Por
Gabriela Origlia - CÓRDOBA.– Los usuarios del servicio eléctrico de la ciudad
de Buenos Aires y del conurbano, el AMBA, –áreas provistas por las
distribuidoras Edenor y Edesur–, pagan una de las facturas más baratas del
país. Lidera ese ranking la riojana Edelar, que es subsidiada por la
administración provincial.
Por
el contrario, la electricidad más cara se paga en Córdoba, donde la
distribución está a cargo de EPEC, también del Estado. Los subsidios del Estado
nacional no son directos a la demanda, sino que se destinan a la generación.
Con
la referencia de las tarifas del AMBA, en Córdoba se paga 189% más; en Salta,
133%; en Santa Fe, 109% por encima, y en Río Negro, 90% más. En el caso de
Chaco, el precio que abonan los usuarios es un 50% más que el de los porteños,
y en Tierra del Fuego –donde no se actualizan tarifas desde hace casi 3 años–,
29% más.
Los
datos surgen de un trabajo del Instituto de Investigaciones Económicas de la
Bolsa de Comercio de Córdoba –hecho sobre la base de la comparación de facturas
de distintas ciudades– que subraya que la política de subsidios genera
distorsiones macroeconómicas, pero también “agrava” las existentes a nivel
microeconómico, “generando desigualdades en términos regionales”.
la
nacion ya describió que con tarifas que subieron menos en el AMBA que en el
interior del país –donde tampoco siguieron la dinámica de los costos– las
distribuidoras tratan de compensar y se financian con Cammesa, que acumula una
acreencia de $240.000 millones (0,36% del PBI estimado para este año). Esa
deuda de las empresas se refinanció hace un año, pero el rojo se acumula a una
velocidad de entre $15.000 millones y $20.000 millones mensuales.
En
febrero correspondería una nueva revisión tarifaria integral para la
distribución, que se realiza cada cinco años. Por ahora no hay preparativos ni
anuncios públicos respecto de la convocatoria que se debe realizar.
Los
cálculos de la Bolsa de Comercio consideran el costo de la energía eléctrica a
diciembre pasado antes de impuestos (las cargas también insertan distorsiones e
inequidades) y son sobre un consumo residencial de 300 kWh mensuales. Si no
hubiera subsidios, la desigualdad tarifaria disminuiría a la mitad: la
diferencia de Tierra del Fuego con el AMBA pasaría del 29% al 14% y la de
Córdoba, de 189% a 90%.
Una
quita completa de los subsidios llevaría a que los consumidores del AMBA
pagaran 110% más que hoy, pero aun así seguiría siendo de los servicios más
baratos del país. Un cliente de la estatal EPEC, en Córdoba, afrontaría el
menor aumento porcentual: su boleta sería 38% más cara que la factura de
diciembre pasado.
Fabio
Ventre, subdirector del Instituto de la Bolsa, afirmó que los subsidios a la
energía generan “más distorsiones y costos” que los aparentes beneficios de
aplicarlos. “Con un impacto mínimo en el consumo de las familias, generan
incentivos perversos a consumir más, ya que se paga un precio menor al costo de
producir la energía. Hay también desincentivos a invertir por parte de las empresas
que generan y distribuyen”, explicó.
Y
estimó que esta situación deriva en una “peor calidad de servicio” para todos
los argentinos, tal como lo muestran los recurrentes cortes de energía que no
son solo en el AMBA, como el de la tarde del martes pasado, sino que se
registran en otras ciudades del interior. A eso se suma que el balance
energético “se torna deficitario y profundiza la pérdida
Aun
sin subsidios, los servicios del AMBA serían los más baratos del país
Las
subvenciones acumuladas a noviembre eran de US$9840 millones
de
reservas; también ahonda el déficit fiscal y la emisión monetaria, que
“terminan impactando en una mayor inflación”.
Según
el Instituto Mosconi, los subsidios energéticos acumulados a noviembre pasado
(último dato disponible) fueron de US$9840 millones), cifra que representa un
incremento del 133% respecto de igual periodo de 2020.
Cammesa
lideró las transferencias recibidas con US$6400 millones y un aumento
interanual de 106%, lo cual representó el 65% de los fondos ejecutados. Por
otra parte, a través de los diferentes subsidios a la oferta, se destinaron
US$2200 millones a la producción de gas natural.ß
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