Por Patricia Blanco y Martín Angulo - Sorpresivamente, la
jueza María Eugenia Capuchetti decidió este miércoles delegar en
manos de la fiscalía la la causa por el atentado a Cristina
Kirchner, ocurrida hace casi tres meses. La investigación quedará ahora en
manos del fiscal Carlos Rívolo, que ya impulsa el expediente. Pero cae en un
momento clave: la querella de la vicepresidenta reclamó en durísimos
términos ante la Cámara Federal el apartamiento de la jueza a quien,
dicen, ya no le confían.
Es más, en la audiencia de este mediodía, el abogado José María
Ubeira, representante de CFK, aseguró: “Si le pasa algo a la
Vicepresidenta o a sus hijos, la magistrada será responsable”. “Si
queremos enderezar el rumbo de este asunto, apartar a Capuchetti podría ser el
comienzo”, dijo.
“Está todo roto”, dijo una fuente de la investigación a Infobae.
“¿Y así cómo se puede avanzar?”, añadió. Lo cierto es que la estrategia de
la jueza fue delegar la investigación al fiscal Rívolo, justo cuando la
querella presentaba sus fundamentos en la Cámara y pedía allí las “medidas
urgentes” de prueba que ya se habían ventilado por redes sociales.
Es que el anuncio de la recusación había llegado vía Twitter por la
propia Cristina Kirchner el 10 de noviembre y se formalizó la semana pasada a
través de un escrito, que la magistrada rechazó. Allí Capuchetti defendió cómo
llevó adelante las diligencias y las distintas medidas de prueba. Y dijo que su
imparcialidad estaba intacta.
Pero la relación entre la querella de CFK y la jueza se rompió el día en
que la magistrada rechazó el pedido de secuestrar los teléfonos de las asesoras
del diputado Gerardo Milman, que habían estado con él en el bar Casablanca dos
días antes del atentado. Un asesor legislativo, llamado Jorge Abello y que
nunca fue testigo identidad reservada, aseguró el 23 de septiembre haberlo
escuchado decir: “cuando esté muerta yo voy a estar en la costa”.
Y ayer volvió a criticar a la jueza cuando pidió que se amplia la
acusación sobre Nicolas Gabriel Carrizo, uno de los tres detenidos
del caso junto a Fernando Sabag Montiel y Brenda Uliarte, cuando informó que en
su celular se encontró un mensaje horas después de intento de homicidio de
Cristina Kirchner. “Recién intentamos matar a Cristina”, decía Carrizo.
Ante ese panorama y con la decisión pendiente de la Cámara Federal sobre
su recusación, Capuchetti entendió que las críticas por parte de la querella
iban a continuar como también otros intentos de apartarla de la causa. Así,
decidió que la investigación la lleve Rívolo. “Encontrándose la recusación
ante ese tribunal, debo hallar un remedio procesal que propenda a la mejor
administración de justicia y a la validez de los actos que se tomen, en lo
sucesivo, con ese norte”, dijo y le delegó la causa a la Fiscalía.
Pero en su resolución de cinco páginas a la que
acceso Infobae la jueza también respondió parte del planteo que ayer
hizo la querella de la vicepresidenta que había pedido que se indague
nuevamente a los tres detenidos, que se los acuse del delito de asociación
ilícita y que se le tome declaración como testigos a quienes hablaron con
Carrizo la noche del atentado, entre otras.
“Debo señalar que la parte querellante reedita esta vez cuestiones que
han sido oportunamente zanjadas por la suscripta o que se encuentran pendientes
de revisión por el Superior. Aún más, sobre dichas cuestiones no sólo ya he
brindado una respuesta jurisdiccional suficiente, sino que ha sido justamente
sobre esas respuestas que se ha articulado el planteo recusatorio (de la misma
querella), también pendiente de revisión por el tribunal de alzada”, sostuvo.
La decisión de avanzar o no con las medidas de que pidió la querella ahora
quedarán en manos del fiscal Rívolo.
En su resolución, la jueza agregó que su decisión no implica que Sabag Montiel,
Uliarte y Carrizo no pasen a juicio oral en un corto plazo y que se sigan
investigando el resto de las hipótesis, tal como marcó la Cámara
Federal. “Debo señalar que el temperamento aquí escogido de ningún modo
implica desconocer la expresa directiva del Superior de proceder, con la
premura que el caso impone, a la elevación de la causa a su etapa plenaria”,
dijo Capuchetti.
¿Qué significa que la causa quede a cargo de la Fiscalía? Que será
Rivolo quien lleve adeñante las líneas de investigación y las medidas de
prueba. Será quien tome la declaración de testigos, quien convoque a peritos o
solicite informes. La jueza Capuchetti intervendrá cuando la Fiscalía le pida
allanamientos, detenciones e indagatorias.
La Cámara Federal debe resolver dos cuestiones centrales para la causa.
Una es la recusación de Capuchetti. La decisión está a cargo del
camarista Leopoldo Bruglia y desde hoy tiene dos días hábiles para
decidir. Y la segunda, a cargo de los tres jueces de la Sala I de la Cámara, es
el pedido de Cristina Kirchner para que se le secuestren y abran los teléfonos
celulares a las dos asesoras de Milman. |