Por Mirta
Fernández - Tras conocerse que la inflación de febrero se aceleró
a 6,6%, y estimaciones
preliminares que reflejan que el costo de vida de marzo podría ser incluso más
alto y llegar al 7%, se reinstauró el interrogante en el mercado de que
hará el Banco Central con la tasa de política monetaria y el rendimiento de los
plazos fijos.
La entidad monetaria mantiene la tasa de interés del
plazo fijo sin cambios desde septiembre último, cuando estableció la Tasa
Nominal Anual (TNA) en 75% para las soluciones minoristas a 30 días, lo que equivale a una Tasa
Efectiva Anual (TEA) del 107% con lo cual el rendimiento es de 6,2%
mensual.
Así, tras el dato inflacionario de febrero superior a lo
previsto en el mercado, la tasa real quedó en terreno negativo, en un
escenario donde en la última semana también se recalentó la cotización de los dólares financieros.
Tasas: ¿qué esperan los analistas?
La expectativa de la mayoría de los analistas
consultados por iProfesional es que el BCRA debería subir la tasa de política monetaria para mejorar el
rendimiento de los plazos fijos, y poner paños fríos a una incipiente dolarización.
Además, los
economistas resaltan es una cuestión clave que monitorea el FMI, dado que
en el comunicado difundido por el Fondo el lunes en el marco de la revisión del
acuerdo con Argentina se enfatiza que "para hacer frente a las
continuas presiones inflacionarias que han repuntado en los
últimos meses, las autoridades (del gobierno) pretenden mantener positivas las
tasas de interés oficiales en términos reales.
De todos modos, los
economistas reconocen que no es una decisión fácil por el costo que implica esa
medida en términos de actividad económica, deterioro del déficit cuasifiscal, y
el encarecimiento del crédito para las familias y empresas.
El directorio de la entidad monetaria se reunirá el jueves
con lo cual es probable que ese día se conozca la
resolución en materia de tasas.
Tasas: el factor de la inflación núcleo
Sebastián Menescaldi, director de Eco Go, planteó que
"en un marco de aceleración de la inflación y
algún signo de inicio de la dolarización es factible que el BCRA deba subir la
tasa de interés para sostener la demanda de
dinero".
"Sobre todo
teniendo en cuenta que la inflación núcleo (que no incluye precios
regulados ni estacionales) se aceleró fuertemente, que el mayor proceso de
indexación de la economía va a sostener los niveles de inflación elevados y que
los precios en marzo estarían sosteniendo un alza de 7% mensual", señaló.
De igual
diagnóstico, Emiliano Anselmi, analista de PPI juzgó que "es probable
que suban la tasa" al alegar que "el BCRA tiene cada vez menos
excusas para no aumentarla, porque en el comunicado del mes pasado habían
dicho que la inflación núcleo estaba estable y que por eso no la subían,
pero ahora con la núcleo yendo a 7,7% me parece que se quedan sin
argumentos".
No obstante, el
analista especuló que "si empiezan a buscar excusas para no hacerlo, y
decir que esto se dio por la suba de la carne, ignorando que antes la inflación
fue menor porque la carne no subía, no viendo la película completa, podrían no
subir la tasa", especuló.
En
sintonía, Nery Persichini, estratega de GMA Capital, sostuvo que
"anque la variación del IPC de febrero estuvo traccionada por el
incremento de la carne, la núcleo de 7,7% enciende una alarma, al mismo tiempo,
las expectativas implícitas en el mercado de bonos le ponen un piso de 6,4% a
la inflación de los próximos meses".
"Si el BCRA entiende que este nivel de inflación y las
expectativas no son transitorias, entonces no me
sorprendería que ejecutara la primera suba de tasas en siete
meses", evaluó.
Tasas: ¿por qué esperan una suba de tasas?
Persichini consideró
que "es innegable la sensación de que la tasa en este nivel no alcanza,
especialmente cuando las señales de moderación fiscal brillan por su
ausencia". Y remarcó que "tomando la tasa de los plazos fijos
(BADLAR), febrero tuvo la tasa real más baja desde agosto con una TNA de
-9,2%".
