Por Joaquín Lanfranchi
- En vísperas de que se conozca la inflación de febrero (entre 5,8% y 6,2%,
según los pronósticos), economistas privados anticipan que el dato de este mes,
lejos de moderarse, será aun más alto y podría llegar hasta el 7%. De este
modo, quedaría lejos el objetivo que se había trazado el ministro Sergio Massa
de que a
partir de este mes
el dato comenzaría “con un 3 adelante”.
Las proyecciones de
las consultoras se basan sobre todo en dos aspectos: los precios de alimentos y
bebidas muestran una fuerte tendencia al alza. Las mediciones para la primera
semana del mes muestran una suba promedio del 1,4%, y al medir las últimas cuatro
semanas se eleva a entre 5,4% y 6,4%.
Pero, además,
recuerdan que marzo suele ser un mes de mayores aumentos por las variaciones
estacionales de colegios privados e indumentaria. A esto hay que sumar los
aumentos de tarifas de servicios y las cuotas de las prepagas.
En vísperas de que
se conozca el dato oficial de la inflación de febrero, que tanto estimaciones
privadas como el Gobierno ubican entre 5,8% y 6,2%, diversas consultoras
coinciden en que marzo será un mes en el que los precios no mermarán en su
escalada inflacionaria. A tal punto que prevén que alcance el 7%, no solo por
la tendencia al alza registrada durante los primeros días –sobre todo en
productos panificados, cereales y pastas–, sino por los factores que
históricamente han caracterizado al tercer mes del calendario: el cambio de
estación y el inicio de clases, a lo que se suman los aumentos ya pautados en
casi todos los servicios regulados.
De este modo, queda
cada vez más lejos el pronóstico del ministro de Economía, Sergio Massa, de que
la inflación a partir de marzo iba a empezar “con un 3 adelante”.
En la primera
semana de marzo, la suba de precios de los alimentos y bebidas promedió 1,4%,
de acuerdo con el relevamiento semanal que realiza la consultora LGC. Si bien
la cifra representa una desaceleración de 0,24 puntos porcentuales respecto de
la semana anterior, ya se avizora alta para la proyección de la inflación
general, que estará marcada por el aumento de las prepagas, las tarifas de gas,
luz y agua, las cuotas de colegios privados, el transporte, los combustibles y
los servicios de telefonía e internet.
Respecto de la
variación de las últimas cuatro semanas, el índice de alimentos y bebidas
presentó una inflación de 6,4%, y de 5,4% punta a punta en el mismo período.
Según LCG, la
evolución de precios en el rubro más sensible para los hogares de menores
ingresos durante los primeros días de marzo estuvo compuesta por las siguientes
categorías: productos panificados, cereales y pastas (3,65%), comidas para
llevar (2,15%), frutas (2,07%), bebidas e infusiones para consumir en el hogar
(1,29%), carnes (0,92%), lácteos y huevos (0,68%), condimentos y otros
productos alimenticios (0,63%), aceites (0,53%), verduras (0,04%) y azúcar,
miel, dulces y cacao (-0,57%).
“Después de seis
semanas, carnes aumentó menos que el promedio y productos panificados recuperó
la punta, aportando 0,54 puntos porcentuales al incremento total”, afirmaron en
la consultora.
Sin embargo, pese
que se advirtió una moderación en la suba de los productos vacunos, que tuvo su
pico en febrero por la sequía, continúa encabezando la variación de las últimas
cuatro semanas, con un 11,4%, seguido de panificados (8,3%) y lácteos y huevos
(7,9%).
En cuanto a las
proyecciones de inflación general, además de alimentos y bebidas, hay que
considerar otras variables que influyen especialmente este mes. “Con el fin de
las vacaciones y el inicio del año lectivo, marzo suele ser un mes en el que
por su propia dinámica los precios se recalientan”, afirmaron en la consultora
EcoGo. Y agregaron: “Las subas en bienes y servicios regulados contribuyen en
este sentido con un aporte a la inflación que, según nuestras estimaciones,
sería de 1,9 puntos porcentuales”.
Por su parte,
Santiago Manoukian, de Ecolatina, afirmó: “Tras el rebote en los precios que
vimos en el primer bimestre del año, cuando la inflación pasó del 5% mensual en
noviembre y diciembre al 6% en enero y febrero, estamos promediando marzo, que
suele ser un mes con una inflación superior a la de los demás meses del año,
producto de factores estacionales, particularmente en indumentaria y educación,
por el cambio de estación y el inicio de clases”.
“En este sentido,
se entiende la decisión oficial de incluir más rubros bajo el paraguas de
Precios Justos. Por ejemplo, en educación se intenta moderar este impacto y
prorratear gastos, porque una mayor aceleración de precios le imprime mayor
tensión al programa económico del Gobierno”, añadió.
Consultado acerca
de otras razones que influirán en la medición de este mes, Manoukian destacó
“el impacto de la sequía sobre algunos alimentos frescos, que si bien el
Gobierno intenta incluirlos dentro de Precios Justos, [el rubro] tienen un
comportamiento propio, que se ve muy afectado por el clima, los factores
biológicos y la fuerte dispersión que tienen los productores a lo largo y ancho
del país para hacer un acuerdo amplio y robusto, lo que además revela un alto
grado de informalidad en el sector”. Así, las consultoras relevadas por la
nacion estiman que la inflación de marzo oscilaría entre el 6,5% y el 7%.
Los meses que
vienen
Las consultoras
coinciden en que la meta del Gobierno de promediar una inflación en torno al
60% para 2023 está cada vez lejos, si continúa la tendencia del primer
trimestre.
“No vemos una
desaceleración de la inflación. Tal vez [en los próximos meses] no sea tan
fuerte como marzo, pero va a estar más cerca del 6%. Por ahora no estamos
encontrando factores que nos hagan pensar que esto se va a revertir. Hay muchos
precios de tarifas y servicios regulados que ya están indexados, a lo que hay
que sumar los aumentos de salarios”, expresó María Castiglioni, de C&T
Asesores Económicos.
“El Gobierno no usa
el tipo de cambio como un ancla desinflacionaria. Si bien se está moviendo
lentamente por debajo de la inflación, sigue siendo un elemento que
retroalimenta la dinámica. También hay que considerar las restricciones a las
importaciones, la brecha cambiaria y las expectativas de devaluación en el
medio de la transición electoral, que son factores que van a seguir presionando
en los próximos meses”, añadió Manoukian.ß |