El Fondo Monetario Internacional (FMI) puede perder
legitimidad si "empuja a Argentina a una situación desestabilizante",
advirtió el ministro de Economía Martín Guzmán, en
una entrevista con la AFP en momentos en que negocia a contrareloj un nuevo
programa crediticio con el organismo.
Argentina
busca un acuerdo con el FMI que le permita extender los plazos de pago de unos
u$s44.000 millones que le adeuda a la entidad desde 2018, cuando firmó un
crédito por un monto de hasta u$s57.000 millones. Del total que recibió, los
vencimientos se concentran en 2022 y 2023, con pagos de u$s19.000 y u$s20.000
millones respectivamente, un calendario que Guzmán considera insostenible.
Pese
a que la Argentina tuvo un crecimiento del 10% del PBI en 2021 después de una
caída del 9,9% en el 2020, las cifras de pobreza se encuentran en el 40% y es
uno de los países con mayor inflación del mundo (50%).
"El
panorama puede ser muy virtuoso. Argentina tiene un superávit comercial muy
alto, que está en los niveles más altos que hemos logrado. Fue superior a los
u$s15.000 millones en 2021. ¿Cuál es el problema de balanza
de pagos que enfrenta Argentina en 2022? Es justamente la deuda con el FMI. Es
al revés de lo que naturalmente ocurre. Es la deuda con el FMI la que genera el
problema de balanza de pagos. Y por eso es importante poder
refinanciarla. Es importante para el país y también para el FMI", expresó
Guzmán en un día clave en el que Santiago Cafiero buscará los consensos
necesarios con EEUU para acelerar las negociaciones.
"Si el FMI empuja a Argentina a una situación desestabilizante, va
también a tener una legitimidad menor en el futuro, cuando otros países
requieran del multilateralismo para poder resolver junto a la comunidad
internacional sus problemas. Si queremos protegernos entre todos y proteger el
funcionamiento del multilateralismo, es importante acordar algo que sea creíble.
Y creíble quiere decir implementable", expresó contundente el ministro.
Al
mismo tiempo, sostuvo: "Tenemos un conjunto de objetivos económicos y
sociales, y por supuesto queremos cumplir con nuestros compromisos, pero
necesitamos tiempo. Necesitamos poder refinanciar estas deudas. Necesitamos que
por ese tiempo no nos cobren una condicionalidad tal que detenga la
recuperación y que inhiba la capacidad de desarrollo de Argentina en el mediano
y en el largo plazo".
En
cuanto al pedido de legisladores demócratas de revisar las sobretasas, agregó:
"Ha sido importante ese pedido a la secretaria del Tesoro de Estados
Unidos (Janet Yellen) para que apoye en el directorio del FMI una revisión a
esta política, que daña a los países en crisis que tienen lo que se llama
'acceso excepcional al Fondo Monetario Internacional'. Porque se les cobra más
cuando la situación está peor. Eso (...) no ayuda a cumplir con la misión del
Fondo de garantizar la estabilidad financiera global. Los países con estas sobretasas de interés pierden recursos con
los cuales llevar adelante las inversiones que se necesitan para mejorar la
capacidad de repago".
Sobre
las diferencias fiscales, afirmó: "Prácticamente hay acuerdo sobre hacia
dónde hay que converger, cuál es el resultado fiscal primario. La diferencia está en las velocidades y eso tiene que ver con que
se están mirando objetivos diferentes. En 2021, con una economía
creciendo al 10%, el déficit fiscal primario cayó 3,5 puntos del Producto
(Interno Bruto). El déficit fiscal de 2021 fue de entre 2,9 y 3% del PIB, esta
cifra se va a conocer el 20 de enero. Es una caída muy fuerte. Se está dando
una consolidación fiscal virtuosa"
"Lo
que el FMI ha planteado es que debe haber una consolidación fiscal más rápido.
Pero hay dos problemas: el primero es que la forma cómo ellos lo plantean
detendría la recuperación económica en el corto plazo. El segundo es que el
punto en el cual se enfocaría la más rápida consolidación fiscal sería en una
expansión menor de la inversión en infraestructura pública (...). Para nosotros
eso es crítico, porque esa inversión es la que más necesita Argentina, desde el
punto de vista productivo. Es ahí donde está la tensión", argumentó.
Por
último, el ministro planteó: "No existe un acuerdo perfecto.
Cuando hay una situación en que se negocia algo es porque hay una
inconsistencia, y lo que se define es cómo se distribuyen las cargas. Lo
que buscamos es dar un paso adelante en vez de dar el paso atrás. Diría que
estamos un poquito mejor que hace una semana, pero hay un camino importante por
recorrer. La frecuencia (de los contactos con el FMI) no solamente es diaria,
sino que es de varias veces al día".
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