Martín Guzmán y su
equipo seguían anoche puliendo los números finales del Presupuesto 2022. El camino de ese proyecto seguiría hoy hacia
la Secretaria Legal y Técnica de Presidencia, donde Vilma Ibarra debe revisar
los trazos legales, pero también cotejar las partidas que fueron modificadas en
acuerdo con Alberto Fernández durante toda la semana. Recién entonces el texto
iniciará su camino hacia la Cámara de Diputados, pero su destino es incierto ya
que puede no ajustarse a la idea que el gobierno tiene sobre la economía de
ahora en mas.
Hasta allí el
trámite formal que debe seguir la iniciativa. Detrás esta la decisión
político-económica sobre el armado de ese presupuesto que definirá la
continuidad de las medidas que se tomen y de alguna forma también la suerte del
propio Martín Guzmán.
Anoche, en el Ministerio de Economía no podían confirmar que día y bajo
que modalidad Guzmán presentará el Presupuesto Nacional 2022 ante
Diputados. Ese acto no es menor, en realidad es el mas importante, ya que se
espera que hoy, si se cumple el precepto constitucional de presentar el
proyecto de presupuesto el 15 de septiembre (es decir, hoy), esto se hará casi
como una formalidad. Es decir, el proyecto ingresará y se mantendrá casi como
una carátula en Mesa de Entradas de la Cámara de Diputados hasta que se define
el momento en que el ministro lo explique ante la Comisión de Presupuesto y
Hacienda.
En medio de las
presiones cruzadas entre Alberto Fernández y el kirchnerismo por los pedidos de
cambios en el gabinete tras la derrota del oficialismo en las PASO, en el
Congreso ayer confiaban que por ahora será difícil encontrar a algún legislador
de peso que quiere recibir al ministro para ese acto.
Así, Mientras
prepara una batería de medidas económicas, el Gobierno analizaba anoche
postergar la presentación en el Congreso del Presupuesto 2022. El texto que
condensa los lineamientos económicos para el próximo año se esperaba para este
miércoles en el Congreso. Ahora se recalibran los números oficiales.
Según confirmaron
fuentes oficiales a Ámbito, finalmente el texto
oficial podría no ser presentado este miércoles tal como estaba previsto. Los resultados electorales de las PASO obligaron a ajustar los
principales puntos de la iniciativa, de la que trascendió se espera que el PBI
de Argentina crecerá entre 3% y 4% en 2022, con una inflación anual de entre
30% y 40% y un déficit fiscal primario de entre 3,0% y 3,5%.
Las cifras se
conocieron horas después de que el Gobierno sufriera una derrota electoral en
las primarias del domingo.
Luego del derrumbe
que sufrió la economía en 2020, el Gobierno espera que el PIB crezca un 8% en
2021, con una inflación que podría superar el 40%, según estimaciones de
analistas.
Expertos esperan
modificaciones en el rumbo de las políticas económicas del Gobierno, que
actualmente lidia con una alta inflación, una pobreza del 42% y tratativas con
el Fondo Monetario Internacional (FMI) para renegociar una deuda de 44.000
millones de dólares.
La presión sobre
Guzmán ayer se multiplicó. Ya no existe consenso unánime sobre las medidas que
sostiene el ministro para acelerar la reactivación de la economía. Y mucho
menos sobre el ritmo para implementarlas.
Alberto Fernández
se mostró el lunes junto a Guzmán en el acto donde se lanzó la Ley de Compre
Nacional. Ayer el equipo económico se mantenía encerrado en el ministerio y
según las propias palabras de uno de sus integrantes “sin escuchar los ruidos
que llegan de la calle”.
No es el mejor
horizonte para la formulación de una ley de Presupuesto Nacional que, como
sucedió con la de 2021, Guzmán intenta mostrar como la columna vertebral de su
plan económico.
Es en ese punto
donde desde el oficialismo se le pide aceleración. O como dijo el propio Axel
Kicillof ayer: “para alcanzar la recuperación y compensar las pérdidas de la
pandemia, hay que relajar la mirada fiscalista”. Ese mensaje no tuvo otro
destinatario que Guzmán y su idea sobre el Presupuesto.
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