Por Mirta Fernández -
Por un combo de factores internos y externos en el inicio de 2022 acechan cuatro amenazas para la Argentina en el verano que pueden complicar la
marcha de la economía: una sequía que pone en peligro el ingreso de dólares
provenientes de la cosecha gruesa , el nivel crítico de reservas netas para
afrontar los pagos de deuda previstos en el primer trimestre del año, la falta
de avances en la negociación con el FMI, y la "excesiva" emisión
monetaria de diciembre que presiona sobre los dólares paralelos.
La
consultora FMyA identificó
esos cuatros focos de riesgos de corto plazo para el país, y sostuvo que la
exposición del ministro de Economía, Martín Guzmán con los gobernadores reveló
la discrepancia entre el Argentina y el FMI sobre el sendero de gradualismo fiscal (lo que impide
hasta ahora cerrar un acuerdo para refinanciar la deuda por u$s44.000 millones
con ese organismo) lo "afectó negativamente al mercado" y se reflejó
en la caída de los bonos soberanos, y en consecuencia, en la escalada del riesgo país que superó
ampliamente la barrera de los 1.800 puntos
"Capaz, como ya pasó
antes, el Gobierno acelere un acuerdo recién cuando empeore más el clima
internacional, la sequía sea un hecho o el dólar paralelo valga
$250. Acuerdo al borde de la cornisa; otro clásico argentino", especuló la
consultora dirigida por el economista Fernando Marull.
1. Sequía
La
magnitud de la sequía es una de las variables que monitorean los economistas y
funcionarios porque es crucial para el ingreso de divisas vía exportaciones de
soja y maíz -los principales complejos exportadores del país- en un escenario
de escasez de reservas.Y en este sentido, no hay buenas noticias.
El
último informe de la Bolsa de
Comercio de Rosario señaló que "el
estrés hídrico de verano hizo caer la proyección de cosecha de soja y maíz 9 y 8 millones
de toneladas, respectivamente".
"Incluso
con la recuperación de los precios, la pérdida de ingresos netos del sector
productor ya asciende a u$s 2.930 millones, lo que redundará en menos
fletes, menos servicios financieros y de intermediación, menos
consumo", indicó.
La
entidad cuantificó que "en total, el
impacto sobre la economía argentina se estima en u$ 4.800 millones, o un 1% de
su PBI potencial".
"En
el frente externo, las exportaciones de los principales productos de los
complejos soja y maíz caerán en 13 millones de toneladas. Si valorizamos
las exportaciones netas del sector a los precios actuales, se estima que
dejarán de ingresar al país US$ 2.665 millones, una caída del 10% respecto al
total estimado al cierre del año pasado. Además, el Estado dejará de recaudar
impuestos por u$s1.440 millones, de los cuales u$s1.040 millones corresponde a
menor ingreso tributario por derechos de exportación, y el resto a otros
impuestos", detalló.
Un
análisis de FMyA admitió que el panorama climático "no es muy
alentador" y advirtió que
"tiene que llover más en enero-febrero y
marzo o habrá problemas serios en el ámbito cambiario, así como sucedió en
2018".
En línea, Sebastián
Menescaldi, director de Eco Go, comentó a iProfesional que "si tomo el
impacto en las cantidades por la sequía,
el efecto sería de una caída de las exportaciones de u$s 4.000 millones entre
maíz y soja", lo que se suma a un escenario internacional menos favorable
este año para
las ventas externas porque en la medida que Estados Unidos retire estímulos monetarios
y suba las tasas de interés (como ya anunció la Reserva Federal) eso provocará
una apreciación del dólar que afecta a los países emergentes (que demandarán
menos) y por ende, una caída en los valores de las materias primas.
En
el gobierno están preocupados por los efectos de la sequía. El ministro de
Agricultura, Ganadería y
Pesca, Julián Domínguez se reunió esta semana con el jefe de
Gabinete Juan Manzur para solicitarle la ampliación del fondo de emergencia
para asistir a los productores y a los gobiernos provinciales que estén
atravesando problemas por la sequía".
