Un informe de
Ecolatina alertó sobre la difícil situación financiera en relación a la deuda que atravesará el país el próximo año:
el año que viene los vencimientos con el FMI ascienden a u$s19.000 millones y se le
suman los u$s1700 millones con el Club de París y u$s1400 millones con
acreedores privados mientras que el gobierno se propone la reducción del
déficit primario para lograr una extensión de los plazos.
La consultora
elaboró un informe en el que realizó un recorrido sobre lo que ocurrió con el
financiamiento público durante 2020 y 2021. En 2020, el déficit de las cuentas
públicas se disparó alcanzando récords negativos de 6,4% del Producto - sin
considerar pagos e intereses- y 8,3% - incluyendo rentas de la deuda- para
asistir a las familias, empresas y otras entidades del sector público que se
vieron afectadas en sus ingresos.
"Esta situación
se dio en paralelo a la reestructuración de la deuda con acreedores privados en
moneda extranjera, que recién se alcanzó en el tercer trimestre del año. Al
mismo tiempo, la situación con los Organismos Multilaterales tampoco era
sencilla: el stand-by con el Fondo se hallaba pausado y los pagos al Club de
París demorados. Por este motivo, y a pesar de que los títulos en pesos se
refinanciaron en su totalidad (el rollover de estas Letras y Bonos fue de 119%), gran parte del bache fiscal se cubrió con emisión monetaria. Así,
la asistencia del Banco Central al Tesoro (utilidades y adelantos) alcanzó los
7,3 puntos del PBI", explicó la consultora.
En este sentido,
con la campaña de vacunación acelerada y algunos sectores de la economía que
comenzaron a recuperarse, el Ministerio comandado por Martín Guzmán comenzó a realizar algunas
modificaciones para reducir el desbalance primario y lograr cierto equilibrio
para evitar la emisión. El objetivo era apuntar a un déficit primario de 4,5%
del Producto, con una composición del financiamiento de 60% de asistencia del
Banco Central y 40% “pedido al mercado”.
Sin embargo los
logros alcanzados en el primer semestre no se están replicando en los últimos
días. "Los segundos semestres se caracterizan por un déficit estacionalmente
más alto (en los meses más fríos, esto tiene que ver con una erogación mayor de
subsidios energéticos, más aguinaldos de empleados públicos y jubilaciones). A
esto se suman algunas medidas vinculadas con la cercanía de las elecciones, que
habrían profundizado este proceso (por ejemplo, el bono a jubilados en agosto).
En este marco, en julio-agosto el desbalance primario habría sido idéntico al
de los seis meses previos, generando una aceleración de las necesidades
financieras", aseguró Ecolatina.
Además, este
bimestre era el más pesado en términos de vencimientos de deuda local. Así, el
porcentaje de rollover se redujo a apenas
más que 100%, provocando que el déficit primario debiera cubrirse enteramente
con emisión, algo que no había sucedido entre enero y junio. Por este motivo,
la asistencia del Banco Central al Tesoro fue de $380.000 millones, un 46%
mayor a la del mismo lapso del año pasado. Como resultado, la composición del
financiamiento se invirtió, causando que la proporción hoy sea de un tercio en
deuda de mercado y dos tercios en emisión. Peor aún, agosto no alcanzó al 100% de refinanciamiento, a pesar de
que el Tesoro desplegó algunas estrategias para aumentar los montos recibidos.
Instrumentos más cortos, tasas más altas, canjes anticipados, la posibilidad de
utilizar Letras como encajes bancarios y el lanzamiento del programa de
Aspirantes a Creadores de Mercado (aunque su principal objetivo no es proveer
mayor financiamiento, sino liquidez y estabilidad a las cotizaciones) fueron las
principales herramientas a las que acudió Economía para cumplir sus objetivos,
pero no alcanzaron para tentar a los inversores.
Un diagnóstico que preocupa
La preocupación que
deberá enfrentar el gobierno para lo que resta del año y 2022, estará relacionado
a su deuda en dólares y sus compromisos por afrontar. "Al cierre de 2021 y
el comienzo de 2022 las mayores preocupaciones estarán en el
segmento de deuda en dólares. En julio se pagó el primer cupón de
interés de la deuda reestructurada y la primera cuota del acuerdo con el Club
de París. Por otra parte, los compromisos con el FMI ascienden a USD 4.500
millones. Aunque estos podrán ser pagados con los Derechos Especiales de Giro
(DEG) transferidos por el mismo organismo, este crédito se agotaría antes del
pago de enero 2022. A lo largo del año que viene los vencimientos con el FMI
ascienden a USD 19.000 millones, a lo que se suman USD 1.700 millones con el
Club de París y USD 1.400 millones con acreedores privados, un volumen de
dólares que nuestro país no tiene capacidad de generar (ni fiscal ni
externamente)", afirmó la consultora.
"Si bien
esperamos que la pauta fiscal de déficit primario se cumpla en 2021, la
composición del financiamiento luce más complicada", agregó.
Las expectativas
para 2022 es que el gobierno nacional continúe reduciendo su déficit fiscal
primario pero requerirá una extensión de los vencimientos para sus compromisos
en moneda extranjera.
Créditos para la
construcción: cómo son las nuevas líneas que lanzó el Banco Nación, qué tasa de
interés tienen y para qué se pueden utilizar
El Banco Nación
financiará hasta 2 millones de pesos a 10 años de plazo como máximo.
