Por Javier Blanco - El Banco Central (BCRA) tuvo que vender
ayer otros US$87 millones de sus reservas para poder dar curso en el mercado a las operaciones de compra
que ya habían sido validadas, mientras su conducción comenzó a analizar la
posibilidad de avanzar con una nueva suba de tasas.
Lo
necesitaría no solo para acomodarlas al salto que pegó la inflación, sino
también para tratar de evitar que el sacudón global de mercados aumente el
rechazo a invertir en pesos.
La
entidad, que enfrenta una preocupante racha vendedora (lleva ocho ruedas con
saldos finales en rojo), intentó al menos dosificarla ayer, al habilitar una
levemente mayor devaluación del peso oficial: dejó avanzar al dólar mayorista
vendedor hasta los $202,56, lo que supone una suba de 49 centavos o del 0,24%
en la jornada, el mayor avance para una rueda en casi tres meses.
Pero el
saldo de sus intervenciones sobre la plaza cambiaria no varió demasiado: debió
aportar el 26,5% de los US$328 millones operados de contado, una suma similar a
la vendida dos ruedas atrás, considerando que la venta de US$145 millones de
anteayer había resultado abultada por “pagos por importación de energía”, según
explicaciones oficiales.
Lo
concreto es que el BCRA ya acumula ventas por unos US$640 millones en lo que va
del presente mes, lo que hace que aún la meta de acumulación renegociada
recientemente con el FMI se le vuelva esquiva (estaría unos US$700 millones por
debajo), y ya sacrificó más de US$1700 millones en lo que va del año para
tratar de mantener bajo control al ya meramente testimonial tipo de cambio
oficial.
Se
trata de un nivel de drenaje a todas luces insostenible y que hace que el
mercado espere nuevos ajustes al cepo o que se desempolven planes de estímulo a
la oferta de divisas, como el dólar soja. Y que ya impacta también en su
tenencia bruta, que cayó ayer en US$366 millones rompiendo la barrera de los
US$38.000 millones (cerraron en US$37,776 millones, según el dato provisorio).
Fue por pagos a organismos multilaterales, fundamentalmente BID y Banco
Mundial, y diferencias de cambio.
En este
marco, el BCRA comenzó a sopesar los beneficios y costos de aplicar un nuevo
ajuste a las tasas de referencia de la economía tras el salto en la inflación
en febrero y el que se anticipa para marzo, dado que las volvió a dejar en
terreno negativo (son del 6,16% mensual si se toma el plazo fijo, contra un IPC
que trepó al 6,6% y una inflación subyacente que corrió más rápido, al 7,7% en
febrero según el Indec).
La
última suba de tasas el BCRA la había dispuesto a mediados de septiembre,
cuando se decidió finalmente por avanzar hacia un esquema de tasas (levemente)
positivas ante los sostenidos reclamos del FMI. Luego se pronunció varias veces
en favor de mantenerlas en el 75% nominal anual (nivel que se encuentran hoy)
porque la inflación general o la núcleo había corrido por debajo. Pero ya ni esa
excusa le queda, por lo que el mercado espera que hoy disponga subas de entre
500 y 550 puntos, para dejarlas entre el 80% y 80,5% anual (118,4% de TEA para
el caso de las Leliq).
“Se
quedó sin argumentos para mantener la tasa en 75% de TNA (107,49% TEA) por lo
que la chance de suba se ha incrementado significativamente. Y los ajustes que
validó el Tesoro para sus letras cortas en las últimas licitaciones le dejan el
espacio suficiente en el corredor de tasas para avanzar en ese sentido”,
explicaron desde Facimex Valores.
Además
lo evalúan como un intento de “apaciguar la reciente escalada en los dólares
financieros y restablecer el atractivo del carry trade con instrumentos de
mediano plazo, como el plazo fijo, en detrimento de los de corto plazo, como fondos
money market y cuentas remuneradas”.
“La
tasa volvió a quedar en terreno negativo y el Central tiene un escenario
desafiante porque la inflación de marzo se habría acelerado. Debe decidir si
las sube en respuesta a la creciente inflación en línea con lo que exige el
FMI, pero eso, a su vez, lo obligaría a acelerar en el margen el ritmo de
devaluación del tipo de cambio para no continuar apreciándolo”, evaluaron desde
Delphos Investment.
La suba
validada ayer para el dólar oficial (mensualizada daría 7%) puede haber sido un
anticipo al respecto. ● |