Por Sofía Diamante - El Gobierno está decidido a avanzar con el
desarrollo de la producción de petróleo en el mar (offshore), una iniciativa
que comenzó en la administración anterior y que continúa con los permisos de
exploración y perforación por parte del Ministerio de Medio Ambiente, que
conduce el camporista Juan Cabandié. De hecho, se trata de unas pocas políticas
donde hay consenso en todo el oficialismo, desde el gobernador de Buenos Aires,
Axel Kicillof, hasta el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.
El secretario de Energía, Darío Martínez, viajó a Mar del Plata anteayer
y firmó un convenio con la Confederación General del Trabajo (CGT) para dar
inicio a los cursos de capacitación a futuros trabajadores del petróleo, junto
al Instituto Argentino del Petróleo y del Gas (IAPG) y a la Universidad Popular
de los Trabajadores y Trabajadoras (UPT).
“Darío Martínez recibió un amplio apoyo de los diferentes sectores
sindicales, productivos, profesionales y académicos para avanzar con la
exploración offshore en la costa bonaerense, quienes destacaron los beneficios
que esta actividad traerá para la ciudad y la provincia, tanto en crecimiento
de empleo como en desarrollo económico”, dice el comunicado que envió la
secretaría.
La actividad offshore no es nueva en el país, sino que hay plataformas
de exploración y producción en la cuenca marítima austral (Tierra del Fuego y
sur de Santa Cruz) desde la década de 1970. Sin embargo, en el verano pasado
hubo varias manifestaciones públicas en contra de la industria offshore, luego
de que el Ministerio de Medio Ambiente aprobó la realización de la actividad sísmica
para profundizar la exploración. El rechazo de una parte de la sociedad a la
producción hidrocarburífera a 300 kilómetros de la costa de Mar del Plata
generó que el intendente de esa ciudad, Guillermo Montenegro, de Pro, pidiera
una medida cautelar para frenar la actividad, pese a que las licitaciones
habían sido adjudicadas por su mismo partido.
“Estamos convencidos de que no hay ninguna contradicción entre
producción y protección del medio ambiente. Creemos que, con información veraz,
este clima tan hostil se ha ido revirtiendo y hoy mucha gente se interiorizó de
los beneficios del proyecto”, respondió anteayer Martínez ante esta consulta.
Este año se espera que esté terminado el primer pozo de perforación en
la cuenca Argentina Norte, que no tendrá como fin la producción, sino que es un
paso más para determinar si hay petróleo o gas en el suelo marítimo y si es
económicamente viable desarrollarlo. Para ello, también es necesaria la
autorización del Ministerio de Medio Ambiente, que convocó a una consulta
pública para “recoger las inquietudes y observaciones de la ciudadanía” del
estudio ambiental del proyecto de perforación, publicado en la página oficial.
“Un pozo exploratorio es una perforación del subsuelo marino para
evaluar la presencia de hidrocarburos en un área poco estudiada. Los pozos de
exploración brindan información sobre las rocas, que permite entender la
geología de una región y su evolución a lo largo del tiempo, aportando datos
para el conocimiento del lecho marino que son de utilidad para el Estado, la
industria y la academia. El proyecto de Pozo Argerich-1 [operado por la
petrolera noruega Equinor] consiste en la realización de una perforación en el
lecho marino desde un buque de grandes dimensiones que incluye una torre de
perforación, un helipuerto y alojamiento para tripulación. El buque de
perforación será abastecido por barcos de apoyo, que transportarán suministros
y combustible”, explica la página del ministerio.
Martínez visitó dos astilleros del puerto marplatense y conversó con los
referentes locales sobre el futuro impacto de la exploración offshore en el
desarrollo de la industria naval.
Entre las petroleras que fueron adjudicatarias de áreas de exploración
están YPF, Tecpetrol, Pluspetrol, Equinor, Total Austral, BP Exploration,
Shell, Qatar Petroleum, ExxonMobil, Wintershall, Tullow Oil, Mitsui y Eni.ß |