Por Mariano
Boettner - El Fondo
Monetario consideró que la inflación se convirtió en las últimas semanas
en “una cuestión importante” en la economía argentina y anticipó que el
Gobierno de Alberto Fernández necesitará “actuar en distintos frentes”
para anclar las expectativas.
El director
interino del Departamento del Hemisferio Occidental Nigel
Chalk mencionó durante la presentación de un informe de perspectivas
económicas para América Latina y el Caribe que las perspectivas de suba de
precios en la Argentina “no tienen ancla”, lo que atribuyó a “causas
múltiples”, por lo que afirmó que requerirá distintas acciones por parte
del Poder Ejecutivo y aunque evitó dar precisiones, mencionó que también podría
valerse de “políticas de ingresos” para compensar la suba inflacionaria.
El Fondo Monetario
además destacó el crecimiento rápido que experimentará la economía argentina
este año y mencionó que “continuamos con un diálogo activo” con las autoridades
del Gobierno. Consultado sobre la posibilidad de una visita de
funcionarios del FMI a Buenos Aires antes de fin de año, Chalk mencionó que “no
hay razón” para que no haya una misión del organismo a la Argentina, pero
que sería necesario sopesar “si sería productivo” en este contexto.
“Se está produciendo una recuperación
económica en América Latina y el Caribe (ALC), pero la pandemia aún arroja
sombras en gran parte de la región. La recuperación fue sólida en el
primer trimestre de 2021, pero perdió impulso en algunos países en el segundo
trimestre, lo que refleja el repunte de los casos de COVID-19″, mencionó el
FMI.
“Se proyecta que el
PIB real crecerá un 6,3 por ciento en 2021, seguido de un crecimiento más
moderado del 3 por ciento en 2022, pero no se pondrá al día con las tendencias
prepandémicas en el mediano plazo, ya que la debilidad persistente en los
mercados laborales aumenta el riesgo de cicatrices”, continuó.
“Los principales riesgos a la baja son la
aparición de variantes de COVID-19 más transmisibles y mortales, el
endurecimiento de las condiciones financieras mundiales, los riesgos de
refinanciamiento de la deuda soberana y el malestar social a medida que se
avecina un año con un intenso calendario de elecciones”, mencionó el reporte regional.
Tanto el informe
como luego Nigel Chalk marcaron a la inflación como una de las
preocupaciones centrales. “Si el aumento de la inflación amenaza con desanclar
las expectativas de inflación, los bancos centrales deberían endurecer la
política monetaria para señalar un compromiso con las metas de inflación y
evitar aumentos persistentes de la inflación”, apuntó el Fondo Monetario.
En ese sentido, el
FMI marcó a la Argentina como uno de los países en que la vacunacón contra el
COvid acanzó más rápidamente. Las campañas rápidas de vacunación en varios
países han ayudado a mitigar el impacto de la pandemia. Por ejemplo, más
del 40 por ciento de la población ya ha sido completamente vacunada en Anguila,
Antigua y Barbuda, Argentina, Aruba, Brasil, Chile, República Dominicana,
Ecuador, El Salvador, Panamá, San Cristóbal y Nieves y Uruguay”.
El Fondo Monetario
Internacional (FMI) reiteró sus perspectivas de crecimiento para la economía
argentina que publicó en el último informe mundial, en el que para el caso
argentino mejoró levemente su pronóstico de crecimiento, con cifras por debajo
de los cálculos oficiales del Gobierno.
En cuanto al PBI,
en junio último el organismo multilateral estimó que el país crecería 6,4% este
año y 2,4% el próximo, pero en el informe de perspectivas económicas difundido
la semana pasada estiró esas cifras al 7,5% y el 2,5%,
respectivamente. De todos modos, las proyecciones se ubican por debajo de
las estimaciones del Gobierno, que prevé que el país crezca 8% y 4%,
respectivamente. El organismo estimó que el PBI global aumentará 5,9% este año
y 4,9% el próximo.
Además, la
economista jefe del organismo, Gita Gopinath, quien dejará su puesto a
principios del año que viene dijo que “las expectativas de inflación están
desancladas, en parte por la dependencia del financiamiento monetario en la
Argentina”. “Seguimos trabajando con el gobierno argentino para lograr un
crecimiento sostenido”, expresó en una conferencia de prensa en la que presentó
sus nuevos pronósticos sobre la economía mundial.
El Gobierno prevé
una inflación del 45% este año y del 33% el próximo, pero los analistas
privados creen que estas cifras llegarán al 48 y 46 por ciento,
respectivamente; algunos se estiran hasta un 55-60 por ciento en 2022, cuando
aumenten las tarifas y se acelere la devaluación del tipo de cambio oficial.
La directora
gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Kristalina Georgieva,
había expresado por su parte que se mantiene el diálogo con la Argentina para
lograr un programa que permita refinanciar la deuda del país a cambio de
políticas que permitan el crecimiento del empleo privado, del sector privado y
el uso más eficiente del gasto público.
“Nuestros equipos están trabajando y ese
trabajo se ha concentrado durante el tiempo que han participado, exactamente en
eso para encontrar el camino en el que podemos apoyar a Argentina,
que puede apoyarse a sí misma con políticas fuertes que van a ser útiles
para el crecimiento liderado por el sector privado, crear más puestos de
trabajo para la gente y focalizar el uso de los recursos públicos para
dirigirse a los que más necesitan apoyo”, explicó, sin dar precisiones sobre la
conclusión de las negociaciones, pese a que el Gobierno quiere tenerlo cerrado
a principios de 2022.
El
informe del FMI volvió a excusarse de no realizar proyecciones por la
negociación en marcha para un nuevo programa financiero. “Para la Argentina,
las variables fiscales y de inflación están excluidas de la publicación para
2021-26, ya que en gran medida están vinculadas a negociaciones del
programa aún pendientes”, mencionó el organismo. |