Sábado 21 - Por Francisco
Jueguen - Martín Guzmán fue empoderado por Alberto Fernández. Por lo menos, en
lo que respecta a la “guerra contra la inflación” lanzada por el Presidente. El
ministro de Economía absorberá la Secretaría de Comercio Interior, un área
sensible que hasta hoy dependía de Cristina Kirchner. Los cambios
administrativos son también luchas en el seno del poder del Gobierno. Pero el
respaldo es acotado: Roberto Feletti seguirá en su cargo.
Con esta reorganización de las estructuras ministeriales, el titular del
Palacio de Hacienda compartirá con el Banco Central (BCRA) todos los resortes
vinculados a la altísima suba de precios que sufren los argentinos. Además,
Guzmán sumará aún más roce con el sector privado, uno de sus grandes apoyos
políticos en los últimos tiempos. Es que semana tras semana, Feletti veía
desfilar a empresarios –y sus lamentos– por sus oficinas de Comercio Interior.
Fuentes oficiales confirmaron que, pese al traspaso, Feletti (que hasta
ahora dependía del Ministerio de Desarrollo Productivo de Matías Kulfas)
seguirá en su cargo, una señal para evitar una ruptura aún más grande a la
existente en el Frente de Todos. Esto deja otra certeza: pese a las embrolladas
palabras del Presidente ayer en declaraciones radiales matutinas, hay una decisión
política de no subir las retenciones, algo que auspiciaba Feletti y que rechaza
Guzmán. El Presidente y Guzmán charlaron telefónicamente ayer tras la
entrevista para sostener esa posición.
Feletti no se mudará de sede. Seguirá trabajando en el edificio de la
avenida Roca. Sin embargo, ahora quedará –como pedía Guzmán– “alineado” a las
decisiones que tome Economía, principal motor del acuerdo con el Fondo
Monetario Internacional (FMI). Algunas áreas hoy en Comercio quedarán en
Desarrollo Productivo, como lo vinculado a reglamentos técnicos.
Kulfas recibirá del Ministerio de Economía, a cambio, el Fondo Nacional
de Capital Social (Foncap).
Además, dentro de ese Ministerio, la Subsecretaría de Economía del
Conocimiento, que dirige María Apólito, subirá de rango y pasará a ser una
secretaría; la Dirección Nacional de Compre Argentino también pasará a ser
subsecretaría; y se creará una nueva coordinación para Empresas Públicas
Industriales. Además, renacerá el Consejo Nacional para el Desarrollo (Conade,
“del siglo XXI”). Esta última estructura quedará bajo la tutela del sociólogo
Daniel Schteingart.
El decreto de necesidad y urgencia (DNU) con los cambios en las
estructuras se publicará la semana próxima, contaron. “Va a haber adaptaciones
a la política de precios. Los vamos a estar trabajando”, adelantaron fuentes
oficiales.
Pero el cambio es estrictamente político. Guzmán manejará ahora toda la
botonera relacionada con la inflación (con el BCRA); “alinea” a un díscolo de
Cristina Kirchner, como Feletti, que lo había cuestionado públicamente, y suma
un mayor vínculo con los actores económicos. Hasta la vicepresidenta se había
animado a sugerir en 2019 un nombre que no fue para esa secretaría. Lo contó en
su discurso en Chaco y mencionó al “economista” (es contador) Hernán Letcher.
El ministro de Economía viene repitiendo que para frenar la inercia
inflacionaria necesita anclar expectativas dando credibilidad. Esa
credibilidad, ahonda, se logra cumpliendo el plan macroeconómico fijado con el
FMI y ofreciendo señales de que se va a seguir cumpliendo en el futuro (de que
Guzmán seguirá siendo ministro). Feletti, a contramano, había dicho
públicamente que ese programa con el organismo internacional “estaba muerto”.
“Necesitamos un ordenamiento de las expectativas económicas”, precisaron
fuentes oficiales vinculadas al presidente Alberto Fernández, que además creen
que la política de precios –la impulsada por Feletti, y antes por Paula
Español– solo funciona en el marco de un orden macroeconómico. Básicamente,
este cambio reconoce esa priorización.
En cuanto al “cambio de gestión”, las fuentes indicaron que se trabajará
en la próxima renovación trimestral del programa Precios Cuidados, el 7 de
julio. Allí, el problema que encuentran en el Ministerio de Economía –algo que
Comercio Interior ya venía peloteando con las empresas de consumo masivo y con
los supermercados– es la brecha de precios que se acrecentó entre los productos
dentro del programa oficial y aquellos que están afuera. Esto genera un mayor
nivel de desabastecimiento como consecuencia de la mayor demanda. Bajo la
tutela de Guzmán, algo que comenzó Feletti, habrá recomposición de algunos
márgenes, o sea, mayores subas de precios a los productos dentro del paraguas
oficial.
Feletti se reunió esta semana con Guzmán. “Fue una reunión de trabajo”,
dijeron entonces, cuando se cocinaban estos cambios. Era el primer encuentro
cara a cara luego de que el secretario de Comercio Interior afirmara en
declaraciones radiales que al plan del ministro de Economía le falta consistencia,
que no era clara la línea que se bajaba de Hacienda y que el acuerdo con el FMI
estaba muerto. Además, antes del 6,7% de inflación de marzo, volvió a pedir
retenciones y trabas alas importaciones de algunos productos, sobre todo de
insumos difundidos.
En abril, los precios subieron un 6% y la inflación interanual llegó al
58%, la mayor variación en los últimos 30 años (desde enero de 1992). Los
alimentos se mantuvieron elevados (5,9%), pese a que el rubro que más subió fue
la ropa (9,9%).
Ahora Feletti dependerá directamente de Guzmán, como Federico Basualdo,
otro rebelde. “Este es el momento para bajar la inercia inflacionaria ”,
dijeron las fuentes oficiales. “Para trabajar las expectativas”. Es que para
guzmán los dos canales que profundizaron los problemas en los precios son los
impactosp orla guerra de Europa de Este y la interna entre el Presidente y
Cristina Kirchner. Con esta decisión, el ministro suma más poder para que su
plan gane credibilidad frente a los actores económicos. En el instituto patria
mirarán otro dato. Martín Guzmán ya no solo es el capitándel acuerdo con el
fondo. ahora tiene otra máxima responsabilidad: es el único hombre del Gobierno
a cargo de la inflación.ß |