Por
Dolores Olveira - El canciller Santiago Cafiero fue
a Washington a buscar apoyo de los Estados Unidos en la negociación con el
Fondo Monetario Internacional (FMI), y fue recibido por el secretario de Estado nortemaricando, Antony
J. Blinken. En lugar de un espaldarazo, lo que recibió fueron varios
baldes de agua fría, en lo económico y en lo político.
Después del
encuentro Cafiero aseguró que Blinken había brindado "su apoyo a las
negociaciones de Argentina con el FMI", cuando en realidad las palabras
del funcionario estadounidense parecieron alejar la posibilidad de un "acuerdo
light".
El portavoz Ned
Price publicó un comunicado de prensa afirmando que "el Secretario
discutió la negociación de Argentina con el Fondo Monetario Internacional y
alentó a Argentina a presentar un marco
de política económica sólido que devuelva el crecimiento al país".
Como si esto fuera poco, el
comunicado sostiene que Blinken "expresó su seria preocupación por la
reciente visita a Nicaragua del vicepresidente iraní Mohsen Rezai, objeto de
una Notificación Roja de Interpol por homicidio agravado y daños en relación
con el atentado a la AMIA de 1994, que mató a 85 personas en Buenos Aires".
La
nota de prensa asegura que los cancilleres de ambos países "discutieron la
cooperación en los esfuerzos para llevar ante la justicia a los sospechosos de
complicidad en el ataque".
"Blinken
se reunió hoy con el canciller argentino Santiago Cafiero para conversar sobre
nuestra importante relación bilateral. El Secretario felicitó a Argentina por
su elección como Presidente del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones
Unidas y agradeció la oportunidad de trabajar con Argentina para apoyar la
democracia y los derechos humanos en las Américas y más allá", agrega el
comunicado.
La falta de un plan económico
Héctor
Torres ex representante de la Argentina ante el FMI, advirtió que no cree en la
posibilidad de un atraso con el Fondo en
marzo. "Siempre hay teatralización de las ofertas y las demandas en una
negociación. Pero no creo que este Gobierno quiera llegar a un default ni que
el Fondo vaya a tratar de empujarnos a un abismo".
Sin embargo, Torres señaló en
declaraciones radiales que "hay un problema técnico: no existe un programa económico que se haya tratado de consensuar.
Y que precisa las metas, y cómo llegas a las metas. Para esto, no podés empezar
a las pedradas y, además, había que empezar mucho antes".
"Como
están buscando un acuerdo largo a 10
años, los
consensos son importantes para asegurarle
al FMI que se van a sostener. Sin acuerdos, te sentaste a negociar
desnudos", afirmó, y agregó que "el consenso permitiría llegar con
una posición negociadora fuerte".
"Se
llegó a esta situación como fruto de país polarizado donde los extremos buscan
estigmatizarse mutuamente los extremos. Se disputan pedacitos de un Estado cada
vez más vulnerable, y presentan que
la culpa la tiene el otro y yo no hice nada. Así es muy difícil", sostuvo.
Vamos a llegar en crisis
terminal, aseguró, y enfatizó que "sería lamentable que empecemos a
caernos al precipicio para empezar a ponernos de acuerdo. No deseo esto, porque
puede desatar
dinámicas sociales y económicas difíciles de manejar".
¿El FMI también pierde?
Al ser consultado sobre los
dichos de Guzmán acerca de que el FMI "pierde" si permite que Argentina vaya al default, Torres consideró que
"perdemos todos, pero unos ponen la piel y otros el prestigio.
"Es
verdad que el Fondo queda expuesto con la Argentina en momentos en que el Banco
Mundial prevé que 60% o 70% de los países de desarrollo intermedio a bajo
pueden caer en default si suben mucho las tasas de interés", explicó.
"Pero
nosotros llegamos a esta negociación que tendría que haberse hecho antes que la
de los privados, sin mucho con que amenazar", dijo Torres, y añadió que
"fue un error no tomar el último tramo del stand by y negociar
inmediatamente con el FMI, que en ese momento estaba en una situación
embarazosa".
Errores política exterior
Torres
explicó que "no tenemos con qué
amenazar porque no es verdad que tengamos problemas geopolíticos y
tampoco estamos contagiando la crisis. Antes se podía decir que si Argentina
tenía problemas serios, podía haber un contagio regional, pero ahora ni
siquiera Uruguay está sintiendo que estamos en 1900 puntos de riesgo país, sino
que toma dólares a 10 años a menos de 4%".
"Cualquier negociación,
no sólo ésta, siempre termina reflejando el poder relativo de los que están en
la mesa. Nosotros llegamos sin reservas, con fecha límite que se acerca, con
economía de gran vulnerabilidad. Sólo podemos amenazar con el suicidio",
enfatizó.
"Como
dice Guzmán, el Fondo puede sufrir un perjuicio, pero en caso de un atraso, los
que realmente vamos a sufrir somos
nosotros y, especialmente, los más vulnerables. Es una cosa muy seria un default con el FMI, y tiene bastantes más
consecuencias que con los privados", advirtió.
Sobre
la reunión de Cafiero con Blinken, Torres indicó que "las buenas
relaciones con EEUU pueden servir,
pero la política exterior argentina es difícil de interpretar, porque
el presidente
Alberto Fernández viaja
a ver al premier ruso Putin cuando
hay 100.000 efectivos en la frontera con Ucrania, una gran cantidad de
blindados, y el riesgo de guerra es enorme".
También
criticó que el presidente Fernández viaje "a la inauguración de los Juegos
Olímpicos de Inviernos, en China, cuando
están siendo boicoteados por violaciones a los derechos humanos por muchos
países de Occidente, entre ellos, los mismos Estados Unidos".
"Argentina tiene una
conducta adolescente. ¿Es una forma de decir "si se ponen muy duros, en
una de esas doy el salto"? Cuesta encontrar coherencia en la política
exterior argentina", concluyó
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