La
jornada tuvo una marcada atención focalizada en la publicación de las
actas de la última reunión de política monetaria de la Reserva
Federal estadounidense (Fed) del pasado 2 de noviembre.
De
acuerdo con éstas, a principios de este mes los funcionarios de la Reserva
Federal acordaron que los aumentos más pequeños de las tasas de interés
deberían ocurrir pronto mientras evalúan el impacto que la política
está teniendo en la economía, según indican las actas de la reunión publicadas
el miércoles.
Reflejando las declaraciones que varios funcionarios han hecho en las
últimas semanas, el resumen de la reunión apuntaba a que se avecinaban pequeñas
subidas de tipos. Los mercados esperan ampliamente que el Comité Federal de Mercado Abierto que fija las tasas reduzca el
aumento a 0,5 puntos porcentuales en diciembre, luego de cuatro aumentos
consecutivos de 0,75 puntos porcentuales.
Aunque
insinuaron que se avecinaban movimientos más pequeños, los funcionarios dijeron
que aún ven pocas señales de que la inflación disminuya. Sin
embargo, algunos miembros del comité expresaron su preocupación por los riesgos
para el sistema financiero si la Fed continúa presionando al mismo ritmo
agresivo
Después de una carrera precipitada este año para subir las tasas de
interés, la Reserva
Federal cambió este mes a un enfoque más matizado que fue considerado como un
compromiso entre los responsables más preocupados por la alta inflación y otros
inquietos por que unos aumentos mayores en los costos de endeudamiento puedan
debilitar la economía o estresar los mercados.
Las
actas de la reunión de política monetaria del 1 y 2 de noviembre, que se
publicarán este miércoles, podrían mostrar hasta qué punto ha empezado a surgir
un desacuerdo en el banco central de Estados Unidos, en un momento en que ha
puesto fin a la tendencia a aumentar las tasas de interés de forma anticipada y
ha empezado a buscar un punto de equilibrio con movimientos menores para
detenerlos en algún momento.
“Una
mayoría sustancial de los participantes consideró que una desaceleración en el
ritmo de aumento probablemente pronto sería apropiada”, decía el
acta. “Los retrasos y magnitudes inciertos asociados con los efectos de las
acciones de política monetaria sobre la actividad económica y la inflación
fueron algunas de las razones citadas sobre por qué tal evaluación era
importante”.
En este punto, el presidente de la Fed, Jerome Powell, e
incluso los dirigentes monetarios que optan tradicionalmente por la
flexibilidad, siguen alineados tras nuevas subidas de tipos, y Powell dijo que
sigue siendo más arriesgado quedarse corto a la hora de arreglar el peor brote
de inflación desde la década de 1980 que subir los tipos en exceso.
"Si nos excediéramos en el endurecimiento, podríamos utilizar
nuestras herramientas con rotundidad para apoyar la economía, mientras que si
no conseguimos controlar la inflación porque no endurecemos lo suficiente,
ahora estamos en una situación en la que la inflación se afianzará y los
costes, los costes del empleo en particular, serán potencialmente mucho más
altos", dijo Powell en una conferencia de prensa tras el final de la
reunión de política monetaria de noviembre.
"Desde
el punto de vista de la gestión del riesgo, queremos asegurarnos de no cometer
el error de no endurecer lo suficiente, o de relajar la política monetaria
demasiado pronto", sotuvieron.
Sin embargo, con las subas de la Fed desde marzo, que suman 3,75 puntos
porcentuales, incluyendo movimientos de tres cuartos de punto porcentual en las
últimas cuatro reuniones, los dirigentes monetarios han indicado que están
dispuestos a frenar el ritmo más rápido de endurecimiento del banco central
desde principios de la década de 1980. |