Por Carolina Paparatto - El
endurecimiento de la política monetaria del Banco Central en el
segundo semestre de 2022 sumado a la compra de dólares que efectuó ante la
implementación de las dos versiones del dólar soja trajeron una mejora en el
corto plazo de las principales variables macroeconómicas, aunque con costos
aparejados. Desde mediados del año pasado, la tasa de referencia aumentó 23 puntos
porcentuales hasta el 75% TNA y las compras de dólares por el tipo de cambio
diferencial “dólar soja” requirió una emisión monetaria superior a $1 billón.
No obstante, aunque las medidas lograron en el corto plazo promover un mayor
posicionamiento en pesos y mejorar el financiamiento del Tesoro en el mercado
local, la contracara fue un impacto en la dinámica de pasivos remunerados que
la entidad que preside Miguel Pesce utiliza para reabsorber los pesos
emitidos. El stock de deuda remunerada del Central ya alcanzó los $10,6
billones. Según la última actualización del informe monetario del
BCRA, en 2022 emitió $3,38 billones para el pago de intereses de su deuda. Para
analistas, el panorama se complejizará en 2023 y afectará los intentos por
frenar las presiones cambiarias e inflacionarias.
Rodrigo Benítez,
economista jefe en MegaQM, sostuvo: “Hoy el BCRA tiene $10,6 billones de deuda
emitida en pesos. Se componen de Leliqs ($8 Billones) y Pases con bancos y con
FCI ($2,6 Billones). Las Leliqs devengan una tasa nominal anual del 75% y se
renuevan cada 28 días. Eso implica una tasa mensual del 6,2%. Los pases, cuando
los toman los bancos devengan una tasa nominal anual del 72%, pero como son a 1
día, la tasa efectiva mensual es de 6,1%. El costo promedio es de 6,15%
mensual, lo que implica una emisión de $650.000 millones de pesos cada mes”.
“Los pasivos
remunerados representan actualmente un 12% del PBI. A su vez, por cada peso que
hay de base monetaria hay dos pesos por pasivos remunerados que rinden por encima
del 105% de tasa efectiva anual. Ante estos niveles actuales, estamos en un
promedio diario de $28.531 millones en intereses devengados”, advirtió el analista Salvador Vitelli.
El principal motor
del crecimiento que tuvo la deuda del Central en los últimos meses fue el pago
de sus intereses. Al respecto, Benítez agregó:
“Además, el BCRA ha emitido pesos en los últimos seis meses por dos motivos: el
esquema de dólar soja y la compra de títulos en pesos del Tesoro. El esquema
dólar soja que se aplicó tanto en septiembre como en diciembre implicó una
fuerte acumulación de reservas, pero para eso necesitó emitir pesos. Entre
ambos meses emitió $1,6 billones. El segundo factor ha sido la recompra de
bonos del Tesoro a través de operaciones de mercado abierto. En total se
emitieron por este concepto $1,9 billones de pesos. Para evitar que esa emisión
impacte en la inflación, el BCRA los reabsorbe con Leliqs y Pases, lo que
explica el crecimiento de los pasivos remunerados”.
Por su parte,
Vitelli advirtió que “a los niveles de tasas actuales, en un año los montos se
duplicarán únicamente por sus intereses, por lo que no me sorprendería ver una
emisión de $1.000 millones mensual para dicho pago, en detrimiento de la hoja
de balance del BCRA, a lo que se suma la última modificación a la tasa que
pagan por los pases”.
Un informe de LCG
advierte: “El BCRA sigue emitiendo moneda que no es demandada por el público y
eso redunda en un aumento de los pasivos remunerados. La suba del tipo de
cambio libre para esto no colabora y las expectativas de inflación aún elevadas
tampoco hacen pensar en una recuperación de la demanda de saldos reales.
Adicionalmente, el nivel de tasas actual complica el escenario ya que hace
migrar demanda de circulante hacia depósitos sin una contrapartida en la
demanda de crédito correspondiente”. |