Los
mercados financieros estadounidenses cerraron este jueves por
la festividad del Día de Acción de Gracias. Por lo tanto, el mercado
bursátil doméstico operó con escaso volumen, sin la referencia de Wall Street.
Tras
una derrota las legislativas del 14 de noviembre, el presidente Alberto
Fernández aseguró que enviará al Congreso un plan
“plurianual” de cara a cerrar negociaciones con el Fondo
Monetario Internacional (FMI) por una deuda de unos 45.000 millones de
dólares.
Los
bonos Globales del canje -en dólares con ley extranjera- alcanzaron el
miércoles sus valores mínimos desde que salieron al mercado en septiembre del
año pasado. En algunos casos, como el GD35 y el GD46, son operados por
debajo de los USD 30, un precio mínimo desde su salida a cotización en
septiembre de 2020.
El riesgo
país elaborado por el banco JP Morgan marcó los 1.822 puntos, el más
elevado desde la reestructuración soberana del año pasado, aunque sin
negocios representativos para los bonos debido al feriado en Wall Street .
El
índice accionario S&P Merval de la Bolsa de Buenos Aires subió un
1,8%, a 84.956 unidades. Aún el Merval acumula una mejora del 65,9% en
pesos en lo que va del año, frente a una inflación estimada por analistas
cercana al 50% anual.
Los
operadores creen que la debilidad en los activos es reflejo de
las intrigas que se generan en Wall Street, ante la urgencia para acordar
con el FMI y la incertidumbre que produce la pérdida de la mayoría en el
Senado por parte del oficialismo.
“El movimiento
en los mercados emergentes de los últimos días es un llamado de
atención para acelerar las negociaciones en post de no sufrir mayores
volatilidades cambiarias los próximos meses. Lamentablemente se ha desaprovechado
la oportunidad de llegar a un acuerdo rápido en plena pandemia del 2020,
que hubiese permitido seguramente mayores concesiones para la Argentina, y
sufrir menos desgaste macroeconómico y de reservas cambiarias”, afirmó el
economista Joaquín Marque, director de UG Valores.
Jorge
Fedio, analista de Clave Bursátil, refirió que “se nos acabó el trade electoral
y se repitió la baja post PASO, aunque mayor. No podía ser distinto, la
reacción de tinte político no se condice con lo que realmente ocurrió. El
Gobierno en su ceguera no admitió la derrota y la festejó como triunfo.
Toda una locura que no se entiende, no guarda lógica, los números le jugaron en
contra, perdieron millones de votantes y encima se quedaron sin la mayoría
automática en el Senado. En cambio, la oposición logró lo que se propuso, el
equilibrio parlamentario”.
Además,
el contexto global influyó con la preocupación por los rebrotes europeos
de COVID-19, una potencial alza en tasas de la Reserva Federal y la notoria
debilidad de la lira turca.
“Los
inversores siguen atentos a las señales políticas dado que son las
que marcarán la viabilidad de alcanzar un consenso entre las principales
fuerzas a partir de la presentación del plan económico plurianual”,
refirió Gustavo Ber, economista del Estudio Ber.
“No sólo dicho desafío resulta complejo, en
vista a los tironeos, sino que además aún alcanzando un acuerdo con el FMI,
crecen las dudas respecto a la capacidad de cumplir las
metas comprometidas en los próximos años”, agregó.
En
unas jornadas organizadas por el Banco Central, el ministro de
Economía, Martín Guzmán, dijo que se necesita refinanciar la deuda con el FMI porque es “el principal escollo para
mantener la estabilidad”, a la espera del plan que pretende marcará las bases
del acuerdo con el organismo.
En
el marco de las Jornadas Monetarias y Bancarias del BCRA, el funcionario afirmó
que se busca “depender menos del endeudamiento y de la
emisión monetaria” para el financiamiento del déficit público, frente a
una inflación con expectativa superior al 50% para este año.
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