Sábado 11 - Finalmente, mientras el Gobierno celebraba en la
Plaza de Mayo un nuevo aniversario del retorno de la democracia y la exacta
mitad de su mandato, casi 22 meses después de la primera visita de una misión
del Fondo a la Argentina durante la presidencia de Alberto
Fernández y casi un año y medio a la zaga de los primeros escarceos de
calendario negociador, en las conversaciones del equipo económico con el Fondo Monetario Internacional
aparecieron palabras realmente positivas hasta ahora obturadas por el anodino
léxico fondomonetarista.
Palabras
y conceptos como “avances en el trabajo técnico " y “entendimiento
general”, definiciones operativas claras como “reducción del financiamiento
monetario del déficit fiscal”, y “tasas de interés reales positivas”,
reconocimiento del organismo a la idea del gobierno de “coordinación de precios
y salarios” y mención explícita a la necesidad de “acumular reservas
internacionales”, sin las cuales ninguna política cambiaria sería sostenible.
Esto no
significa que la negociación esté cerca de cerrarse, pero sí parece significar
que está encaminada, tras decenas de viajes, fotos e intercambios en que el
ministro de Economía, Martín Guzmán, lucía casi siempre sonriente y
era el único exégeta de lo que sucedía, mientras el Fondo, en comunicados
lineales se limitaba a señalar diálogos “constructivos” y la
necesidad de un programa y frases parecidas, que denunciaban la escasa espesura
de lo que había transcurrido hasta ese momento.
El
avance se puede cifrar en las siguientes seis claves, que Claudio Loser,
el argentino que más alto llegó en la estructura del Fondo, en el que encabezó
el departamento de Hemisferio Occidental (el mismo que a partir de enero
ocupará el ortodoxo economista brasileño Ilan Golfajn), hasta ser
reemplazado, tras la implosión de la convertibilidad, por el indio Anoop
Singh, contribuyó a descifrar ante la consulta de Infobae:
1 - Armado de un programa
El
comunicado del Fondo dice algo concreto, señaló Loser: “Están trabajando y ya
han entrado en armar los números del programa y posiblemente la Carta de
Intención. Es positivo”. Ya no se trata de intenciones y palabras de
compromiso, sino de un trabajo “en progreso” y con un objetivo definido,
acordar un programa.
2 - Sostenibilidad y
sendero fiscal
El
Fondo también explicita que para que la recuperación sea “sostenible” hay que
reducir el déficit fiscal en forma fuerte y sostenida. Esto implica que el
Gobierno, en el programa plurianual que Alberto Fernández prometió el
pasado 14 de noviembre enviar al Congreso a principios de diciembre, plazo
ahora prorrogado hasta fin de año, se debe comprometer a una reducción con
metas concretas, del déficit fiscal, lo que a su vez requiere estimaciones y
medidas específicas de gastos y recursos que sustenten esa proyectada reducción
del rojo en las cuentas públicas.
Las
sonrisas abundaron, las definiciones escaseaban
3 - Cortar la emisión e ir
a un nuevo esquema cambiario
El
Fondo también hace mención explícita a la necesidad de recortar la emisión y
corregir el sistema cambiario y el tipo de cambio, explicó Loser. Algo que se
descontaba, en la medida que el Fondo no aceptaría fundar un nuevo programa y
apostar a un nuevo fracaso con un esquema cambiario como el actual, con más de
100 % de brecha cambiaria. Hasta qué punto y de qué forma esa definición
implique una devaluación es algo por definir, pero también algo ineludible.
4 - Reformas estructurales
Para
el economista mendocino, el comunicado del Fondo no hace concesiones al
discurso de Guzmán, que para endulzar los oídos de algunos miembros de la
coalición oficial daba a entender que no serían necesarios cambios
estructurales. “Para crecer hay que poner las cosas en orden así vuelve la
inversión de los Argentinos y plata de afuera”, resumió el punto Loser,
haciendo referencia a lo que el comunicado del Fondo refiere como “un marco de
políticas para sostener de manera duradera la recuperación económica y las
mejoras en las condiciones sociales y laborales” y también cuando apunta a “la
promoción de la inversión extranjera directa y las exportaciones”.
5 - Apoyo internacional
Lo
que el Fondo expresa en su comunicado, enfatizó Loser, “es un plan integral,
sin milagros como quisiera Cristina y dice Guzman”. En términos caseros eso se
traduce –complementó– “en dieta, ejercicio y orden en la casa, para
permitir que se recupere el país”.
El
Fondo también indicó la necesidad de apoyo internacional, algo a su vez ligado
a la política exterior de la Argentina. No debe olvidarse, en definitiva, que
el FMI lo integran 190 países y que los más poderosos son los que aprueban o
rechazan propuestas y cartas de intención en el directorio.
Al
respecto, el comunicado dice: “los equipos acordaron que un amplio apoyo, tanto
a nivel nacional en Argentina como de la comunidad internacional, también sería
fundamental para el éxito general del programa económico”. Y remacha con
una frase que apunta sobre lo que falta, pero también sobre el “pleno”
compromiso de alcanzarlo: “Si bien serán necesarias más discusiones, el equipo
del FMI y las autoridades argentinas siguen plenamente comprometidos con su
trabajo conjunto sobre un marco y políticas para un programa respaldado por el
FMI”.
Loser,
el comunicado del Fondo expresa la necesidad de un plan integral, sin milagros
que en términos caseros equivale a “dieta, ejercicio y orden en la casa, para
permitir que se recupere el país”
6 - Lucha de
interpretaciones
Por
supuesto que, de cara a la tribuna interna, el Gobierno buscará imponer su
interpretación del estado de situación y de las expresiones del FMI. Al
respecto, desde la cartera económica resaltaron que el Fondo reconoce “avances
técnicos” (que nunca había reconocido antes), que pide amplio apoyo “nacional e
internacional”, mensaje que el gobierno redirige a la oposición legislativa.
El
Fondo, dice Economía, “vuelve a reconocer que el problema de la inflación
es multicausal y abordarlo requiere un enfoque macroeconómico integral”, una
frase inofensiva y que no hace mal mientras no se tome demasiado al pie de la
letra. El Fondo concede la idea de “coordinación de precios y salarios”, una
frase al gusto del gobierno, pero pone el énfasis en las metas fiscales, el
financiamiento monetario y la necesidad de reformas que hagan “sostenible” la
recuperación. .
“El
FMI reconoce que la recuperación de la producción y la inversión en la
Argentina son más fuertes de lo esperado”, dicen también cerca de Guzmán. De
hecho, el ritmo de la recuperación de este año sorprendió al propio equipo económico.
Lo más destacable que dice el Fondo al respecto es que es necesario volverla
“sostenible”, lo que implica que considera que actualmente no lo es.
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