El
viernes por la mañana el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio
Massa, había planteado la necesidad de que el Gobierno aumente el piso a partir
del cual los trabajadores en relación de dependencia tributan Ganancias a $
265.000 desde el mes próximo, en lugar de enero del 2023. Horas más tarde,
Guzmán dijo que ese aumento era “una obviedad”, pues así lo dispone una ley
sancionada el año pasado. “Es lo que razonablemente establece a ley para que el
beneficio a las trabajadores y los trabajadores no se pierda con la inflación,
y es lo que el Gobierno ejecutará”, dijo Guzmán, pero se abstuvo de precisar a cuándo se adelantaría el aumento del
umbral.
Proyección
de inflación
Luego,
fuentes de Economía dijeron a Infobae que el adelantó “”se hará cuando se
actualice la proyección de inflación”, aunque en verdad el mínino no imponible
debe actualizarse en función de la evolución de la Remuneración Imponible
Promedio de los Trabajadores Estables (Ripte), que computa la Anses.
Massa
pidió adelantar seis meses esa decisión, que está en manos del Ejecutivo por
facultad delegada del Congreso Nacional, para que los aumentos salariales de los
últimos tiempos no sean absorbidos por el fisco, por lo que adelantar el
aumento tendría un costo fiscal que Economía aún no precisó.
Esta
mañana, en el programa “¿Cómo la ves?”, por radio Futurock, cuando lo
consultaron sobre el aumento del mínimo Arias, un funcionario muy cercano a
Guzmán, recordó que el aumento del mínimo ya se adelantó el año pasado y en vez
de hacerse en enero de 2022 se hizo entre septiembre y octubre. “Acá se haría
lo mismo: la vez pasada lo adelantamos 3 meses, acá lo estaríamos adelantando 6
ó 7 meses”, señaló. Arias explicó que “como el ajuste se hace para atrás,
cuando hay un crecimiento salarial mayor al esperado, puede que aumente la
cantidad de trabajadores que pagan Ganancias, pero nosotros no queremos que
aumente la cantidad de trabajadores que paga Ganancias”.
La
situación actual, explicó, se debe a que las paritarias salariales que antes se
hacían una vez al año ahora se hacen cada 6 ó 3 meses. “Aumentó la
frecuencia de los aumentos”, señaló, un obvio efecto –y a la vez polea de transmisión- de la inflación.
Desde
2018 la determinación de quiénes pagan el impuesto a las Ganancias y con qué
alícuotas se actualiza al inicio de cada año, en función de la evolución anual,
a octubre, del Ripte, pero una ley aprobada a fines de 2021 facultó al
Ejecutivo a aumentar ese piso cuando quisiese.
Arias
criticó que el kirchnerismo cuestione "a cielo abierto" el rumbo
económico y le pidió hacer planteos más realistas. En la foto, Cristina y Máximo
Kirchner, con Axel Kicillof y, más atrás, Sergio Massa
El
Ripte precisa el salario promedio de los trabajadores declarados por sus
empleadores al sistema previsional por al menos 13 meses consecutivos (de ahí
lo de “estables”). En el primer trimestre 2022 aumentó 18,1 por ciento, dos
puntos por sobre la inflación en el mismo período. Pero sucede que al actual
ritmo de inflación, un año de espera implica que, a través de los sucesivos
aumentos paritarios, más asalariados son alcanzados y/o deben pagar alícuotas
más altas. Actualmente, el descuento se aplica sobre salarios brutos superiores
a $ 226.000. Massa pidió que ese mínimo se lleve a $ 265.000, lo que
significaría un aumento de poco más del 17 por ciento.
Fuentes
parlamentarias señalaron a Infobae que en solo dos meses, debido a ajustes
salariales superiores a lo previsto en el presupuesto enviado por Guzmán al
Congreso, la cantidad de empleados que sufren retenciones de Ganancias aumentó
15 por ciento. Son datos, dijeron, que surgen de áreas técnicas del propio
Ministerio de Economía y de la AFIP y muestran desde marzo una aceleración del
crecimiento de los trabajadores que pagan el impuesto: de 740.000 asalariados
alcanzados en febrero a 790.000 en marzo y a 850.000 en abril. Un ritmo,
estimaron que de mantenerse haría que a fin de año el impuesto alcance a 1,3
millones de trabajadores y jubilados, estimó un técnico que accedió al informe.