Con igual mirada,
la economista Natalia Motyl argumentó que "hasta enero hubo una
inflación que se posicionaba levemente por debajo del rendimiento mensual de un
plazo fijo con una TNA del 75%,pero hoy con una costo de vida al 6,6% ya vuelve
a estar en terreno negativo".
"Con el dato de inflación de febrero, por una cuestión
por una cuestión de expectativas que provocará una mayor caída de demanda de
pesos, deberán reaccionar rápido para que no se espiralice
e incentivar la desdolarización", fundamentó.
También justificó
que "nos encontramos frente a un cambio tanto en las condiciones externas
como en las locales que urgen mayor decisión desde la autoridad de política
monetaria".
"La sequía
local anticipa una menor entrada de dólares en los próximos meses, y ante una
mayor demanda de dólares como refugio al peso, se espera un ritmo de
depreciación mensual local mayor, por lo que se necesitarán tasas
cada vez más altas para seguir atrayendo capital hacia activos en pesos que no
terminen yendo al dólar y presionando aún más el mercado cambiario", aseveró.
Además, esgrimíó
que "las dificultades de acumular reservas y la decisión de mantener un
tipo de cambio atrasado, dificulta aún más la demanda de activos locales",
en tanto subrayó que" las metas establecidas con el FMI
exigen tasas de interés reales positivas".
Asimismo, María Castiglioni, directora de C&T
asesores, planteó que "el BCRA debería subir la tasa de interés
porque en la revisión del acuerdo con el FMI hay un compromiso de tasas positivas, y no solo la inflación de febtrero fue muy alta, sino
que para marzo se perfila un número
igual o más alto".
Por su
parte, Salvador Vitelli, especialista en finanzas y agronegocios consideró
que "suena lógico que el BCRA suba la tasa dado que el Tesoro está pagando
casi 120% de TEA mientras que la de la Leliq quedó atrás en 107%, por lo cual
hay espacio para que la aumente".
"La tasa de interés real de febrero ya con los números
ex post (comparación contra la inflación observada en el mes) quedó con un
rendimiento negativo en 0,4% en términos mensuales, por ende veo factible que
vayan a subirla para enfriar un poco la circulación de pesos. Esto pega a la actividad y a la economía en general pero
es el instrumento en el cual el BCRA puede intentar hacer frente a la inflación
incesante que estamos teniendo", razonó.
Asimismo, Juan
Pablo Albornoz, economista de Invecq, sostuvo que "el uso de la tasa
en Argentina principalmente busca ponerle un freno al dólar, si te subo la tasa
quizás mirás con más cariño las inversiones en pesos versus comprar
dólar".
Recalcó que
"la macro está dando señales muy claras de que la nominalidad se está
descontrolando nuevamente y, más importante aún, el panorama cambiario viene sufriendo
un deterioro muy
grande semana a semana con las correcciones a la baja de la estimación de la
cosecha de soja y maíz, las dos principales fuentes de divisas del país".
"Por más de
que la tasa esté un par de puntitos básicos arriba de la inflación que espera
el REM ( proyecta una inflación mensual promedio de 5,9% para los
próximos 7 meses), no mover la tasa con la aceleración inflacionaria que
se está viendo y con el deterioro del panorama cambiario puede ser un paso en
falso", advirtió.
Tasas: ¿Cuánto estiman que podría subir?
Ante la actual coyuntura, Anselmi estimó que "si
la suben podría ser como mínimo 200 puntos básicos
para replicar la suba de la tasa de pases pasivos hecha en enero".
"Además, en la
última semana se recalentaron los dólares financieros asi que también sería una
manera de contener la suba de los dólares financieros", acotó.
Motyl proyectó que "por lo menos deberán subir las
tasas en 500 puntos básicos para que todos los pesos no
vayan al dólar".
En sintonía. Menescaldi calculó que la tasa podría
aumentar entre 400 y 500 puntos, es decir que la TNA de la leliq se ubique
entre 79% y 80%. Indicó que "si sube 400 puntos, quedaria en 79% la TNA de la Leliq, o sea una TEA de 115%, que
es equivalente a 6,6% mensual si fuera para un mes de 30 días". |