Por Carlos
Burgueño - Martín Guzmán intentará “salvar” los u$s1.800 millones que el país
deberá pagarle a fines de diciembre al Fondo Monetario Internacional (FMI), y que corresponden a
la segunda liquidación anual por los intereses del stand by firmado durante el
gobierno de Mauricio Macri en 2018. El ministro de Economía quiere
que en el acuerdo de Facilidades Extendidas, cuya negociación ya está en sus
tiempos finales, se incluyan los 3.600 millones de dólares de vencimientos de
este año; y cuya primera liquidación de u$s1.800 millones se concretó en
septiembre pasado.
Según
el criterio que Guzmán está negociando con el organismo que maneja Kristalina
Georgieva, ese dinero forma parte del total de los u$s44.700 millones que
Argentina está discutiendo en el nuevo acuerdo, con lo que correspondería que
de llegar a buen puerto las conversaciones; ambos pagos (el de septiembre ya
concretado y el de diciembre), formen parte del monto a liquidar hacia delante.
En consecuencia, debería ser dinero que debería volver al país. O al menos, si
se llega a un acuerdo (aunque sea la Carta de Intención previa al Facilidades
Extendidas final), que no haya que pagar los u$s1.800 millones restantes. Y si
se deben liquidar igual en diciembre porque el pacto final no está totalmente
cerrado por restar la aprobación del board del organismo (lo que ocurriría
entre fines de enero y febrero de 2022), esos 1.800 millones de dólares a pagar
en diciembre deberían volver a las reservas del Banco Central que conduce Miguel
Pesce.
Razones
El
argumento de Guzmán parece tener puntos a favor. Argentina negocia como pagar
los u$s44.700 millones que el FMI le prestó hasta septiembre de 2019 durante el
gobierno de Mauricio Macri. El Facilidades Extendidas no es en realidad un plan
de pagos de lo que se liquidó, sino un nuevo préstamo por el monto exacto que
se liquidó hasta ese mes del 2019. El cronograma que se discute es el plan de
liquidaciones de ese préstamo, en un plan de pagos a 10 años comenzando a pagar
en 2025, acelerando las liquidaciones en 2026. Sería, en términos financieros,
no un rollover de lo ya prestado; con un nuevo crédito por un monto
determinado. Y como se negocia el total de los 44.700 millones de dólares; lo
pagado tendría que volver. Especialmente la liquidación realizada en septiembre
y la que se debería concretar en diciembre. Afirman desde Buenos Aires que las
argumentaciones parecen razonables y que si hay acuerdo final en tiempo y
forma, el dinero girado en septiembre podría volver y el de diciembre también
retornar o directamente no ejecutarse.
Disponibilidad
De
lograr esta meta, para el Gobierno sería una noticia especialmente positiva. Al
país le quedarían disponibles unos u$s 3.600 millones para ejecutar durante el
2022. Y como se trata de dinero que proviene de los DEG del propio FMI, podrían
ser utilizados para paliar las consecuencias de la pandemia, según la fórmula
original de lo que marcaba el propio organismo como destino del dinero. Si se
aceleran las negociaciones, también podrían entrar en juego los u$s738 millones
que se le deben pagar al FMI en enero, y que también debían liquidarse con los
DEG.
De
lo que no podrá zafar el gobierno es de pagarle al Club de París los u$s195
millones correspondientes a la segunda cuota del acuerdo cerrado con ese
organismo en junio de este año y que implica dos cancelaciones antes del cierre
final de marzo del año próximo cuando deberían pagarse al Club unos u$s 1.900
millones por el prestamo total. La intención de Guzmán es que una vez cerrado
el Facilidades Extendidas comenzar a negociar con los países que integran ese
otro organismo.
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