Por Mariano
Jaimovich - Los ruidos e intercambios discursivos en el centro del Gobierno preocupan
a los analistas, porque no favorecen a que se tranquilice el ascenso inflacionario que marcaría récords en abril y que
fagocita la incertidumbre de cara a futuro.
En
este sentido, la consultora LCG, fundada por Martín Lousteau, acaba
de publicar un informe en el que detalla
que la "economía empezó a mostrar un estancamiento". Ello
lo justifica en que, en parte, se agotan los signos en el nivel de recuperación. Y, por
otro lado, destaca que la inflación "atrasa ingresos y deprime la
demanda".
"Pero,
principalmente, la falta de inversión derivada del conflicto político dentro
del oficialismo y en la oposición es lo que está frenando, ya no sólo el
crecimiento de este año, sino de los últimos diez", alertan los
economistas de LCG.
Al
respecto, subrayan que los proyectos de inversión requieren una evaluación que
consiste en proyectar escenarios de ahora a 10 años en adelante. Algo que
en el actual escenario incierto, con variables que no se pueden predecir a una
década hacia adelante, como es el caso del valor que tendrá el tipo de cambio
real, impide toda planificación posible de negocio.
"El pase de factura
constante entre el ala kirchnerista del Gobierno y las palomas del oficialismo impiden
planificar a 3 o 6 meses. Ni el acuerdo con el FMI logró marcar un rumbo por la disputa política alrededor
de su aprobación", afirman los expertos de LCG.
Un
ejemplo es que el Ministro de Economía, Martín Guzmán, que es apuntado
como el mayor responsable, salió a responder en esta tónica "pidiendo
mesura" en las declaraciones.
Oposición, inflación y propuestas económicas
Claro,
estos analistas resaltan que la oposición también debe tomar nota de
esto.
"El
cambio rápido de expectativas del 2015 con el triunfo de Cambiemos será arduo
de replicar. Difícilmente un
candidato excite a la sociedad. Aquí es donde aparece la verdadera amenaza
de los anti sistema. El público necesita respuestas rápidas, y es mejor
encarnarlas en líderes a los que se les otorgan grandes prerrogativas", reflexionan
desde LCG.
Por
lo tanto, si el líder que asuma el Gobierno "se deja llevar por la demanda
social muy insatisfecha, el principal frente opositor podría pecar de querer
obtener resultados rápidos con medidas que fracasan, pero hoy tienen buena
prensa. Léase déficit cero y cero emisión de un momento a otro", acotan.
Lo
cierto es que las soluciones posibles deberían tomar un mediano o largo plazo
para instaurarse, hecho que choca contra la inmediatez que exige la
sociedad para la resolución de los problemas, los cuales muchos son de
fondo.
Por
ende, si un programa económico no muestra respuestas inmediatas para
la sociedad, puede profundizarse "el sentimiento antisistema derivado del
fracaso de tal programa".
"Una
alternativa sería una disputa política entre espacios que están de acuerdo en
ir corrigiendo problemas estructurales de
la economía argentina. El camino es largo y no exento de un magro
desempeño macroeconómico, pero se aseguran condiciones para subsanar problemas
futuros",
proponen desde LCG.
Y
completan: "Ese camino, entendemos, debería ser el de la política, el que
no se deja avasallar por demandas inmediatas con soluciones mágicas que no
existen".
Los pesos, con menos poder de compra
Mientras, falta
tanto tiempo todavía para el 2023, que la duda que aparece como síntoma de esta
falta de respuesta de la política es "si todo se puede ir al demonio
en el corto plazo", se preguntan los analistas.
"Así,
la discusión transcurre por el dato de inflación mensual, la revisión
trimestral del FMI y, hasta como en una novela propia del prime time de la
televisión, ´lo que le dijo Cristina a Alberto´ y viceversa", resumen
desde LCG.
Las
variables claves para ver si esta situación, en verdad, se complica o no, para
los economistas son la balanza comercial, la inflación esperada y la
demanda de dinero.
"La primera anda
con buenos resultados producto, en parte, de términos de intercambio récord
para el país. La segunda
empeora mes a mes, a medida que la expectativa de inflación se traduce en
realidad, y realimenta ese factor inercial al que se suma la inflación alta en
resto del mundo. Y la tercera es la que más preocupa por su inestabilidad",
sintetizan los analistas de LCG.
Actualmente,
se detalla que el porcentaje de circulante de dinero privado a PBI es del
4,4%, "un valor tan bajo observado debido a la escasez de oferta de pesos
derivado del stand by anterior firmado con el FMI", concluyen.
Sin embargo, sostienen que
esta vez "no es un tema de oferta, el público se está desprendiendo de los pesos debido a que pierden
poder de compra muy rápidamente, lo cual preocupa para una economía que no logra
estabilizar su inflación". |