"Estamos en un monitoreo
permanente, haciendo una evaluación y un diagnóstico de la situación y del
impacto del cambio climático sobre los distintos cultivos", dijo el
ministro quien reconoció que se "están observando con preocupación la evolución de la zona núcleo,
especialmente en lo que respecta al maíz de primera, la soja".
A su vez, el analista
financiero Christian Buteler alertó a través de su cuenta de twitter:
"La Bolsa
de Rosario estima que la sequía producirá una pérdida de u$s 5.000 millones en
la cosecha de maíz y soja, si a esto se le suma la suba de tasas de la Reserva
Federal que generalmente se traduce en fortalecimiento del dólar y caída de los
commodities, el golpe será duro".
2. Reservas del Banco Central
El
2021 cerró con un nivel crítico de reservas netas -entre u$s2.400 y u$s 4.000
millones según los cálculos privados- que es insuficiente para cubrir los
vencimientos de deuda del primer trimestre que suman más de u$s5.200 millones,
por lo que ese colchón se agotaría para marzo.
El
informe de FMyA remarcó que en enero "el agro siguió liquidando fuerte y
el BCRA logró comprar todos los días, aunque montos menores", y agregó que
la institución que conduce Miguel Pesce "está controlado a la
demanda".
Así,
proyectó que las reservas netas "están en torno a u$s2.400 millones y las
líquidas siguen negativas en uSs1.200 millones".
Por su parte, la
consultora Equilibra consideró que "el poder de fuego del BCRA
es magro pues las reservas netas no cubren siquiera un mes de importaciones de
bienes, la brecha cambiaria alcanza 100%, y el Tesoro Nacional enfrenta elevados
vencimientos de deuda en moneda dura".
A su vez, la
consultora EconViews también resaltó que el BCRA arrancó enero
"comprando" divisas, y "pagando" deuda. Según
calculó, las reservas netas rondan los u$s2.800 millones, tras el pago el 10 de enero de
u$s700 millones por los intereses de títulos públicos (correspondiente a
Bonares y Globales del último canje).
"Con
un ritmo de devaluación apenas superior al 2% mensual el BCRA consigue algo de
dólares en el mercado pero con muchas restricciones en los pagos", señaló
la consultora dirigida por Miguel Kiguel.
Pero
destacó que "los dólares no duran ya que la agenda de pagos con el sector
privado y el FMI es importante durante el verano".
"Los
desembolsos con el FMI del 28 de enero (capital) y del 1 de febrero (intereses)
alcanzan los u$s1.100 millones en conjunto. Si agregamos los poco más de uSs
400 millones de otros pagos que restan de
acá hasta esos días, podemos decir que al 2 de febrero las reservas
internacionales netas estarán cerca de los u$s1.200 millones", puntualizó.
Ante
este panorama, la consultora aseveró que "esta suma es insuficiente para
enfrentar los vencimientos con el FMI, con el Club de París y otros
vencimientos que se empiezan a acumular durante febrero y marzo".
"Lo
más preocupante es que, incluso si se llegase a un acuerdo con el FMI que
prorrogue los vencimientos de capital del
2022, el nivel que hoy tienen las reservas netas es, a todas luces, exiguo
para atravesar un año que será difícil por el impacto que pueda tener
sobre las cuentas externas la combinación de una sequía, con la suba del precio internacional de la
energía, y con el endurecimiento de la política monetaria de la FED".
Según
su visión, alcanzar la meta de acumular este año reservas por entre u$s 3.000 y
u$s 4.000 millones que reveló Guzmán que es un punto de consenso con el FMI es
factible "si se dan las siguientes 3 condiciones: un acuerdo con el FMI en
tiempo y forma (antes de entrar en default), que la sequía no sea muy profunda
y que la depreciación real al menos compense la apreciación del año pasado y
permita cierta reducción de la brecha"
"De
otra manera será muy difícil", vaticinó.
3. Acuerdo con el FMI
Para
FMyA, la reunión de Guzmán con los gobernadores "dejó gusto a poco"
en cuanto a números finos. Para colmo, el sendero de gradualismo pretendido por
el ministro que prevé llegar al equilibrio fiscal recién en 2027 y que es el principal
punto de discordia, causó mayores dudas acerca sobre si se logrará cerrar un
acuerdo con el organismo internacional para marzo.
