Por Carlos
Arbia - La fuerte caída que muestran los activos financieros locales en lo que
va del año muestra que el mercado financiero local y de Wall Street está
casi convencido que la Argentina no cuenta hoy con los dólares suficientes
para poder hacer frente a los próximos vencimientos de deuda con el
FMI.
Por
lo tanto, consideran que si no se firma un nuevo acuerdo antes del
fin de este trimestre para refinanciar los 45.000 millones de dólares que tomó
en el 2018 el gobierno de Mauricio Macri, la Argentina corre serio peligro de
entrar en un default con el FMI.
Los
inversores locales e internacionales consideran también que el ministro de
Economía, Martín Guzmán, ya está muy desgastado por sus promesas
incumplidas tanto al gobierno nacional como a los inversores y empresarios
muchos de los cuales lo culpan de el rechazo del Proyecto de Presupuesto 2022 a
fines del año pasado en el Congreso de la Nación.
En
caso que la Argentina no cancele el pago con el FMI el próximo 22 de
marzo por unos u$s 2.800 millones cuenta con 30 días adicionales para cubrir el
vencimiento antes de que el país sea considerado en default técnico. Luego
quedan otros seis meses para declarar el default definitivo. Es lo mismo que
opera con la deuda en manos de acreedores privados y también con organismos
internacionales Club de París.
En
septiembre de 2003 luego que el entonces presidente Néstor
Kirchner incumpliera un pago por u$s 2.900 millones por su negativa a
utilizar reservas del Banco Central para cerrar un nuevo stand by con el FMI.
Kirchner y Roberto Lavagna, quien era su ministro de Economía, se negaban a
pagar hasta que no se lograra la extensión de un nuevo acuerdo.
Las
diferencias eran las casi las que ahora, un ajuste fiscal y suba de tarifas
porque el FMI pedía un aumento mayor del superávit fiscal al que
Lavagna no se quería comprometer y finalmente se logró una solución intermedia
para seguir con ese acuerdo. Pero un año después, en septiembre del 2004,
Kirchner decidió no pagarle más al FMI para luego en enero del 2006 decidió
cancelar la deuda con el organismo por unos 10.000 millones de dólares con
reservas líquidas del BCRA que superaban los u$s35.000 millones.
Hoy la deuda con
el FMI llega a unos 45.000 millones de dólares y las reservas netas
líquidas se calculan en unos 3.500 millones de dólares. La situación es
totalmente diferente desde el punto de vista del total del préstamo a refinanciar y del
total de reservas que el BCRA tiene hoy en sus arcas.
Por
otro lado, en ese entonces había un ministro de Economía muy fuerte en el
aspecto político y técnico para negociar como Roberto Lavagna, en
cambio ahora esta Martin Guzmán un ministro cuestionado por el oficialismo por
sus promesas incumplidas y criticado por los operadores de Wall Street y
del mercado financiero local por haber demorado tanto el acuerdo con el FMI y
por haber presentado en el Congreso un Proyecto de Presupuesto 2022
inconsistente con la situación económica actual en particular en sus
proyecciones de inflación, tipo de cambio y financiamiento externo que
finalmente fue votado en contra.
En
la actualidad no se ven muchas alternativas que están a mano del Gobierno, pero
existe una que no se debe desechar. Es una especie de alternativa intermedia
que analizan los principales analistas del mercado financiero local y de Wall
Street.
Sería
el caso que un país miembro del FMI, podrían ser Estados Unidos, China o algún
país europeo le otorgue una especie de préstamo puente a la Argentina
para cubrir ese vencimiento que sería cancelado al acreedor luego de la firma
de un nuevo acuerdo del país deudor con el FMI.
Lo que
viene
Un
reciente informe de la Oficina de Presupuesto del Congreso
(OPC) explica que "un país miembro puede otorgar un préstamo puente
por el monto del vencimiento en cuestión que sería cancelado al momento de la
firma del acuerdo con el desembolso del organismo".
El
problema es que en abril del 2022 cae un nuevo vencimiento con el Club de
París. Es el último vencimiento que los países que integran el Club acordaron
en el año pasado prorrogar hasta el 31 de marzo, con el fin de reestructurar
esa deuda en el marco de un entendimiento con el FMI.
Por
lo que se puede observar la hipótesis de no pagar le saldría muy cara al
gobierno argentino. Pero la Argentina sin un acuerdo con el FMI no podrá pagar
ese vencimiento. Excepto que el BCRA acumule una importante
cantidad de dólares hasta esa fecha para hacer frente a esos vencimientos. En ese caso es importante tal vez
lograr un mal acuerdo corto con el FMI que no acordar.
