Por Belkis Martínez - En medio de las versiones y expectativas por un
nuevo dólar soja, los dirigentes de las entidades rurales de la Mesa de Enlace
se mostraron escépticos sobre su posible instrumentación. Algunos de ellos
usaron la palabra “repudio” para expresar su posición. Tienen dudas sobre el
impacto real para los pequeños y medianos productores y consideran que no se
trata de una de las medidas que necesita el sector agropecuario.
“Al dólar soja lo repudiamos rotunda y contundentemente. Este gobierno
populista está haciendo acciones en contra de medianos y pequeños productores y
está favoreciendo a la producción masiva; por su necesidad de liquidación de
dólares, está brindando condiciones especiales a los sectores concentrados. Lo
que hay que buscar es tener una sola paridad cambiaria. Nadie puede ser
competitivo con una dualidad cambiaria”, dijo Carlos Achetoni, presidente de la
Federación Agraria Argentina (FAA).
En tanto, para el presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA),
Nicolás Pino, “hay que salir de esta discusión porque todos somos productores.
Esta medida no es para el sector, sino que es para el Gobierno, que está
necesitado de dólares”, dijo.
Pino, además, señaló que siempre se ve al campo como el sector que
genera más ingresos y, por ende, como el más dinámico. “Nos sentimos dadores,
permanentemente, y el Gobierno, en vez de beneficiarnos y darnos paliativos
para producir más y mejor, se interesa en esto. Nos toma como socios
solitarios, porque son los que cobran, y a nadie le gusta tener un socio que lo
único que hace es cobrar y que no aporta”, amplió.
A su vez, Jorge Chemes, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas
(CRA), opinó que si se instrumenta un nuevo dólar soja “es lo mismo que el
primer dólar soja que salió; lo único que tiene es un fin recaudatorio y es el
Estado el primero que se beneficia. Para el productor que puede aguantar, lo
que le hace es permitirle facturar algo más, pero no deja de ser una medida
puntual”, consideró.
El dirigente de CRA afirmó que esto es “un parche” que no soluciona en
nada el problema estructural y el doble mercado cambiario. “Hace más perjuicio
que las propias retenciones”, opinó.
Por su parte, Elbio Laucirica, presidente de Coninagro, explicó sobre
este tema que hay productores a quienes la medida les suma en caso de que se
vuelva a considerar. Para otros, en cambio, no termina siendo un beneficio. “No
es la solución de fondo, además, genera muchos perjuicios en otras producciones
(engorde, alimentos balanceados, tambos, etcétera). No es bueno hacer diferencia
entre diferentes economías del país o entre productores; esta situación afecta
a todos”, expresó.
A principios de este mes, el ministro de Economía, Sergio Massa, habló
en una visita a Mendoza sobre la implementación de un tipo de cambio
diferenciado para las economías regionales. Sin embargo, la medida, que debió
haber comenzado el 20 de este mes, tal y como lo explicó el funcionario, no se
puso en marcha. Para el presidente de la Rural, la demora en la implementación
se debería a la falta de definiciones sobre cómo se va a implementar y
beneficiar al productor: “Debe ser muy difícil de implementarla”, señaló.
En tanto, para Chemes, estas son las consecuencias de aplicar un tipo de
cambio diferencial para cada producción.
“Cuando hablamos de las economías regionales nos plantearon que había
que analizarlas puntualmente a cada una, porque no eran exactamente para todos,
y en eso estamos de acuerdo, pero de ahí a darnos un dólar diferencial para
cada una desordena y genera una maraña de dólares que no se sabe dónde está
parado uno”, expresó.ß |