Por Javier Blanco - A un mes y medio del final del dólar soja, esquema
con el que pudo recomprar US$5034 millones, el Banco Central (BCRA) enfrenta la
peor sangría de reservas desde mediados de agosto de 2020, es decir, en 26
meses. Batió el inquietante récord al cerrar la 12ª rueda con saldo negativo
(US$100 millones) por sus intervenciones sobre el mercado, con lo que suma
US$885 millones. Así, ya se le esfumó alrededor del 30% de lo recomprado a
$200.
El Banco Central (BCRA) cerró ayer la jornada cambiaria cediendo otros
US$100 millones de sus reservas en intervenciones sobre el mercado para
mantener bajo control el precio del dólar oficial, al que dejó trepar en $1,08
con respecto al viernes (cerró el día a $161,78 para la venta). Así, ya sube
3,16% en el mes.
Enhebró de este modo la 12ª rueda consecutiva con cierre en rojo, lapso
en que acumula una pérdida de US$885 millones, lo que supone su peor racha en
algo más de 26 meses.
Hay que remontarse al período del 19 de agosto al 11 de septiembre de
2020 (18 ruedas en las que se dilapidaron por esta vía US$1437 millones) para
dar con un saldo negativo mayor.Era,convienetenerloencuenta, cuando la economía
comenzaba a desentumecerse de la parálisis a la que fue sometida por las
restricciones de actividad por la pandemia.
O hay que ir 25 meses atrás para dar con un drenaje similar (del 22 de
septiembre al 6 de octubre del mismo año), seguidilla en la que se perdieron
US$859 millones, es decir, 3% menos que ahora.
La entidad que conduce Miguel Pesce, que venía de sacrificar unos US$525
millones la semana pasada, debió aportar ayer a plaza el 30% de los US$323,9
millones operados en la jornada en el segmento mayorista.
“Es insostenible que venda US$100 millones por día”, afirmó el
economista y consultor Fernando Marull. De esta manera, el Central ya dilapidó
en este tipo de intervenciones unos US$1415 millones desde el martes 5 de
octubre, fecha en la que se terminó de extinguir el dólar soja.
Hay que recordar que, por esta vía, había logrado recomprar US$5034
millones a $200, billetes que ahora vendió a un promedio de $158 en las últimas
dos semanas, en decir, asumiendo una pérdida “extra” (que se suma a la ya
asumida durante la vigencia de la oferta para alentar las exportaciones
sojeras) del orden del 25% en cada venta.
Es decir, en menos de un mes y medio se esfumó más del 28% de los
dólares que el ministro de Economía, Sergio Massa, había prometido cuidar al
recordar –precisamente– el esfuerzo hecho para recuperarlos.
Preocupación
“La racha negativa fue tomando mayor intensidad en las últimas ruedas.
Como muestra de la mayor velocidad del drenaje de reservas, el promedio diario
de ventas de los últimos 10 días prácticamente se ha duplicado respecto del de
hace 20 días, pasando de US$48 millones a US$90 millones. La comparación con
noviembre del año pasado, en el que había un cepo de menor intensidad, también
resulta desfavorable, con ventas que más que duplican las de aquel entonces:
US$773 millones versus US$360 millones en nueve ruedas”, subrayaron en
Portfolio Personal Inversiones (PPI) con datos hasta el fin de la semana
anterior.
Desde el BCRA justifican el drenaje en la persistencia que muestra la
demanda por operaciones de importadores que habían sido aprobadas cuando aún
regía el SIMI (hoy reemplazado por el SIRA), el anterior esquema de
administración de comercio. Pero comienza a haber preocupación en la entidad
porque no desconocen que la dinámica actual del mercado no hace más que
acelerar la demanda y aletargar aún más cualquier posible oferta de divisas.
La misma inquietud ya embarga al resto del mercado dada la aceleración
que muestra el deterioro en la posición de reservas netas (propias) del BCRA,
que había logrado recomponerse hasta superar los US$6000 millones con el dólar
soja y está quedando reducida, ahora, a la mitad.
“Así parece no haber escapatoria al lanzamiento de un nuevo dólar soja,
más por necesidad que por convencimiento, si no quieren quedar a la merced de
un salto discreto del tipo de cambio hacia fin del verano”, dicen en PPI.
“Otra alternativa es endurecer más el cepo, pero afectaría más la
actividad y aceleraría la inflación”, dice Marull, cuando además arrecian las
quejas de sectores productivos por los problemas para asegurar el debido
aprovisionamiento de insumos. |