Por
Melisa Reinhold - Los argentinos ya no podrán pagar en cuotas un viaje al
exterior del país hasta nuevo aviso. Vigente desde el viernes pasado, el
Gobierno intentó aplacar la medida con el argumento de que los viajeros podrán
rebuscárselas de otras maneras, como a través de créditos personales y la
financiación de la tarjeta de crédito. Sin embargo, estas opciones no resultan
ser las más amigables con los bolsillos y tienen algunas trabas de por medio.
“Es
importante aclarar que no se trata de una prohibición de viajar al exterior,
sino de una medida puntual y transitoria vinculada al pago en cuotas, y que,
aun así, existen mecanismos que ofrecen las tarjetas de crédito para evitar
comprar el pasaje al contado”, argumentó Matías Lammens, ministro de Turismo y
Deportes, en declaraciones a la agencia de noticias estatal Télam. Sin embargo,
a la hora de endeudarse, hay que tener algunas consideraciones.
Para
comenzar, el viajero deberá tener en cuenta el límite de su tarjeta de crédito,
es decir, cuánto dinero puede gastar. Los topes varían dependiendo de la
tarjeta y de los ingresos. Por ejemplo, un jubilado con una tarjeta de crédito
básica puede contar con un límite de $40.000, mientras que una tarjeta black
alcanza los $600.000.
“Los
bancos no actualizan los límites de la tarjeta desde hace dos años, con una
inflación del 50% interanual, por lo que muchos límites quedaron bajísimos.
Para subirlo te ponen muchos requisitos; presentar documentos, demostrar
ingresos. Hoy, con un dólar a $175, cualquier gasto que hagas suma muchos pesos
y enseguida llegás a los topes de las tarjetas. Si una familia de cuatro
personas quiere ir a un parque de Disney son US$400 por día, multiplicalo por
$175: ya llegaste a $70.000”, señaló el analista financiero Christian Buteler.
En
caso de tener un límite amplio para pagar un viaje fuera del país se puede
pagar el mínimo de la tarjeta y refinanciar lo restante con una tasa nominal
anual (TNA) del 43%. “Sin embargo, hay que tener en cuenta que el interés final
abonado por el tarjetahabiente tendrá que ver con el costo financiero total
(CFT), y en particular con el costo financiero anual de la tasa de interés
efectiva anual (Cftea)”, advirtió un informe de la Defensoría del Pueblo
porteña.
Según
un estudio de la entidad, del Programa de Estudios Tributarios e Impositivos
correspondiente al mes de septiembre, el costo financiero total de las tarjetas
de crédito ronda entre un 48,41% (Banco Nación) y un 66,44% (HSBC, BBVA y
Galicia). “Terminás pagando 15 puntos más que la inflación. Financiarse con las
tarjetas de crédito es el peor negocio que podés hacer”, indicó Camilo
Tiscornia, economista y director de C&T Asesores Financieros.
“A
pesar de que la TNA está expresada en términos anuales, hay que tener en cuenta
que en la realidad la deuda con tarjetas de crédito se financia por cada mes
transcurrido, por lo que cada mes se capitalizan los intereses sobre lo
adeudado. Si al mes siguiente de haber pagado el mínimo no se paga la deuda
total, se volverá a aplicar el costo financiero total efectivo anual (Cftea)
para el mes siguiente hasta saldar la deuda”, agregó la Defensoría del Pueblo.
Otro
detalle a tener en consideración: la tasa “subsidiada” del 43% alcanza para
compras de hasta $200.000. “No se pueden costear muchas cosas con ese límite”,
comentó Buteler. En comparación con algunas ofertas que se ofrecen en las
agencias de viaje, el límite permite que una sola persona viaje y se aloje seis
noches en Miami (Estados Unidos) en mayo, aunque sin comidas ni traslados
incluidos.
En
caso de querer viajar en temporada alta, en enero y febrero los precios de un
solo pasaje arrancan por encima de los $130.000 y hasta superan el cupo, con
valores arriba de los $250.000.
En
caso de que el consumidor se exceda de los $200.000, la norma del Banco Central
(BCRA) establece que la entidad financiera puede aplicar una tasa diferencial
hasta el máximo permitido por la ley de tarjetas de crédito. Sería un 25% más
que la tasa que perciben por los créditos personales, y similares a los que
aplican las tarjetas no bancarias.
“Ahora,
la tasa del 43% es subsidiada, por lo que podría dejar de serlo cuando el Banco
Central lo decida y de un día para otro se pasaría a pagar la tasa de mercado.
Es muy distinto de sacarlo en seis cuotas porque, aunque tengan interés, sabes
cuánto vas a terminar pagando. Y agrego una más: haya o no haya cuotas, no creo
que los argentinos corran a comprar vuelos internacionales porque los salarios
en dólares están destrozados”, argumentó Buteler.
La
otra alternativa para financiar el viaje es sacar en el banco un préstamo
personal. En este caso, según el relevamiento de la Defensoría del Pueblo, la
banca pública tiene créditos con un costo financiero total del 71% promedio
anual, mientras que en la banca privada la cifra promedio asciende a 122%.ß
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