No mostró sus
cartas pero hizo algunas señas. De modo que el mercado continúa a merced de
cuando JePo (el jefe de la Fed,
Jerome Powell) anuncie el temido tapering. Hoy por lo pronto el dato de empleo de agosto en EE.UU. podría anticipar
la siguiente mano de JePo en la reunión del próximo 22 sobre el programa de compra
de bonos. Wall Street espera un dato de 750.000 puestos de trabajo en agosto.
Si el número es dramáticamente más alto, los expertos dicen que podrían ver que
la Fed intensificará sus planes para liquidar el programa de compra de bonos de
u$s120.000 millones al mes y posiblemente lo anuncie en septiembre. .
Si los datos de
empleo son los esperados o son más débiles, la Fed podría retrasar el tapering
unos meses, lo que sería una buena noticia para el mercado. La disminución
gradual de las compras de bonos se considera un precursor de un aumento final
de la tasa de interés por parte de la Fed, aunque JePo enfatizó en Jackson Hole
que los dos no estaban vinculados. Pero el otro factor que está haciendo ruido
es el impacto de la variante delta del covid-19 sobre la economía y el mercado
laboral. Todos esperaban que en setiembre volvería la normalidad, sin embargo,
de lo que se habla es que puede ser el mes, como muestran las estadísticas, que
respete su reputación de ser el peor mes del año para el mercado (desde la II
WW, según CFRA, el S&P 500 ha sido positivo solo el 45% del tiempo en
septiembre). Aunque se trata solo de estadísticas.
Lo cierto es que
hablando de tapering en Europa esperan que Christine Lagarde (jefa
del BCE) anunciará la reducción de sus estímulos relacionados con el covid en
diciembre. El BCE se reunirá el próximo 9, pero los expertos creen que esperará
unos meses más antes de anunciar lo que hará con sus medidas relacionadas con
el covid. Como si fuera poca la confusión reinante, el exrey de los bonos
de PIMCO, Bill Gross, ahora asegura que los bonos son una
“inversión basura”. Explicó, en su página Web y replicado por Blooomberg entre
otros, que la rentabilidad del Tesoro a largo plazo es tan baja que los fondos
que compran dicha deuda pertenecen a la “bolsa de basura”.Se espera que la
rentabilidad del bono a 10 años rebase el 2% en los próximos 12 meses desde el
1,3% actual, otorgando a sus inversores una pérdida aproximada del 3%, según
los cálculos de Gross que desde marzo viene apostando en contra de la deuda.
En el plano local,
se habla mucho del día después -del 14 de noviembre-. En la mayoría de los
encuentros reservados, presenciales y virtuales, el consenso es que desde el 15
de noviembre, Don Miguel Ángel, que no es Pichetto, acelerará el crawling peg, por lo menos para recuperar entre 15% y
20% en dos o tres meses. Apropósito, del único funcionario económico que se
habla “bien” en el mercado, a pesar de algunos desaciertos con el CCL, es
justamente del jefe del BCRA, Miguel A. Pesce. Es
quien ha ganado reputación con el solo hecho de haber evitado, por ahora, que
se le desmadre el mercado cambiario. Ahora debe remendar algunos líos que le
genera su par de Producción y la Justicia. Nadie duda que, como ya venimos
señalando desde hace meses, si hay ruido lo que viene es más cepo y más
restricciones, porque se llega a fin de año con las “netas” (RIN) casi
boqueando.
Como si hubiéramos
vuelto a la normalidad, sorprendió a algunos la invitación de
uno de los mayores fondos de inversión del mundo, que tiene su base central en
California, para un summit en uno de los lugares más lindos, y hoy casi
exclusivos por sus tarifas para el turismo internacional, del país. Gran
convocatoria y mucho intercambio de figuritas. Se escuchó mucho que no se
espera un tapering como el del 2013, menos un taper tantrum como aquel. Si el
desempleo baja a menos del 4% ahí la Fed comenzará a subir la tasa. El nivel
prepandemia era 3,5%. Sobre Argentina, los fondos parrafaseando al cliente de
Jerry Maguire (Tom Cruise) personificado por Cuba Gooding Jr., en lugar de
“Show me the money” lo que dicen a quienes desde el oficialismo reclaman
inversiones, es “Muéstrame lo que haces, no lo que dices que vas a hacer”. Ya
nadie confía, por más que se prometan atractivos rendimientos. También se habló
mucho de Brasil, donde hay mucha especulación sobre la depreciación futura del
real.
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