Las cuentas públicas registraron en octubre un déficit
primario de $129.122 millones, que elevaron el acumulado desde enero a
$1.225.174 millones.
Este resultado es de vital trascendencia dado que el acuerdo con
el Fondo
Monetario Internacional (FMI) impuso un déficit fiscal para 2022 de hasta
2,5% del PBI.
Tanto el desequilibrio de las cuentas públicas como el nivel de
asistencia del Banco Central al Tesoro Nacional son los puntos medulares del
acuerdo de Facilidades Extendidas vigente.
Cualquier otro desvío tiene posibilidad de ser observado con laxitud por
el Directorio del board, pero el rojo fiscal y la emisión tienen muy poco
margen de maniobra dado que se los considera herramientas centrales en la lucha
contra la inflación.
El 2,5%
del PBI equivale aproximadamente a unos $2 billones, con lo cual el acumulado a
octubre justifica la convicción del Ministerio de Economía de que se cumplirá
holgadamente con el compromiso, aunque deberá prolongar la desaceleración del
gasto que se ejecutó desde la asunción de Sergio Massa al frente del Palacio de
Hacienda.
Importante reducción del gasto
Un estudio de la Oficina de Presupuesto del Congreso Nacional (OPC)
reveló que en el primer semestre del año, el gasto público se había expandido
un 12,5% en comparación con igual período del año pasado, mientras que entre
julio y octubre se redujo un 16,2%.
El último trimestre del año es el más exigente en materia fiscal dadas
las obligaciones estacionales que se concentran en diciembre por efecto del
pago de los aguinaldos a la administración pública y sector pasivo, entre otros
gastos.
En
2021 el déficit fiscal del último bimestre del año había sido de $630 mil
millones, luego de un rojo de $134.653 millones en noviembre y $496.000 en diciembre.
De allí que, como mínimo, el equipo económico debe mantener el mismo
nivel para no tener sobresaltos en la evaluación final que realizará el FMI.
En octubre los gastos primarios tuvieron un incremento del 63,5%
-$1.603.707 millones- contra una inflación del 88%, lo que implica un ajuste
real de casi 25 puntos.
Por el lado de los ingresos se registró un alza del 94,5% a $ 1.500.658
millones. En este caso hubo ayudas adicionales como el pago a cuenta
extraordinario de la primera cuota del impuesto a las ganancias de sociedades y
los mayores ingresos por retenciones a partir del plan "dólar soja". El impacto de ambos ingresos no habituales ayudó a moderar
la expansión del déficit.
Qué
se espera para fin de año
Para los últimos dos meses del año hay que mensurar que la situación
económica y social en un contexto de alta inflación conllevará presiones para
aumentar la ayuda a sectores vulnerables que pueden modificar esta ecuación.
Entre las herramientas que cuenta el Palacio de Hacienda para alcanzar
el objetivo recortando el gasto aparece la reducción de los subsidios
energéticos como una de las más fuertes.
El impacto ya se vio parcialmente en octubre, mes en el que comenzó
aplicarse la quita de incentivos para los sectores de mayores ingresos de la
población que no habían solicitado mantenerlos.
Los fondos girados fueron de $196.000 millones que implica un alza del
60,7%, muy pode debajo de la inflación. En noviembre la quita de subsidios se
extenderá al Nivel 3, que incluye a gran parte de la clase media cuya facturas
serán subsidiadas pero con topes al consumo según la región del país donde
residan. |