Por
Rafael Mathus Ruiz - WASHINGTON.– Mark Sobel, exrepresentante de Estados Unidos
en el directorio del FMI, cree que el organismo “no insistirá en un programa
duro” en la negociación con el Gobierno. Advirtió que no pagar la deuda
convertiría al país en un “paria internacional”, y que la Argentina enfrenta
“enormes debilidades económicas”.
WASHINGTON.–
Mark Sobel es un veterano el Departamento del Tesoro y se sentó en la silla de
Estados Unidos en el directorio del Fondo Monetario Internacional (FMI) entre
2015 y 2018, al final de la presidencia de Cristina Kirchner y durante los
primeros años del gobierno de Mauricio Macri. “El FMI no insistirá en un
programa duro”, anticipa Sobel en una entrevista con la nacion, al hablar sobre
las negociaciones actuales en busca de un nuevo acuerdo que permita refinanciar
la deuda por alrededor de 44.000 millones de dólares que tomó la administración
macrista.
Sobel
ve la discusión entre la Argentina y el Fondo maniatada por restricciones, y
sugiere que, en el contexto actual y ante lo que está en juego, es importante
buscar un acuerdo que cumpla algunos objetivos básicos –un escenario que
acarrea costos para la Argentina y para el Fondo– sin dejar que “la perfección
sea enemiga de lo bueno”. Un default con el Fondo, advierte, convertiría al
país en un “paria internacional”.
Sobel
moderó a fines de octubre el panel sobre la Argentina en el que Alejandro
Werner, exdirector del Hemisferio Occidental del Fondo, quien lideró el staff
que trabajó con el gobierno de Macri, dijo que el próximo acuerdo será apenas
una “curita temporal”, anticipó una corrida bancaria y descartó un giro en la
política económica que pudiera arreglar la economía. En noviembre, Sobel
escribió un artículo en el cual, en la misma línea, dijo que se espera que el
nuevo programa sea “débil”.
“La
Argentina enfrenta enormes debilidades económicas. Su tasa de inflación supera
el 50 por ciento. La brecha cambiaria es enorme. Abundan los controles de capital.
La Argentina se endeuda excesivamente en general, a menudo financiado por el
Banco Central.
Estos
son desarrollos extremadamente insalubres que solo dañarán y empobrecerán aún
más a los argentinos. Es de interés propio de la Argentina, por el bienestar de
su gente y del país, abordar estos problemas y crear una apariencia de
estabilidad macroeconómica”, diagnosticó.
Para
Sobel, las soluciones para los problemas de la economía son obvias: reducir el
endeudamiento –léase, bajar el déficit fiscal–, evitar el financiamiento por
parte del Banco Central y tener un tipo de cambio de mercado. Sobel dijo además
que el país “debe desarrollar medidas de contención social específicas para
proteger a los vulnerables a medida que adopta reformas”, y que el desmantelamiento
del cepo debe hacerse “con mucha cautela y lentamente”.
“La
Argentina debe apropiarse de su destino y abordar estas reformas. Puede y debe
hacerlo por su propio bien y con el apoyo del FMI. Dadas las circunstancias
actuales y la pandemia, el FMI no insistirá en un programa duro”, indicó.
Falta de consenso
Pero
Sobel ve un problema para tejer un plan que ayude a encarrilar la economía
argentina: la falta de consenso político en el país para respaldar un programa
económico, un tema sobre el cual el Fondo ha machacado desde que comenzó a
dialogar con el gobierno de Alberto Fernández.
“Parece
que la Argentina no puede encontrar un consenso político interno para abordar
sus problemas. A menudo culpa así al FMI, cuando la Argentina es su peor
enemigo. Si la Argentina es incapaz de reformarse y, sobre la base de tales
reformas, llegar a un programa con el FMI, aunque sea un programa débil,
empobrecerá aún más a los argentinos. También convertirá a la Argentina en un
paria internacional, ya que un miembro del G-20 y del FMI consideraría
irresponsable un comportamiento como atrasarse en los pagos del Fondo”,
advirtió.
–Dice
que el Fondo no insistirá en un programa duro, ¿pero eso no sentaría un
precedente dañino para el FMI y afectaría también la credibilidad del programa?
–Algunos programas son más duros que otros. Dado lo que la Argentina puede
ofrecer, la alta exposición al Fondo y lo que está en juego en general, es
importante llegar a un acuerdo sobre un programa razonable que asegure algunos
objetivos de estabilización sin dejar que la perfección sea enemiga de lo
bueno.ß
“La
Argentina se endeuda excesivamente en general, a menudo financiada por el Banco
Central”
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