Domingo 2 - Por Pilar Wolffelt - El Banco Central cerró la última jornada del año en el
mercado de cambios con noticias poco alentadoras ya que, según fuentes del
mercado, vendió u$s100 millones este jueves. Así, cerró el mes con un saldo negativo de
u$s475 millones y acumuló pérdidas por u$s5.049 millones entre enero
y diciembre de 2021.
Según
explica a iProfesional el economista de la consultora EcoGo, Sebastián
Menescaldi, usualmente, los datos de fin de mes del BCRA suelen registrar
mayores pérdidas de dólares que el resto de los 30 días porque es el momento en
que los importadores tienen que cancelar deuda. Sin embargo, advierte que "el tema preocupante es que el saldo negativo del
mes fue muy alto en un contexto en el que la liquidación del agro fue
elevada".
Así,
señala que, cuando uno mira en términos históricos, este monto contrasta con los u$s1.121 millones
positivos que consiguió en 2019 y los u$s608 millones (también positivos) de
2020. En
tanto, en 2018 y 2017 el resultado fue neutro para el último mes del año y, en
2016, se ubicó en u$s206 millones a favor. Hay que remontarse recién a 2015
para encontrar un saldo negativo de u$s1504 millones.
Una
dinámica preocupante
Así,
Menescaldi advierte que la tendencia de érdida de reservas "debería
revertirse porque no es sostenible, sobre todo teniendo en cuenta
la delicada situación de las reservas internacionales por estos
días", que se ubicaron en u$s39.500 millones al 30 de
diciembre (mientras que las netas rondan los u$s3.400 millones, según
algunos economistas y otros las ubican aún más bajas).
Según
datos del BCRA, la caída de las
reservas totales es de casi US$200 millones respecto al 31 de diciembre de
2020 y señalan
que "su dinámica reflejó los patrones de estacionalidad típicos del ciclo
anual de acumulación de reservas".
Y
es que, en los primeros ocho meses del año, se acumularon reservas por u$s6.790
millones, siendo el principal factor de expansión la compra neta de divisas al
sector privado y el ingreso de la asignación de Derechos Especiales de Giro
(DEGs) por parte del FMI para mitigar los efectos de la pandemia por US$4.300
millones.
En
tanto, en el último cuatrimestre del
año, las reservas se contrajeron por los pagos de capital e intereses
realizados al FMI por un total de US$4.157 millones y debido a las crecientes
intervenciones del BCRA a raíz de la finalización de la liquidación de la cosecha y a la
incertidumbre generada por el proceso electoral.
Una
jornada con rumores "de oro"
Esta
delicada situación de reservas habilitó a que este jueves un tuit sobre que el BCRA había alquilado parte del
oro o realizado un swap con ese componente de sus reservas para tener
mayor liquidez generó cierto revuelo en la City. El hilo en cuestión señalaba que el
oro se podía estas utilizando como colateral para alguna operación de crédito.
"Tal
vez lo pusieron en custodia para hacerse de dólares cash. Esa sería una
operación financiera", dijo una fuente del mercado al respecto a
iProfesional. El hilo se basaba en
comparar el precio del oro con el su valor internacional en el balance del BCRA
(que aparecía como bastante inferior al primero).
Ahora se conocieron datos al
23-dic. En estas 2 semanas el oro en el bce cayó en USD 218 millones (-6%),
mientras que el precio internacional en el mismo período subió 43 USD por onza
(2%). Están vendiendo el oro?
Sin
embargo, todo indicaría que se trató
de una noticia falsa, dado que el balance semanal que publica el Central
desmiente ese dato porque no muestra ningún movimiento en la tenencia de oro de la
entidad. Además, según informó una fuente oficial a fin de refutar esa teoría,
"hoy se registró una caída en el precio del oro y causó una fuerte caída
(de más de u$s50 millones) en las reservas".