Desde
el Congreso también observaron que “Guzmán cometió dos errores de técnica
legislativa impositiva”. De un lado, ignoró que para los ajustes de las
deducciones y escalas del Ganancias para los trabajadores y jubilados la ley no
utiliza el IPC, sino el Ripte, por lo que -sugirieron- “seguramente se
confundió con el ajuste para las alícuotas del impuesto que pagan las
sociedades que prevé el artículo 73 de la ley, que si utiliza el IPC como
variable”. El otro “error técnico” de Guzmán, deslizaron, es que el ajuste
automático previsto por ley ya se efectuó en enero y es automático. “Lo que la
ley razonablemente establece para el año 2022 es la delegación de una facultad
extraordinaria para que Economía impulse una suba adicional a la del Ripte y
así mantener equilibrado el numero de trabajadores que pagan el impuesto
producto de que las variables del presupuesto 2022 quedaron desactualizadas”,
dijeron. En definitiva, concluyeron, la medida propuesta por Massa “es positiva
porque busca respetar el espíritu del proyecto de 2021: que la cantidad de
trabajadores que pagan Ganancias se mantenga en un numero razonable y no supere
el millón”.
Ah,
pero Macri
Las
respuestas del funcionario remitieron repetidamente a la herencia recibida del
gobierno anterior. Además, criticó que los debates sobre el rumbo económico al
interior de la coalición oficialista se hagan “a cielo abierto” y planteando
cuestiones “fuera del universo de lo posible”.
Optimista,
Arias dijo que para 2023 el gobierno llegará con tres años consecutivos de
crecimiento del PBI algo que -dijo- no ocurría desde el trienio 2006-2008, con
menor pobreza, más alto salario real y mejor distribución del ingreso de la que
recibió a fines de 2019. “Hoy el tema es la pobreza y la inflación, pero
incluso en términos de pobreza, el 37% del cuarto trimestre de 2021 no está muy
lejos del 35,5% que dejó Macri”, subrayó. “Es necesario que se reduzca la
inflación, sobre todo la de alimentos -reconoció-, pero es factible que ya este
año la pobreza sea menos a la de diciembre de 2019 y esperemos que el año siga
bajando”.
Según
el funcionario, “la falta de crecimiento es el problema más serio que tiene la
economía argentina”. Con una economía estancada, subrayó, “no podés mejorar los
indicadores sociales; la situación es difícil por de dónde venimos y los que
nos tocó atravesar, pero si continuamos con el programa económico y mantenemos
cohesión y rumbo, llegaremos a resultados muy satisfactorios en diciembre
2023″.
Además,
defendió enfáticamente el acuerdo con el FMI y la política de Guzmán. En 2022,
afirmó, se crearon cerca de 1,2 millones de empleos y actualmente se están
creando 35.000 empleos formales por mes. “Si continúa ese proceso es mucho más
fácil recuperar los salarios”, aseguró.
Bienestar
que no se nota
Arias
atribuyó el "bienestar que no se nota" a "una percepción muy
negativa., más que cuando la situación era peor que ahora" EFE/ Juan
Ignacio Roncoroni/Archivo
Más
aún, Arias dijo que “hay un bienestar que no se nota” y lo atribuyó a que “hay
una percepción muy negativa de la situación económica, más que cuando la
situación era peor que ahora. Es un tema de comunicación o político, y cuando
hay inflación alta esa sensación se profundiza”. Pero, insistió, “estamos sobre
bases bastante firmes sobre donde va el programa y los resultados que se van a
obtener”.
En
línea con declaraciones públicas de Guzmán, el funcionario enfatizó: “es
importante que haya la mayor cohesión posible respecto al rumbo. Los precios y
otras decisiones de los agentes económicos tienen que ver con las expectativas
que tienen y con la información y con lo que se comunica: si una parte dice que
no está de acuerdo, se generan cierta confusión y ciertas dudas. La visión que
tenemos es que sería mejor si esa discusión no se diese a cielo abierto”.
Al
fin y al cabo, señaló, “el presidente definió el rumbo, tenemos el programa
económico. La discusión abierta a través de los medios es bastante inédita”,
dijo, en referencia a las críticas del kirchnerismo, al que planteó la
necesidad de plantear la discusión “en términos más realistas”.
Por
último, dijo que el proyecto de Impuesto a la Renta Inesperada que impulsa
Guzmán “sigue en pie”, aunque aclaró que cuándo se vaya a presentar es una
decisión del presidente y del ministro de Economía. “No pensamos en sectores,
sino en criterios a partir del cual están alcanzados por el impuesto”, señaló,
y defendió la iniciativa. “Es una discusión que está en el mundo”, dijo a
incluso citó un tuit de Joseph Biden, el presidente de EEUU sobre las ganancias
de las empresas que en un marco como el actual, concluyó, pueden tener un
impacto negativo sobre la distribución del ingreso.
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