El Banco Nación
lanzará esta semana una nueva línea de créditos para la refacción, ampliación y
finalización de vivienda única y de ocupación permanente en todo el país, que
tendrá una tasa de interés por debajo de la inflación y con un límite de 2
millones de pesos.
El crédito podrá
aplicarse a la edificación de ambientes adicionales a los ya existentes en el
hogar, realizar arreglos que permitan mejorar la vivienda o destinar los
fondos para la interconexión de servicios básicos a la red cloacal o de gas,
así como para efectuar mejoras en instalaciones eléctricas, según explicó el
Banco Nación.
Con esta nueva
línea de créditos se podrá financiar hasta la suma de $2.000.000, en un
plazo máximo de hasta 10 años. A diferencia de las líneas de préstamos
tradicionales a largo plazo, en este caso la entidad pública no requerirá
garantía hipotecaria, es decir que los créditos se otorgarán a sola firma.
Para los
solicitantes que perciban ingresos a través del Banco Nación y para autónomos o
monotributistas que tengan o accedan a un paquete de servicios en el banco se
aplicará una Tasa de Interés Fija Inicial del 19% (TNA), que regirá durante los
primeros 12 meses y luego se ajustará anualmente por la evolución del
Coeficiente de Variación Salarial (CVS), publicado por el Indec. El costo
financiero total (CFT), de todas formas, será de entre 36 y 37% anual.
Para el resto de
los usuarios se aplicará una tasa de interés variable que se calculará
anualmente a partir de la tasa Badlar para el sector privado, que tomará como
referencia la correspondiente a 5 días hábiles anteriores al último día hábil
del mes de noviembre multiplicada por 1.6 durante todo el período del préstamo.
Esta tasa, de todas formas, tendrá un tope: no podrá superar el interés vigente
para préstamos personales del BNA. Según las bases y condiciones, para no
clientes del Nación el costo financiero total supera el 70 por ciento.
“Ese esquema de
actualización permitirá garantizar una relación razonable de valor de cuota
respecto del ingreso”, consideró el BNA. En ese sentido, la entidad bancaria
pública anunció que “se requerirá una relación mínima de cuota sobre ingresos netos
demostrables del 30% y se aplicará un Sistema de Amortización Francés con
cuotas mensuales. Es oportuno mencionar además que se podrán sumar
ingresos de hasta dos titulares y dos cotitulares, que deben alcanzar –como
mínimo el 20% del valor de la cuota”, explicaron.
Como referencia,
para un préstamo de 1 millón de pesos a un plazo de 120 meses la cuota
inicial comenzaría en los $18.667, por lo que el hogar o familia solicitante
debería contar con un ingreso de $62.224 para poder aplicar para el
crédito en el BNA.
En tanto que para
el caso de un monto requierido de 2 millones de pesos, también con un plazo de
repago de 10 años, la cuota inicial sería de $37.334, por lo que los
ingresos del individuo o grupo familiar debería ser como mínimo de $124.448.
Para graficar,
según explicaron a Infobae fuentes del BNA, un millón de pesos
de crédito equivalen a precios de hoy a la construcción de 11 metros cuadrados
en la Ciudad de Buenos Aires, 14 m2 en la provincia de Buenos Aires, 16 m2 en
Córdoba y 17 m2 en Mendoza y Santa Fe. Lógicamente, el tope de préstamo de
2 millones implican cubrir un costo de construcción del doble de esas cifras
para cada caso.
El Banco deberá
verificar durante el trámite de solicitud del crédito que el usuario no posea
otra propiedad apta para la vivienda mediante la presentación del formulario de
Índice de Titularidad emitido por el Registro de la Propiedad Inmueble
correspondiente”, aclaró el BNA.
Con dos millones de
pesos de estos créditos se podían construir 28 metros cuadrados en la Ciudad de
Buenos Aires. REUTERS/Marcos Brindicci
“Se admitirá que
cada solicitante pueda ser propietario de hasta un 50% de una parte indivisa de
un inmueble para vivienda siempre y cuando acredite que no reside en tal
inmueble por circunstancias relacionadas a divorcio vincular o por aceptación
de donaciones con usufructo gratuito de por vida sobre la propiedad, a favor de
otra/s persona/s”, mencionó.
Solo residencial
El Banco Nación
precisó además que “no se admitirá la ampliación, refacción o terminación de
propiedades que se destinen total o parcialmente al uso comercial y/o
profesional, como tampoco aquellas que contengan locales comerciales”. Por
otro lado, para considerarse terminación se deberá contar con un grado de
avance no inferior al 60% del total de la obra.
El desembolso del
préstamo será realizado en dos tramos. El segundo desembolso se realizará
en función del avance de obra, “habiéndose verificado que se ha utilizado como
mínimo el 70% del desembolso anterior (incluye la compra de materiales
debidamente respaldada), no pudiendo transcurrir más de 6 meses desde la
acreditación primer desembolso”, explicó la entidad.
“Nos genera mucha
satisfacción poder ofrecer estos créditos para refacción, ampliación y
terminación de viviendas ya que implica mejorar la calidad de vida de la
población de todo el país”, remarcó el presidente del Banco Nación Eduardo
Hecker, y amplió su entusiasmo al señalar que esa asistencia financiera se
otorgará “en pesos, a tasas de interés accesibles y plazos muy beneficiosos”.
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