"Para
2022 Guzmán propone igual déficit a 2021, cercano a 3.3%PBI, y FMI un ajuste gradual. Parece que la estrategia de negociación
es ‘estirar la cuerda’ como pasó en el canje de 2020, y al final acercar
posiciones", juzgó.
Para
la consultora, "el escenario de entrar en atrasos con FMI en marzo sigue
muy presente", aunque asume que habrá "acuerdo al final de la
historia".
Menescaldi
también cree que "se llega a un acuerdo contra las cuerdas que evite que
el país entre en atrasos porque a ninguna de las tres partes le conviene que
esto ocurra, ni al Gobierno, ni al FMI ni a la oposición".
Y
es que la posibilidad de incurrir en atrasos con el FMI, en caso de no
llegar a un convenio antes de ese mes, implica un panorama más complicado
para la deuda privada.
Al
respecto, un documento de Equilibra planteó que un eventual incumplimiento con
el FMI implicaría "el cierre del acceso al financiamiento a la mayoría de
los organismos financieros internacionales; pago de intereses punitorios al
Club de Paris; y el sector privado perdería cartas de crédito de exportación,
acceso preferencial a mercados internacionales e Inversión Extranjera
Directa"
"Producto
de una mayor brecha cambiaria, dificultad de privados para pre financiarlas y
pérdida de acceso y/o privilegios a mercados externos, las exportaciones se
resentirían potenciando las presiones cambiarias en un contexto de escaso poder
de fuego del BCRA. Estas derivan en un salto del dólar oficial tras la
liquidación de la cosecha gruesa (tercer trimestre 2022), que descomprime la
restricción externa de la peor forma: depreciación del tipo de cambio real y
fuerte recesión", conjeturó.
A su vez, Equilibra auguró
que en el "escenario de no acuerdo con el FMI" la actividad económica
caería este año "en promedio 2%, la inflación se aceleraría al
85%, no habría reducción del déficit primario, el financiamiento del bache fiscal se
cubriría principalmente con emisión" en tanto "el tipo de cambio
oficial se duplicaría (cerrando por encima de los $200) y "el riesgo país
como la brecha treparían".
4. Ritmo de emisión de pesos
La emisión monetaria en
diciembre alcanzó a un récord mensual histórico de $685.000 millones lo que equivale al 1,5% del
PBI, con lo cual la asistencia Tesoro sumó en 2021 un valor $2,12 billones, lo
que implica 4,8% del PBI.
"Emitieron
pesos como si no hubiera un mañana", y esto pondrá mucha presión al dólar paralelo", criticó FMyA al
argumentar que en enero-marzo cae la demanda de dinero.
A
su criterio, "este exceso de pesos y el riesgo de default con FMI, más que
compensa la suba gradual de 2% en las tasas de interés en plazo fijos" que dispuso el
Banco Central el jueves 6 de enero.
Para
la mayoría de los analistas, el alza de 2 puntos en la tasa de la Leliq a 28
días (que pasó de 38% a 40%%) y en los rendimientos de los plazos fijos -que se
elevó de 37% a 39%- fue "escueta" porque quedó por debajo del ritmo
de la inflación que en
diciembre fue de 3,8% y cerró en 2021 en 50,9%, mientras que las perspectivas
de las consultoras es que en enero y en los próximos meses acelere al 4%.
En EconViews evaluaron que "los
dos puntos en la tasa de política monetaria generaron gusto a poco" y "esperamos más subas que podrían
llegar hasta un máximo de 46% hacia marzo".
"Es
esperable que veamos más movimientos que empujen las tasas hacia un terreno más
positivo, el balance monetario-cambiario depende de ello", afirmaron.
Por
su parte, Buteler cuestionó
en su cuenta de twitter tras conocerse la cifra inflacionaria de diciembre: "han intentado controlar salarios, dólar,
tarifas pero la inflación no baja; lo único que nunca controlaron es la emisión
de pesos".
Cuando
el BCRA actualizó la tasa de interés, el analista financiero también ironizó
""suben 2 puntos la tasa de leliqs a 28 días, ahora falta que bajen
10 puntos la inflación interanual para que sea una tasa real positiva".
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