Lo
cierto es que todos estos rumores circulan porque, tal como señala Nicolás
Zeolla, economista jefe de la Fundación de Investigaciones para el Desarrollo
(FIDE), "el stock de reservas está muy ajustado". Y anticipa que una
de las principales problemáticas que se presentan en este sentido es que enero
también tiene, al igual que diciembre cuando se desembolsaron u$s1.800 millones,
vencimientos con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por unos u$s730
millones y con privados reestructurados por u$s750 millones.
Los
planes del BCRA para un futuro complejo
Zeolla
advierte que "los pagos que se hagan
a estos vencimientos afectarían la disponibilidad de dólares para la operatoria
corriente" del BCRA (es decir que ya no se realizarían con los Derechos Especiales de Giro-
DEGs como se hizo en septiembre y diciembre) y, aunque reconoce que hay
herramientas para administrar esta escases en los controles cambiarios, señala
que el saldo neto de reservas es muy ajustado.
En
ese escenario, el BCRA lanzó sus objetivos para 2022 y uno de los
puntos más importantes del documento es aquel que anticipa que "buscará recalibrar su política cambiaria y de tasas de
interés para propender a la estabilidad cambiaria y fortalecer su posición de
reservas internacionales".
Así,
el regulador financiero deja entrever por primera vez en mucho tiempo que,
además de acelerar el ritmo del tipo de cambio oficial para ponerlo más en
sintonía con la inflación mensual, planea hacer ajustes en la tasa, algo que el
mercado le viene pidiendo hace rato para hacer más atractivas las inversiones
en pesos.
Y
ese punto esté en línea con el siguiente que señala el objetivo de
"construir un proceso que reestablezca la confianza en la
moneda local como reserva de valor". Para ello, sostiene que es
precondición asegurar la sostenibilidad del régimen cambiario y establecer un
sendero de tasas de interés que asegure que los argentinos obtengan
rendimientos acordes con la evolución de la inflación y del tipo de cambio.
"Lograr este objetivo permitirá potenciar la intermediación financiera y
profundizar el mercado local de capitales, sobre los cuales se podrá alcanzar
un crecimiento económico sostenible", afirma el documento.
Asimismo,
afirman que el BCRA continuará apoyando el proceso de recuperación del mercado
interno y el crecimiento de las exportaciones a través de la estimulación la
oferta de crédito al sector privado. Y, planean contribuir "de manera
coordinada con otros organismos del Sector Público Nacional" en la
profundización del mercado local de capitales para propender a un mayor
financiamiento interno, público y privado, y a una ampliación del abanico de posibilidades
de inversión de ahorristas.
Otro
elemento esencial que anuncia el BCRA de su plan para 2022 es
que administrará la liquidez para evitar desequilibrios que atenten
directa o indirectamente con el proceso de desinflación, permitiendo que el
crecimiento real de la base monetaria acompañe la mayor demanda de saldos
reales derivada de la expansión económica y del fortalecimiento del mercado de
trabajo. Todo un desafío teniendo en
cuenta que este año el BCRA emitió cerca de $1.925 millones en todo
el 2021.
Asimismo,
asegura que buscará preservar los niveles de competitividad
externa (para ello debe mantener un precio del dólar adecuado),
readecuando gradualmente la tasa de crawl (ritmo de devaluación del peso) en el
marco del régimen vigente de flotación administrada al ritmo de la inflación,
tal como lo había anunciado Miguel Pesce, presidente de la Central, hace poso.
Y,
finalmente, se compromete a que, "en la medida que las condiciones
macroeconómicas lo permitan", se
irán flexibilizando las regulaciones cambiarias (el cepo).
Habrá
que esperar a ver cómo se plasman todas estas intenciones en la realidad en un
2022 que parece va a ser complejo para la economía argentina y en el que el
principal desafío, por ahora, está en la aprobación de un Plan Plurianual, que
trace un rumbo económico a futuro creíble, y en la firma de un acuerdo con el
Fondo Monetario Internacional para el pago de la deuda.
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