Por
Paz Rodríguez Niell - La Corte Suprema de Justicia declaró ayer
inconstitucional la reforma del Consejo de la Magistratura que había impulsado
Cristina Kirchner en 2006 cuando era senadora. El fallo, firmado por los cuatro
integrantes del máximo tribunal, exhortó al Congreso a dictar una nueva ley en
“un plazo razonable” y dispuso que hasta que se sancione esa nueva norma la
conformación vuelva a ser como antes de la modificación: con 20 integrantes y
bajo la presidencia del titular de la Corte Suprema.
Para
regresar a esa configuración, el Consejo tiene 120 días corridos a los fines de
instrumentar la ampliación del cuerpo.
El
argumento central para declarar la inconstitucionalidad fue que la integración
actual de 13 miembros no respeta el “equilibrio” entre los estamentos que exige
la Constitución nacional.
El
fallo era esperado por el Gobierno, que el lunes envió al Congreso un proyecto
de modificación que lleva la integración del Consejo a 17 miembros.
La
Corte Suprema declaró ayer inconstitucional la composición actual del Consejo
de la Magistratura, que fue dispuesta por una reforma legal impulsada por
Cristina Kirchner, como senadora nacional, en 2006.
Por
unanimidad, resolvió un caso que tenía pendiente desde hacía más de cinco años
y confirmó un fallo de cámara, de 2015, que declaró que la integración actual
del Consejo no respeta el “equilibrio” entre los estamentos que exige la
Constitución Nacional y exhortó al Congreso para que “en un plazo razonable
dicte una ley que organice el Consejo de la Magistratura de la Nación”. Por el
momento, el Consejo volverá a su vieja composición de 20 miembros (hoy tiene
13), con el presidente de la Corte, Horacio Rosatti, como su titular.
Firmaron
el fallo los cuatro jueces de la Corte: Rosatti, Carlos Rosenkrantz, Juan
Carlos Maqueda y Ricardo Lorenzetti, que hizo una disidencia parcial, pero
coincidió con sus colegas en que la ley 26.080, de 2006, es inconstitucional.
El
Consejo de la Magistratura es un organismo clave para la Justicia, porque es el
que selecciona y controla a los jueces, y administra los fondos del Poder
Judicial.
De
acuerdo con el fallo de la Corte, la ley 26.080 no respeta el equilibrio entre
la política, los jueces y los abogados que, según la Constitución, tiene que
garantizar la composición del Consejo. Equilibrio no es igualdad, advierte el
máximo tribunal, sino que implica la imposibilidad de que alguno de los
estamentos “pueda llevar adelante acciones hegemónicas o controlar el Consejo
por sí y sin necesidad de consensos con otros estamentos”. Con siete miembros
(seis legisladores y un representante del Poder Ejecutivo), los representantes
de la política tendrían esa posibilidad. Cuentan –advierte el fallo– con “quorum
propio y la mayoría absoluta del cuerpo”, lo que les permite “adoptar por sí
una gran cantidad de decisiones de relevancia significativa”.
Todo
esto conspira contra la idea de “despolitizar” los procesos de selección y
remoción de jueces, objetivo declarado de la reforma constitucional de 1994,
que creó el Consejo de la Magistratura.
En
la práctica hoy no sucede, sin embargo, que los representantes de la política
voten todos juntos, en contra de los jueces, los abogados y el académico. La
división es entre oficialismo y oposición. Pero para la Corte este argumento es
“inadmisible” como defensa de la reforma de 2006. “Parte de una noción
equivocada del equilibrio demandado por la Constitución”.
En
cuanto a los pasos concretos a seguir, la Corte, por mayoría, sostuvo en su
fallo que para volver a la vieja integración, el Consejo tiene “120 días
corridos”. Mientras tanto, seguirá funcionando como hasta ahora. Y agregó:
“Transcurrido dicho plazo sin que se haya completado la integración mencionada,
los actos dictados por el Consejo de la Magistratura serán nulos”.
Para
efectivizar la ampliación del Consejo, la Corte ordenó comunicar el fallo a las
agrupaciones de jueces, abogados y académicos “a los efectos de que tomen la
intervención que pudiera corresponderles” para elegir a los consejeros
requeridos para completar la integración del Consejo. Los abogados deberán
elegir a dos abogados más, lo mismo que el Congreso; los jueces y las
universidades deberán nombrar a un nuevo representante cada uno y se sumará al Consejo
de la Magistratura, como presidente, Rosatti.
La
Corte aclara en su fallo que “los nuevos miembros iniciarán su mandato de
manera conjunta y simultánea”; es decir, que Rosatti no presidirá de inmediato
el nuevo Consejo y solo lo hará una vez que esté completa toda la nueva
integración. Pese a que declara inconstitucional la confirmación actual, la
Corte advierte que “conservarán su validez los actos cumplidos por el Consejo
de la Magistratura” hasta ahora.
Lorenzetti
votó, como sus colegas, por la declaración de inconstitucionalidad de la
reforma del Consejo de la Magistratura que estableció una integración de 13
miembros por considerar que quebró “la regla de no predominio” de un estamento
sobre los otros. Coincidió también en que “es necesario que el Congreso dicte
una nueva ley” y votó por exhortarlo a hacerlo, pero discrepó en cuanto a los
pasos a seguir de acá en más, mientras tal ley no exista.
Para
Lorenzetti, no es posible volver a poner en vigencia el viejo Consejo de 20
porque la ley que regulaba esa conformación está derogada. “Contradice
principios básicos del derecho”, dijo el juez sobre la posibilidad de resucitar
aquella vieja norma.
En
su disidencia, Lorenzetti propuso, en cambio, darle al Congreso “un plazo
razonable que no puede superar el año” para el dictado de la nueva ley.
Después, en el plan Lorenzetti, la Corte quedaría “en condiciones de decidir la
manera de implementar la garantía de la independencia del Poder Judicial”.
Mientras tanto, el plan de esta disidencia era que se mantuviera la composición
vigente hoy.
En
la Casa Rosada se presumía de antemano un fallo desfavorable. En tensión con la
Corte, al Gobierno no le cae nada bien la idea de que el máximo tribunal ponga
un pie en el Consejo y Rosatti se convierta en su presidente. “El Gobierno
envió la semana pasada al Congreso el proyecto para modificar la actual
composición del Consejo de la Magistratura y esperamos que se debata. Creemos
que eso es lo que hay que hacer en este momento, que es debatir ese proyecto”,
dijo hoy Gabriela Cerruti, portavoz de Alberto Fernández.
La
causa se inició por una demanda que presentó el Colegio de Abogados de la
Ciudad de Buenos Aires y obtuvo un fallo favorable de la Cámara en lo
Contencioso Administrativo, el 19 de noviembre de 2015. Fue apelado por el
gobierno kirchnerista (por eso no se ejecutó) y cuando asumió Mauricio Macri su
gestión no desistió del recurso.
La
Corte decidió ir en contra de lo que había dictaminado, en mayo de 2018, la
Procuración, a cargo de Eduardo Casal, que había recomendado no hacer lugar al
planteo de inconstitucionalidad.ß
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