Por Claudio
Zlotnik - Martín Guzmán lo dijo convencido. Al ministro se lo veía muy
cansado pero eufórico a la vez. En las últimas horas le confió a su equipo de
colaboradores que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya está
prácticamente cerrado. Que sólo faltan detalles por definir. Y que lo enviará
al Congreso antes de la Navidad.
El
titular del Palacio de Hacienda ya compartió la novedad con el
presidente Alberto Fernández y también con el jefe de Gabinete, Juan
Manzur, quien sigue el tema del Fondo con todos los detalles. En el gabinete
nacional admiten que el tucumano se ha convertido en una pieza clave de la gestión
después de las elecciones legislativas.
Según confía Guzmán, al
acuerdo le faltan sólo detalles por definir. Lo más importante: la manera de computar una parte
del gasto público para el próximo año.
Cristina
Kirchner, siempre según fuentes de Economía, ya dio el aval para que se cierre
el acuerdo. Y que pone como "condicionalidad" que no haya una baja en
el gasto público destinado a la obra pública para los próximos años.
El
acuerdo tendrá una meta de crecimiento de las reservas del Banco Central,
que vienen cayendo en las últimas semanas, pero no inducirá a una devaluación
abrupta del tipo de cambio oficial.
De
todas formas, Guzmán ya tiene la decisión tomada sobre la evolución del dólar
"oficial": habrá una aceleración del "crawling
peg" (minidevaluaciones diarias). Pero ese ritmo no irá por encima de
la inflación. La idea es que empareje a la suba del índice de precios.
La
estrategia con el dólar
La
decisión será un enorme desafío para el Gobierno, que viene atrasando el
tipo de cambio (desde marzo último viene subiendo a un ritmo del 1% mensual
cuando la inflación más que triplica esa magnitud). Se calcula que el atraso
desde ese momento fue de un 20% aproximadamente.
Esa estrategia
de retrasar el dólar no impidió que la inflación se mantuviera arriba del
3% mensual.
Con
el aval de Cristina y el cierre técnico de la negociación, el Gobierno enviará
el acuerdo al Congreso antes de la Navidad. La idea es que la ley
salga antes de fin de año.
Tal
como adelantó Cecilia Todesca Bocco, economista de confianza de Alberto
Fernández y secretaria de Relaciones Económicas Internacionales de la
cancillería, el Gobierno pagará el vencimiento de casi u$s1.900 millones con el
FMI con los DEGs que el propio organismo envió hace un par de meses.
Guzmán
tiene la palabra de Kristalina Georgieva de que los vencimientos que
se pagaron con esos DEGs (entre septiembre y el próximo fin de año, por unos
u$s4.500 millones) serán reintegrados por el Fondo a la Argentina en algún
momento del año que viene, a medida que se vaya cumpliendo el acuerdo.
La Casa
Rosada confía en que este acuerdo será clave para estabilizar las
expectativas: ante la incertidumbre cambiaria y el ensanchamiento de la brecha,
el Banco Central viene perdiendo divisas. A lo largo de noviembre, las reservas
cayeron u$s890 millones, por lo que las reservas "netas" ya estarían
por debajo de los u$s3.000 millones.
Esa
es la clave para entender el motivo de este apuro (ahora sí) por cerrar trato
con el Fondo lo antes posible.
Queda
por ver la discusión que se dará en el Parlamento, con un oficialismo que
claramente intentará involucrar a la oposición en la responsabilidad por haber
contraído la deuda de u$s44.000 millones con el organismo.
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