Por Liliana Franco - El
presidente Alberto Fernández luego de sufrir una “gastritis
erosiva con signos de sangrado”, como señalo el comunicado de la Unidad Presidencial
decidió, a pesar de la sugerencia del entorno de reposo, mantener el encuentro
con el con Xi Jinping, líder del Partido Comunista de China. La reunión
se llevó a cabo en las primeras horas de este martes hora argentina. Es que
para el gobierno argentino los temas a tratar con China revisten de
importancia.
La balanza comercial con China es deficitaria para Argentina en unos 8
mil millones de dólares proyectado para este año. Ante este planteo que le
formularan las autoridades argentina, el presidente XI Jinping manifestó
su intención de aumentar el volumen de importaciones “sobre todo con valor agregado” como informó el
ministro de Economía, Sergio Massa al
termino del encuentro.
Otro de los temas conversados fue la ampliación
del swap de China en unos 5 mil millones de dólares
que, ya fuera tratado en varias oportunidades con las autoridades de ese
país, pero aún sin resolución, “estos 5 mil millones vendrán a
fortalecer nuestras reservas”, explico Massa. En este
sentido, Xi Jinping manifestó que la intención es que se pueda concretar en
los próximos 30 días.
También, según informo Massa se converso sobre la demora en los
desembolsos para la continuación de la represa Cepernic y Kirchner en el sur
que cuenta con capitales chinos y que ya se encuentra en un 40% de ejecución.
A la reunión con su par chino, el presidente concurrió acompañado por el
canciller Santiago Cafiero, el ministro de Economía, Sergio Massa, la portavoz
Gabriela Cerruti, el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello, el
vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, la secretaria de Energía, Flavia
Royón, y la jefa de gabinete de la Cancillería, Luciana de Titto.
La noche anterior y dado su episodio de salud el primer mandatario tuvo
que ser trasladado a un hospital para someterse a una endoscopia donde se le
diagnóstico, según el parte médico, de “una gastritis erosiva con
signos de sangrado”.
FMI
La expectativa de mañana esta puesta en el encuentro con la titular del
FMI, Kristalina Georgieva. El presidente Fernández insistirá con
la eliminación de los sobrecargos que paga un país cuando se excede el préstamo
otorgado de la cuota.
En tanto, otros de los tópicos a discutir será el que el FMI contemple
los mayores costos que significó la guerra para los países. Según suele decir
el ministro de Economía para Argentina el conflicto representó más de 5 mil
millones de dólares.
Esta postura es también compartida por otros países que vieron incrementados
sus costos por los problemas energéticos y por el precio de los alimentos.
Luego de este encuentro, la intención del presidente es continuar su
viaje a España para participar de un acto conmemorativo de Juan Domingo Perón.
Claro, que todo dependerá como evolucione la salud del primer mandatario
al cual le recomendaron que “descanse y baje el nivel de stress” algo difícil
para quien conduce los destinos de un país.
Tras el dato de inflación, el Banco Central mantendrá sin cambios la
tasa de interés
El BCRA no subirá este jueves la tasa de política monetaria .
REUTERS/Agustin Marcarian
Por Virginia Parsella - Tras el dato de inflación de octubre que
difundió el INDEC, todas las miradas apuntan al Banco Central: la entidad
monetaria mantendrá sin cambios la tasa de política monetaria, actualmente en
75% anual. Con ello, tampoco habrá modificaciones, al menos en las próximas
semanas, en el rendimiento que perciben los ahorristas por sus colocaciones
bancarias a plazo fijo. Esto, según confirmaron fuentes oficiales, a pesar de
que el dólar blue y financiero reaccionaron a la suba.
El BCRA la mantiene en ese nivel de tasa desde septiembre, cuando la
inflación del mes anterior marcó un registro de 7%, superior al esperado. En
ese momento, el directorio de la autoridad monetaria que preside Miguel
Pesce, aplicó una suba mayor a los puntos porcentuales (550 puntos básicos), lo
que situó la tasa efectiva en 107% anual.
Con el dato de septiembre, en cambio, que marcó una desaceleración del
IPC a 6,2%, la tasa de interés y la de inflación se alinearon por primera vez y
convergieron, incluso, con el ritmo de devaluación, que promedió 6,5% el mes
pasado. De ahí que no se decidieron cambios.
La situación ahora no es muy distinta a pesar de las estimaciones privadas
que preveían una inflación mayor al 6.3% que publicó el INDEC. Aunque ahora a
la tasa de interés sigue empatando a la inflación, no lo hace a la devaluación
del dólar oficial, al ritmo de los primeros días de noviembre. Es decir,
nuevamente en noviembre quedará desalineado el triángulo ideal que deberían
conformar la tasa de inflación, devaluación y la tasa de política monetaria por
encima de las dos primeras
Con el impulso tanto de los precios libres, como alimentos y bebidas en
el supermercado y también textiles, pero sobre todo de los precios regulados
que tuvieron alta incidencia en el rubro Comunicaciones y Vivienda dado el
aumento de tarifas de gas y luz, además de la suba en el precio de la nafta
(6%) y la autorización para un incremento en las prepagas (11,5%), el IPC del
mes pasado se situó una décima por encima del mes anterior y apenas lo
suficiente para superar la tasa nominal mensualizada, que permanece en 6,25%
por ahora. Ése es el interés mensual que también cobran los ahorristas por sus
plazos fijos a 30 días, con los que logran empatar o superar la inflación sólo
si reinvierten la ganancia obtenida.
La decisión de no incrementar la tasa de interés no sorprende en el
mercado: varios analistas que realizan sus propias mediciones de precios
advirtieron, durante la primera semana de noviembre, un avance más retraído de
los precios. La expectativa, entonces, es que el registro de noviembre se
ubique por debajo del dato difundido hoy lo cual fundamenta la decisión del
Banco Central de esperar hasta mediados de diciembre -cuando se conozca la
inflación de este mes- para tomar una nueva decisión al respecto.
Claro que el escenario puede cambiar de la mano de la evolución del
dólar libre. Por el momento, el salto en las cotizaciones tanto del billete
informal como del dólar MEP y del contado con liquidación (CCL) eran esperables
para el equipo económico, prácticamente inevitable. “En algún momento iba a
ocurrir. Estaba inexplicablemente muy planchado”, aseguró un funcionario del
área quien minimizó el ajuste siempre y cuando exista “un buen manejo” del
mercado de pesos. “Cuidando reservas, con señales contundentes en lo fiscal y
administrando bien los pesos, debería mantenerse en línea”, dijo.
El recuerdo de lo que ocurrió hace apenas cuatro meses, cuando tras un
rescate de títulos de deuda en pesos por parte de un organismo oficial, se
extendió una corrida de los inversores de la deuda en moneda local que obligó
al Banco Central a emitir $1,2 billones para sostener los precios de los bonos
y disparó, al mismo tiempo, la cotización del dólar que, en julio, tocó el
máximo de $350.
También ahora se evidencian algunos signos de alerta en el mercado de
deuda en pesos. Aun es incipiente y el BCRA parece haberse anticipado con
intervenciones en las últimas semanas, mucho menores a aquellas que realizó
entre junio, calculadas en poco menos de $150.000 millones. Pero el riego sigue
latente y tanto desde el Banco Central como desde Economía buscan evitar que
cualquier ola los tome por sorpresa. |