El secretario de Industria, José
Ignacio De Mendiguren, admitió hoy que el nuevo sistema para habilitar
importaciones aún "no está funcionando" bien, defendió
los múltiples tipos de cambio porque el país está "en una
emergencia", y afirmó que el congelamiento de precios es "un puente
hasta que las otras medidas surtan efecto".
"Está costando que entre en funcionamiento (el
SIRA) porque estamos cambiando todo", afirmó el funcionario en
declaraciones a Radio Rivadavia.
A poco de asumir como ministro de Economía, Sergio Massa,
implementó el Sistema de Importaciones de la República
Argentina (SIRA) en reemplazó del Sistema Integral de Monitoreo de
Importaciones (SIMI).
De Mendiguren reconoció que el nuevo mecanismos "no está
funcionando bien", luego que se repitieran las quejas de los industriales
por la demora en las autorizaciones para la adquisición de productos en el
exterior.
El
principal reclamo son los plazos de pago que se habilitan, que llegan hasta 180
días y no son aceptados por los proveedores.
En otro orden, el funcionario defendió los múltiples tipos de cambio que
conviven en la economía argentina porque el país está "en una
emergencia".
"Nadie
quiere tener 20 tipos de cambios. Cuando estamos en una emergencia o una crisis
es cuando se utilizan estas herramientas", argumentó.
"Lo tenés que hacer en determinados momentos", señaló y
recordó que el ex ministro de Economía Domingo Cavallo implementó una medida
similar con "los planes de competitividad" cuando intentó salvar la
convertibilidad durante su gestión en el gobierno de la Alianza.
Sobre la efectividad del programa "Precios Justos"
sostuvo que "esta
medida no resuelve por si sola el problema inflacionario" y señaló que
"es un puente de plata hasta que las otras medidas surtan efecto".
De Mendiguren enfatizó: "Medidas de este tipo desinflan las
expectativas inflacionarias. La inflación tiene mucho de estructural y otro
tanto de expectativas. Muchos economistas creen que esa relación es 50 y
50".
Además remarcó que este programa es "voluntario" e insistió en
que es una herramienta mientras se avanza en el ordenamiento fiscal.
En ese sentido afirmó que otro objetivo es que los precios comiencen a
ponderarse por "expectativas a futuro (por los ajustes de 4%) y no por lo
pasado".
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