Para
hacer algún tipo de proyecciones con respecto a los dólares que podría acumular
el BCRA en el primer trimestre hay que destacar que desde septiembre
pasado el mercado cambiario oficial registra un fuerte exceso de demanda de
dólares aun con estricto cepo cambiario y muy buen nivel de exportaciones. Esto
se produjo por una doble causa. En primer lugar, se pulverizó el superávit
comercial cambiario ya que el financiamiento comercial fue negativo. En segundo
lugar, la demanda autorizada de dólares de personas y empresas del BCRA se
duplicó.
El
reciente informe Overview de la consultora MS destaca que septiembre y
diciembre, el superávit promedió unos u$s 500 millones por mes con un noviembre
deficitario. En tanto la demanda de dólares de empresas y particualres estuvo
por encima de los u$s 1.200 millones pero en noviembre llegó a los u$s 1.500
millones.
"Esta
sobredemanda no fue más grande porque en octubre el BCRA pisó temporalmente
pagos de importación y porque en noviembre y diciembre los bancos tuvieron que
vender dólares en el mercado obligados por otra norma del BCRA. Así y todo, en
estos fatídicos cuatro meses el BCRA vendió unos 2.600 millones de dólares más
otros 1.100 millones de dólares en el mercado CCL hasta que dejó de
intervenir en este último a mediados de noviembre para no seguir perdiendo
reservas" dice el informe.
Este
resultado del último cuatrimestre del 2021 muestra a un BCRA vendedor
neto de dólares lo que hace pensar que este primer trimestre será bastante
difícil para el BCRA. De todas maneras la devaluación del peso en el mercado
oficial de cambios llego al 1,8% en diciembre y estuvo por encima del 1 por
ciento de los meses anteriores.
El
otro punto a favor del BCRA es la suba de dos puntos hasta un máximo de 39%
anual en la tasa de interés. Por otro lado, la megaemisión
monetaria del BCRA de diciembre para financiar al Tesoro fue de alrededor
de $800 mil M. Hay que señalar que la emisión fiscal para todo 2021 fue mayor a
la prevista: casi 1,8 billones de pesos.
Si
consideramos el déficit fiscal primario del año pasado, todavía falta
el dato oficial de diciembre pasado, el promedio de las consultoras y bancos da
aproximadamente unos 1,5 billones de pesos.
Esto
implica de acuerdo a los cálculos de M&S que el el cien por ciento de
ese déficit se financió con emisión monetaria de la misma forma que en el 2020.
La emisión monetaria para financiar al Tesoro con los desequilibrios cambiarios
e inflacionarios seguirá siendo fundamental en los próximos años si no hay un
nuevo acuerdo con el FMI.
La
gran duda respecto a la caja en pesos del Tesoro, es que además de la
megaemisión del año pasado el Tesoro sobrecolocó unos $500.000 millones por
encima de los vencimientos de deuda de todo el 2021. Esta situación se comenzó
a repetir este año ya que ayer colocó deuda por mucho más de lo que vencía. El
Tesoro necesitaba unos 65.000 millones de pesos pero tomó los $144.000 millones
que le ofreció el mercado. Este mes todavía faltan vencimiento por más de
200.000 millones de pesos.
El
gran interrogante es saber a dónde fueron a parar los pesos que el año pasado
se obtuvieron por las sobrecolocaciones de deuda en pesos del Tesoro. Es muy
probable que una gran parte de esos pesos terminó siendo gasto público n
obras, transferencias a provincias, aportes a fondos especiales, etc., etc.).
"Si se confirmaran estos gastos "ocultos" financiados con la
sobre - colocación de deuda, las necesidades de financiamiento
macroeconómicamente relevantes del Tesoro 2021 habrá sido en los hechos todavía
más grandes, confirmando un mayor desbalance de la macro. El FMI no lo dejará
pasar a la hora de mirar los números", explica el informe de M&S.
Este
cierre cambiario con exceso de demanda de dólares y este cierre fiscal con
megaemisión de pesos, es una combinación peligrosa que vaticina un empalme
económico 2021 - 2022 como mínimo sinuoso. Por otra parte, es una situación
cambiaria - fiscal que no encaja ni cerca en un acuerdo con el FMI .
Las
diferencias para negociar un acuerdo son más de contenido macroeconómico que
ideológicas y políticas. La incertidumbre sobre esta negociación no se podrá
mantener por mucho tiempo más. Lo concreto es que los desequilibrios macro no
se podrán mantener por mucho tiempo y en ese aspecto hay que señalar que la
opción de no arreglar o no pagar será muy riesgosa para el gobierno argentino.
|