El gobierno de
Alberto Fernández mostró ayer gestos contradictorios hacia EE.UU. Por un lado,
el Presidente participó en la Cumbre de la Democracia, impulsada por Joe Biden,
que excluyó a países como China. Y, al mismo tiempo, rechazó el boicot a los
Juegos Olímpicos de Invierno de Pekín que impulsa EE.UU. por las violaciones de
los derechos humanos.
En medio de las
negociaciones por la deuda del FMI, donde el voto de Estados Unidos será
determinante, la administración de Alberto Fernández mostró ayer gestos
contradictorios en su relación con el gobierno norteamericano de Joe Biden.
Por un lado,
Alberto Fernández participó ayer de la Cumbre de la Democracia impulsada por
Biden, que excluyó a países como Rusia, Venezuela y China por sus prácticas
antidemocráticas.
Pero al mismo
tiempo el gobierno argentino ratificó su respaldo a los Juegos Olímpicos de
Invierno que se llevarán a cabo en febrero próximo en Pekín, en un implícito
rechazo al boicot promovido por Estados Unidos por la situación de los derechos
humanos en China.
La Argentina ya
había mostrado diferencias con Estados Unidos en su política para la región,
como sus abstenciones a las condenas de las violaciones de los derechos humanos
en Venezuela, Cuba y Nicaragua.
Estados Unidos
encabeza la condena continental de los regímenes de Nicolás Maduro, Miguel
Díaz-Canel y Daniel Ortega. Ayer, la administración de Alberto Fernández mostró
las contradicciones en su relación con Estados Unidos y China.
En la Cumbre de
la Democracia, Estados Unidos invitó a Taiwán, que es considerado por China una
parte de su territorio. La Argentina respaldó la cumbre. A la vez, respaldó los
juegos que países como EE.UU., Australia, el Reino Unido y Canadá buscan
boicotear como un repudio a las violaciones de los derechos humanos en China.
“Desde su
anuncio, la Argentina fue uno de los primeros países en apoyar a China en la
realización de los Juegos Olímpicos de Invierno en su capital y alrededores,
que coincidirá con el 50º aniversario de las relaciones diplomáticas
bilaterales”, señaló ayer un comunicado de la Cancillería, que también explica
que previamente “se analizaron los requisitos y protocolos para el ingreso de
la delegación de atletas argentinos al país asiático producto de las
restricciones por el Covid-19”. La confirmación de la participación argentina
fue oficializada a través de una reunión virtual entre el embajador argentino
Sabino Vaca Narvaja e integrantes del Comité Olímpico Argentino.
Además, el
ministro de Turismo y Deportes de la Nación, Matías Lammens, reafirmó este
respaldo durante la celebración virtual de un encuentro de la Subcomisión de
Deportes con su par chino el año pasado. Asimismo, recientemente, el ministro
de Relaciones Exteriores, Santiago Cafiero, felicitó a su par chino, Wang Yi,
durante un encuentro que mantuvieron en la Cumbre del G-20, en Roma.
En la cumbre de Biden
Por otro lado,
con un video grabado que se difundirá hoy, Alberto Fernández participó de la
Cumbre por la Democracia y los Derechos Humanos que organizó el gobierno de los
Estados Unidos y de la que fueron excluidos algunos países aliados de la
Argentina, como China, Rusia, Venezuela, Bolivia y Nicaragua. Si bien Bolivia
fue uno de los países que no estuvieron invitados, el presidente Fernández
aludió a la salida del poder de Evo Morales y volvió a cuestionar duramente el
rol de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que encabeza el
uruguayo Luis Almagro.
Fernández
volvió a rechazar la política de intervención en la región, una forma de
enfrentar las posturas que reclaman una condena más firme contra Venezuela.
No es la
primera vez que Fernández elige a la OEA como uno de sus blancos. “Lo que ha
hecho la OEA en Bolivia necesariamente debe ser investigado y necesariamente
debe ser juzgado porque ahora no caben dudas de lo que pasó”, expresó al
participar el 31 de julio del encuentro virtual por el segundo aniversario del
Grupo de Puebla, en una disertación en la que mencionó cómo se impidió la
consagración como presidente de Evo Morales, primero, y el golpe de Estado
cometido después, en 2019.
La
participación del Presidente, que estaba en duda hasta hace unos pocos días, se
concreta cuando están en curso las negociaciones por la deuda con el FMI. No
hubo mención alguna de Fernández de Venezuela, Nicaragua, Cuba, Rusia o China,
pese a las denuncias de violaciones de los derechos humanos en esos países.
Biden invitó a más de cien países, aunque hubo selectivas omisiones, como China
y Bolivia, dos aliados de la Argentina.
De acuerdo con
la invitación, los objetivos del foro son “la defensa frente al autoritarismo,
el combate de la corrupción y la promoción del respeto de los derechos
humanos”, este último un eufemismo que Washington suele utilizar para criticar
a los regímenes políticos de Venezuela, Nicaragua y Cuba.
La
participación argentina en la cumbre había comenzado el martes pasado, con el
intercambio entre el ministro de Trabajo, Claudio Moroni, y el secretario de
Trabajo de Biden, Martin Walsh. “El papel vital de las organizaciones de
trabajadores en la democracia”, fue el título del panel del martes pasado.ß
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