestó un apoyo general al país en su
negociación. “Necesitamos que el FMI apoye. Estados Unidos tiene interés
en que las instituciones internacionales respondan al desafío actual, trabajen
con Argentina”, dijo González, quien se reunió con Martín Guzmán en Buenos
Aires.
Los contactos entre
Argentina y el FMI se han acelerado en las últimas semanas. Si bien el
acuerdo aún sigue lejos, se espera que llegue en algún momento del verano
entrante. Allí se verá cuánto apoya la Casa Blanca realmente a Argentina.
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