Por Yanina Otero - En diciembre del año pasado la firma de
tecnología agrícola, Syngenta anunció un ambicioso proyecto
mediante el cual, gracias a la asociación con la importadora china Sinograin
Oils Corporation, comenzaría a exportar al gigante asiático soja y maíz
local, originada a partir del canje de granos. Esa iniciativa ya está dando sus
frutos y según adelantaron desde la firma a Ámbito, durante el
primer semestre de este año ya se exportaron un total de 140.000 toneladas por
u$s65 millones. Es por ello que para contar los avances de este plan que
significa más divisas, mayor uso de tecnología y llegada a los productores,
directivos de la compañía se reunieron ayer con el presidente de la
Nación, Alberto Fernández, el ministro de Economía Martín Guzmán y el ministro del Interior, Wado de Pedro.
Al respecto, el
director general de Syngenta, Antonio Aracre, quien
acudió al encuentro junto Roman Bartomeo, el
director de Asuntos Corporativos de la firma, detalló en diálogo con Ámbito: “La reunión fue muy fructífera porque pudimos charlar
de varias cuestiones estratégicas relacionadas a la tecnología y la producción,
pero sobre todo fue un gran orgullo para nosotros como empresa poder informar
que cumplimos con nuestra palabra. El proyecto anunciado en diciembre pasado,
durante un acto al que asistió el Presidente de la Nación, avanza y por muy
buen camino. Lo más importante de todo es que gracias a esta iniciativa los
productores están recibiendo un mejor precio por sus granos, acceden a
tecnología y por su parte China origina los commodities que necesita. Es un
esquema en el que ganan todos, porque además significa más divisas para la
Argentina e incluso, como empresa, tenemos la satisfacción de estar llegando a
productores medianos y chicos que antes no accedían a nuestras tecnologías”.
Hasta la puesta en
marcha de esta iniciativa, Syngenta no intervenía en el comercio posterior, es decir, los granos originados a partir
del canje por insumos, los vendía a los compradores habituales del mercado.
Ahora con licencia como trader apuesta a exportar hasta 1,2 millones de
toneladas valuadas en alrededor de u$s500 millones. Por lo pronto, según
anticiparon desde la empresa, unos 5.000 productores locales ya fueron
beneficiados con este mecanismo mediante el cual acceden a una mejor
valorización por sus granos.
“Es un círculo
virtuoso porque los productores compran los insumos para llevar adelante la
campaña y pueden entregar el grano luego de cosecharlo. Mientras tanto la
compañía puede ampliar su presencia con tecnología en los campos argentinos”,
explicó Aracre.
Por su puesto, la
reunión también sirvió para tratar otros temas claves del negocio agrícola de
la Argentina. En primer lugar, según explicó el Director General de Syngenta,
se puso en relieve la necesidad de articular “una mesa técnica de
sustentabilidad para el agro”. Es decir, un ámbito de diálogo entre los
distintos eslabones de la cadena, pero también con organismos ambientalistas y
ONG. “Hoy parece que estamos teniendo un diálogo de sordos, cada uno mira un
pedacito, pero no la película completa. Es necesario evaluar los costos y
oportunidades que tiene la producción de alimentos por delante y no quedarnos
empantanados en discusiones sin sentido. Hay que producir más eficiente y
sustentablemente pero la prohibición no es el camino. Esta mesa técnica puede
convertirse como referencia para legislar, para avanzar o no en cuestiones
claves de la producción de alimentos, sobre todo en un país que necesita
generar empleo, divisas. Creo que llegó la hora de ponernos de acuerdo”,
sentenció Aracre.
Al respecto, según el Director General de la compañía de tecnología para el
agro, la respuesta del Presidente y sus ministros fue “muy satisfactoria y
tomaron nota de la propuesta para evaluarla”.
Por último, otro
tema clave que se trató durante el encuentro está relacionado con la necesidad
de avanzar en materia de reconocimiento de la propiedad intelectual en el agro.
“Es un tema que me desvela hace años. Hay una posibilidad gigante de crear una
industria de semillas profesional para soja y trigo, pero lo cierto es que la
industria no invierte más en este sector porque no están dadas las condiciones
ya que no se reconoce como se debe a la propiedad intelectual. Lamentablemente
hay algunos actores del sector agropecuario que no lo ven, pero realmente se
está hipotecando el futuro de la producción agrícola nacional. Es necesario más
tecnología para crecer en producción y para eso son fundamentales las semillas.
Sino vamos a quedar muy por debajo de nuestros competidores directos como
Brasil, porque nuestra producción será marginal. Es indispensable poner este
tema en agenda cuanto antes y el Presidente y sus ministros también lo
entendieron y prometieron seguir interiorizándose. Realmente me fui muy
esperanzado del encuentro”, cerró Aracre.
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