Por Liliana
Franco - El resultado electoral condicionará, en parte, las
decisiones económicas en una semana
que se deberá presentar el proyecto de presupuesto para el año 2022. Pieza clave ya que,
según señaló en reiteradas oportunidades el ministro de Economía, Martín Guzmán, el presupuesto constituye el eje de su
política económica.
Si bien falta solo
un par de días para ingresar al Parlamento la elaboración del proyecto del
presupuesto no parece sencilla. Hace unos días el Palacio de
Hacienda había terminado una versión que fue revisada y devuelta con el pedido
de “profundos cambios”, según señalaron fuentes de la Casa Rosada
a Ámbito.
Los lineamientos
del presupuesto estarían siendo conversados con los técnicos del Fondo
Monetario Internacional, - en virtud del interés de las autoridades de alcanzar
un acuerdo-, sin embargo, el pedido de rectificaciones no
provino del organismo, sino de sectores del propio Gobierno nacional.
En los pasillos de
la Casa Rosada deslizan que el ala política del Frente de Todos, y
particularmente los economistas que asesoran a la vicepresidente Cristina Fernández de Kirchner, habrían rechazado el (austero) esquema de gastos propuesto por Guzmán.
Estas diferencias
son las que explicarían el profundo hermetismo que envuelve a la información
referida a los datos básicos del proyecto.
Fuentes del
Ministerio de Economía confirmaron a Ámbito que este
miércoles se elevará al Parlamento el proyecto de presupuesto, pero se
desconoce la forma en que se hará la presentación de la iniciativa.
Ajuste
El ministro Guzmán
se encuentra en un brete, ya que mientras por un lado el Fondo le exigirá una
política de reducción del déficit fiscal, las necesidades de una economía
golpeada por la pandemia y los objetivos políticos operan en sentido contrario,
según coinciden la mayoría de los economistas.
“Si bien en los
últimos años el FMI se ha mostrado más comprensivo y menos exigente en términos
de los requerimientos fiscales, la realidad es que de todas formas pedirá a la Argentina un claro sendero de reducción del déficit
con metas precisas para llegar a lograr superávit y así poder hacer frente a
los pagos de la deuda externa”, sostiene un economista que supo lidiar con
los técnicos del Fondo.
“Más aún – agrega
– seguramente se le pedirá al país que el mayor esfuerzo fiscal se
haga el año próximo, porque en 2023 vuelve a haber elecciones y ya se
sabe que tiempos electorales los ajustes son difíciles”.
Descontando ingresos
extraordinarios (el aporte de 4.300 millones de dólares recibidos por la
ampliación de los Derechos Especiales de Giro del FMI), el año terminaría con un déficit primario del orden de 3,3 a 3,5%
del PBI, según distintas estimaciones privadas.
Sin embargo, debe
tenerse en cuenta que el Fondo no sólo tendrá en cuenta al déficit del Tesoro a
la hora de pedir que la Argentina reequilibre sus cuentas, sino también el
desequilibrio generado por el Banco Central, el denominado déficit cuasi-
fiscal que se origina por el pago de la deuda remunerada de la entidad.
Los pasivos
remunerados del BCRA (Leliq, pases) alcanzarán a 40.883 millones de dólares
hacia fin de 2021, duplicándose
en los dos últimos años, según cálculos de IERAL-Fundación Mediterránea.
Para tener una
dimensión de la importancia del desequilibrio -cuasifiscal, la consultora
Econométrica calcula que podrían llegar en el año a 1,3 billones de
pesos, equivalentes a unos 3 puntos del PBI, es decir una cifra cercana
al rojo que registrará el Tesoro.
Las medidas que
previsiblemente pedirá el Fondo para tender a equilibrar las cuentas argentinas
no serán de fácil digestión. Por caso, es sabida la oposición de los técnicos
del organismo internacional al subsidio de las tarifas. En la actualidad, el precio que pagan los consumidores por la electricidad
representa 36,8% del costo, según Fundación Mediterránea.
Los expertos
calculan que las subas en las tarifas energéticas no
deberían ser inferiores a 70% el año que viene, si es que se quiere
ir reduciendo los subsidios.
Uno de los
principales gastos del presupuesto son las jubilaciones. En tal sentido, la
consultora pxq se interroga en su último informe si “¿Exigirá el FMI un cambio de la fórmula de movilidad jubilatoria?”
Al respecto, recuerda que en 2016 el organismo señalaba estar en desacuerdo con
la fórmula vigente en ese momento que es muy similar a la actual.
El dólar
Otro tema de debate
entre el Gobierno y el Fondo seguramente será el nivel del tipo de cambio. Si
bien los economistas coinciden en que no se registra un atraso
significativo en el tipo de cambio oficial, lo cierto es que en los
últimos meses las autoridades fueron ajustando el dólar oficial por debajo de
la marcha de los precios.
Así, el tipo de cambio es hoy 9,7% menos competitivo que a comienzos
del año, según un informe de Ecolatina. Esta consultora agrega que la
presión compradora llevó a que el Banco Central tuviera que vender 364 millones
de dólares.
Existe coincidencia
entre los economistas que el Gobierno deberá acelerar el ritmo de
ajuste del tipo de cambio en los próximos meses, con el consiguiente impacto
negativo sobre los precios.
Dudas
Más allá de estas
dificultades, en medios de la Casa Rosada se señala que se está cerca de la formulación de un nuevo acuerdo con el FMI.
Se espera que en octubre el organismo decida una reducción de los sobrecargos
que (en general) cobra sobre sus préstamos y se prevé que a posteriori podría
avanzarse en un entendimiento que dé lugar a la firma un acuerdo de
refinanciación hacia diciembre venidero.
Sin embargo, el
tema de los sobrecargos sería en principio tratado en la Reunión del G20 y en
caso de aprobarse la iniciativa luego vendrían los tiempos burocráticos de
implementación del FMI que, a priori, seria de un par de meses.
Cabe recordar que,
de acuerdo a las normas del organismo multilateral, cuando el nivel de deuda
excede el 187,5% de la cuota del país se pagan 200 puntos básicos más que la
tasa base del FMI. Y si el programa se extiende por más de tres años, el
sobrecosto sube a 300 puntos básicos.
La cuota argentina
del FMI suma unos 4.540 millones de dólares (3.187 millones de DEG). El
préstamo vigente con el país alcanza a 45.453 millones de dólares a valor
presente. Por lo tanto, 187,5% de la cuota equivale a 8.490 millones de dólares,
de donde el país paga sobrecargos por U$S 36.963 millones. El 2% de sobretasa
equivale a U$S 738 millones.
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