Los sobrecargos que
aplica el Fondo
Monetario Internacional (FMI) pueden significar para países de ingresos medios
como la Argentina, un encarecimiento equivalente a casi el doble de los
intereses que se deben pagar por la deuda contraída con el organismo.
La
Argentina viene reclamando al FMI desde hace dos años que revea su política de
sobrecargos.
Esta política consiste en cobrar una tasa de intereses adicional a la
que pesa sobre los préstamos que exceden la cuota de cada país, y que en el
caso de la Argentina implican costos extra en intereses que entre este año y el
próximo sumarán unos u$s4.000 millones.
La
estructura de sobrecargos consiste en un cargo adicional de 200 puntos básicos
sobre el saldo de la deuda pendiente de pago, cuando ésta supera el 187,5%
de la cuota; y sube a 300 puntos básicos si los compromisos se mantienen por
encima del 187,5% de la cuota después de 36 meses.
Como la Argentina accedió a un crédito de u$s5.000 millones, equivalente
a un 1.000% de la cuota del país en el organismo, que asciende a casi US$ 4.500
millones, y la tasa estándar del FMI para sus préstamos a los países de
ingresos medios y altos es actualmente 3,64%, el interés que abona el país se
convierte en 6,64%. |