Por Claudio
Zlotnik - Sergio Massa tomó como una verdadera "política de Estado"
evitar una devaluación. El ministro está convencido de que ése es su límite;
que una devaluación en estas condiciones -con
escasas reservas en el Banco Central- y un Gobierno que hace rato cayó en el descrédito
significaría un desbande total de las expectativas. Y un final inimaginable.
A esta altura, no obstante, son cada vez más quienes piensan que, bajo
las actuales condiciones, la posibilidad de una devaluación ya no depende
tanto de la voluntad del titular del Palacio de Hacienda. Esa ola de pesimismo
se expande como una mancha de aceite en el mar y abarca distintos círculos:
desde economistas profesionales a empresarios.
Las trabas a las importaciones son más notorias, a juzgar por las quejas
de empresarios de distintos sectores, desde industriales al rubro comercial.
Pequeñas y grandes compañías protestan porque les cuesta acceder a los dólares
oficiales.
Por eso mismo llamó la atención las voluminosas ventas de divisas que, a
diario, realiza el Banco Central. Desde que empezó noviembre -nueve jornadas
háciles-, el BCRA lleva vendido un neto de u$s760 millones. "Un ritmo
insostenible", dice el economista Claudio Loser.
Precios al dólar... financiero
La escasez de divisas en el BCRA preocupa al Gobierno -lo expone Massa
en cada discurso público- y también al sector empresario. La falta de
definiciones sobre el futuro inmediato, en el actual contexto, hace que los
ejecutivos tomen distintas decisiones.
Cuando se trata de una importación más o menos pequeña y referida a
algún insumo clave para su proceso productivo, la
compañía suele utilizar dólares propios. Lo comenta a iProfesional el
dueño de una pyme dedicada a la fabricación de tornillos, que debía ingresar
una pequeña máquina que le costaba u$s40.000.
Hay cientos de empresas que refinanciaron el pago de sus compras en el
exterior hasta 180 días durante
los últimos meses, que ahora deben empezar a ponerse al día. Las
estimaciones dan cuenta de que esos pasivos rondan entre u$s9.000 y u$s10.000
millones.
Sin la seguridad de que contarán con divisas para los próximos meses,
compañías de distintos sectores fueron remarcando los precios de sus
productos "por las dudas". "¿Cuál será el dólar de reposición de
la mercadería que está en la calle?", pregunta retóricamente un empresario
con asiento en la Unión Industrial. Este fenómeno se está extendiendo, advierten
en distintas cámaras empresarias.
Dentro del sector industrial, además del fabricante de tornillos, se
escuchan quejas de parte de empresarios del vidrio y del rubro autopartista.
Justamente, el sector automotor es uno de los que más rápidamente viene
acomodando sus precios al valor de los dólares financieros.
Los alimentos,
en el sentido contrario, es el sector que mantiene sus precios con la
referencia del dólar oficial. Por eso Massa y también Miguel Pesce se
niegan a aplicar un ajuste abrupto del tipo de cambio.
Inflación caliente para rato
Para lograr un acuerdo
de estabilidad de precios en una pequeña canasta de alimentos -no más
de 2.000 productos-, y el compromiso de un tope del 4% como ajuste mensual para
el resto, Massa les garantizó a los empresarios el acceso fluido a los
dólares oficiales.
El hecho de que las compañías dieran una muestra de apoyo explícito a
esa medida permite observar
la gravedad de la situación. Para los ejecutivos, hoy en día es más
relevante tener esos dólares a $160 que mantener los márgenes de rentabilidad.
Eso sí, las próximas semanas serán clave para saber si el Gobierno puede
cumplir con la promesa. Si no aparecen esos dólares para importar, el
acuerdo tendrá filtraciones por todos lados. A partir de esta semana,
Matías Tombolini -secretario de Comercio- mantendrá encuentros individuales con
las compañías que adhirieron al acuerdo de
"Precios Justos".
Para el resto, la ecuación es bien distinta. Los problemas para tener
dólares "baratos" se acrecentaron. Una dinámica que seguramente le
pondrá un piso elevado a la inflación. Si octubre cerró, otra vez, por
encima del 6%, como prevén las consultoras privadas, ese mismo escalón se
debería repetir este mes y en diciembre, lo que llevaría a la inflación
anual a por lo menos el 100%.
Una explicación a las ventas de dólares del
Banco Central
¿Por qué el Banco Central vende dólares sin parar si todos se
quejan, en simultáneo, de las trabas a las importaciones? ¿No hay un
contrasentido?
La explicación que algunos sospechan es que las exportaciones también
están cayendo en picada.
Que sin los sojeros como oferentes de divisas, el resto de los
exportadores tampoco aparecen. Un poco por la especulación de una mejora
en el tipo de cambio (ya sea producto de una devaluación o por una disposición del
Gobierno), y otro poco por el beneficio que podría deparar esperar a la
evolución de los acontecimientos.
Si es verdad que la oferta de divisas también está cayendo, entonces el
problema sería más grave de lo que se cree. Hay una variable a monitorear
durante las próximas semanas: cómo siguen las ventas de dólares por parte del
BCRA.
Esas ventas, que podían esperarse para esta época del año, deberían
caer a un rango de u$s30 millones a u$s40 millones diario, como máximo.
Para tender el puente hasta la próxima cosecha gruesa. Se vienen semanas
de definiciones.
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