Por Juan Strasnoy
Peyre - En medio de
las fervientes reuniones y los preparativos de los anuncios económicos que en
principio se realizarán mañana para intentar revertir el resultado de las
PASO, el Ministerio de Economía convocó a una nueva licitación de deuda en pesos para
el mismo día. En una semana de bajo volumen de vencimientos, el equipo
de Martín Guzmán intentará apuntalar el financiamiento neto
mensual. Ocurrirá en momentos en que la ampliación del gasto para mejorar los
castigados ingresos populares, en busca de revertir la derrota electoral,
agranda el desafío de la Secretaría de Finanzas de incrementar el fondeo en el
mercado local para evitar un salto en la emisión monetaria que complique la
estrategia cambiaria trazada por el Gabinete económico.
El equipo
financiero, encabezado por Rafael Brigo y Ramiro Tosi, ofrecerá esta vez tres instrumentos: una letra a tasa fija (Ledes) con
vencimiento en enero y dos letras atadas a la inflación, las Lecer a abril y
julio de 2022. En principio, saldrá a buscar al menos
$12.000 millones, aunque el monto es ampliable. El menú no incluirá en
esta oportunidad bonos dólar linked, que en la última subasta aportaron el 46%
del total colocado ante la creciente búsqueda de cobertura cambiaria del
mercado.
Una vez más la
atención estará puesta en la tasa que necesite pagar Finanzas para fondearse.
La semana pasada, con un mercado en modo pre-PASO que activó una salida de
títulos soberanos en pesos, el Gobierno tuvo que subir fuerte los intereses,
sobre todo en la deuda indexada. Pero los funcionarios decidieron rechazar el
30% de las ofertas recibidas para evitar convalidar rendimientos reales
superiores al 4%. Por esos días, en el mercado secundario las Lecer rendían en
torno al 5,5%, aunque en las últimas ruedas recortaron cerca de un punto.
En esta colocación
Economía enfrentará un bajo nivel de vencimientos, algo que buscará aprovechar
para incrementar la cuenta del endeudamiento neto. Los pagos a renovar suman,
según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso (OPC), $13.729
millones y corresponden a intereses de los Boncer TX22, T2X2, TX23 y TX24.
Cerca de $6.000 millones caen esta semana y casi $8.000 millones, la próxima.
Según fuentes oficiales, el rollover de estos últimos vencimientos podría
completarse en la siguiente licitación, prevista para el martes 28, en caso de
ser necesario. A fines de septiembre, además, los compromisos se tornarán más
exigentes ya que expiran $184.000 millones, concentrados en una Ledes y una
Lepase.
El mix de financiamiento
La semana pasada,
entre la primera y la segunda vuelta de la colocación, Economía consiguió
$100.310 millones que le permitieron refinanciar todos los vencimientos de la
primera quincena de septiembre. Ocurrió luego del traspié que implicó cerrar
agosto con un rollover del 98% que complicó la estrategia financiera oficial.
Con todo, en lo que va del mes Guzmán ya necesitó pedirle a Miguel
Pesce $140.000 millones en concepto de utilidades. Así, la participación
de la emisión monetaria en la composición del fondeo del déficit en el
acumulado anual alcanzó el 69% (ver aparte).
De acuerdo con el
Presupuesto 2021, la meta de Guzmán es cubrir al menos el 40% del déficit
fiscal con nuevo endeudamiento local y no más del 60% con asistencia directa
del BCRA, una pauta que se había cumplido hasta julio. La premisa de los
funcionarios es que una mayor emisión recalentaría las presiones sobre el
dólar. Con un escenario de ampliación del gasto para acelerar la recuperación
de los ingresos que exigirá más la política de fondeo, resta ver si el proyecto
de Presupuesto 2022 (que se enviará hoy al Congreso) modifica las metas tanto
fiscal como financiera para este año.
Más desafíos para el fondeo
Como contó Ámbito,
el oficialismo protagoniza un intenso debate sobre las políticas a adoptar para
intentar revertir la derrota en las PASO. La mirada común es que uno de los factores claves del golpe
electoral fue el muy bajo impacto en las condiciones de vida que tuvo el rebote
de la actividad desde el pozo de abril de 2020. El poder adquisitivo, en el
mejor de los casos, se ubica en niveles similares a los que dejó Mauricio Macri
(alrededor de 20% debajo de 2015). Así, el Gobierno prepara una batería de
anuncios económicos con el foco en apuntalar los ingresos, que
incluye un bono para las jubilados, y un
adelanto de la reapertura del salario mínimo. También
se analiza el regreso de un instrumento similar al IFE, aunque
destinado a un universo más acotado que el del año pasado.
El disenso pasa por
la magnitud de las medidas, que serían anunciadas el jueves, según confiaron
fuentes oficiales. Lo cierto es que las dificultades para costear un déficit
mayor sin aumentar el peso de la emisión monetaria (que ya viene acelerándose
en el segundo semestre, luego de una primera mitad de año de austeridad fiscal)
es uno de los argumentos que esgrimen en el Gabinete económico para acelerar la
inyección de recursos pero sin salirse de las pautas programadas por Guzmán,
que fue ratificado en su cargo por la Casa Rosada pese a los cuestionamientos recibidos.
El temor es terminar azuzando más presiones cambiarias.
A contramano, en
los equipos económicos del kirchnerismo empujan por una reversión mayor de la
disciplina fiscal y por medidas más audaces, como la nueva versión del IFE que
algunas fuentes del Gabinete económico desmentían hasta ayer por la tarde.
Mientras tanto,
Finanzas busca llevar certidumbre al mercado respecto de la continuidad del
programa financiero y por eso publicó el lunes el cronograma de licitaciones
del último trimestre de 2021. Realizará ocho operaciones: tres en octubre y en
noviembre, y dos en diciembre. Con esas colocaciones apuntará a renovar los
vencimientos, que por el momento suman cerca de $900.000 millones, y sumar
financiamiento extra para cerrar la estrategia de fondeo anual.
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