Domingo 19 - Por Robertino Sánchez Flecha - Horacio Rodríguez Larreta recibe
todas las semanas papers y recomendaciones sobre temas
de política exterior. Si bien está muy concentrado en su campaña
presidencial, no descuida los temas globales. Así como tiene sus economistas de
cabecera, también trabaja con un equipo de diplomáticos que diseña el
programa internacional del larretismo. Esa mesa también busca en el frente
externo avales a la candidatura a presidente del alcalde porteño. Si
su proyecto de poder se impone en las urnas, de ese grupo saldrá
su canciller y sus principales embajadores.
La mesa
diplomática diplomática larretista es un desprendimiento de la comisión de
política exterior del partido amarillo. En un grupo de WhatsApp
llamado “Internacionales PRO” intercambian información, estudios y
coordinan reuniones. Allí participan internacionalistas del riñón de Rodríguez
Larreta, aunque también hay diplomáticos ligados a Mauricio Macri y
a Patricia Bullrich, la otra presidenciable del partido -a quienes también
se suma la candidatura de María Eugenia Vidal.
Quien coordina la
comisión de referentes en política exterior del PRO es Fulvio Pompeo, ex
secretario de Asuntos Estratégicos de la Nación. Es el internacionalista de
cabecera de Macri. Otra persona sobresaliente de ese espacio es Diego
Guelar, quien fuera embajador en Pekín entre 2015 y 2019.
A diferencia de lo
económico o político, los líderes del PRO tienen un alto consenso entre
sí en temas de política exterior, comercio internacional, defensa y cooperación
internacional. Sin embargo, cada cual cuenta con su equipo y sus candidatos
para ocupar el Palacio San Martín.
En el
equipo bullrichista el referente en política exterior
es Federico Pinedo, quien asoma como posible canciller si la ex
ministra de Seguridad llegara al Gobierno. También frecuentan esa
mesa Mariano Caucino, ex embajador en Israel; Carlos Sersale, ex
embajador en el Reino Unido, el politólogo Alberto Föhrig, y Adriana
Laforgia, ex colaboradora de Bullrich en el Ministerio. También colabora la ex
diputada Cornelia Schmidt Liermann. Algunos de estos especialistas también
suelen ser consultados por el larretismo.
La mesa
diplomática que asesora a Rodríguez Larreta
El equipo de
asesores en política internacional de Rodríguez Larreta es coordinado
por Fernando Straface, secretario General y de Relaciones Internacionales
del Gobierno porteño. Se trata de uno de los hombres de mayor
confianza en la mesa del proyecto presidencial larretista. Straface se
ocupa de la agenda exterior y del vínculo del alcalde de la Ciudad
con las embajadas.
A esa mesa se sumó
el año pasado Martín Redrado. El economista se incorporó al Gabinete
porteño como secretario de Asuntos Estratégicos, a cargo de las relaciones
económicas internacionales. El ex presidente del Banco Central trabaja en
tándem con Straface en una serie de proyectos de comercio exterior en el marco
del plan presidencial de Larreta.
Quien también se
enroló en el proyecto de poder de Uspallata es Jorge Faurie, ex canciller
durante la presidencia de Mauricio Macri. El diplomático aporta su agenda y
visión sobre temas como geopolítica, defensa y estrategia en el
frente externo. En tanto que en el plano doméstico, Faurie trabaja en el
esquema de Rodríguez Larreta con la intención de ser diputado
nacional por Santa Fe, su provincia. Aspira a integrar la Comisión de
Relaciones Exteriores de la Cámara Baja. Straface y Redrado lo apuntalan y
lo acompañarán en la construcción provincial.
Redrado, Straface y
Faurie son tres nombres que suenan para estar al frente
del Ministerio de Relaciones Exteriores en caso de que el alcalde
porteño triunfe en el comicio y arribe a Balcarce 50.
El resto de los
integrantes de ese equipo son Ricardo Lagorio, ex embajador en
Rusia, Marisa Bircher, Oris de Roa, ex secretaria de Comercio
Exterior; Eugenio Burzaco, ex secretario de Seguridad; Marcelo
Scaglione, ex subsecretario de Estado para la adhesión a la OCDE; Ezequiel
Sabor, ex embajador en México; Francisco Resnicoff, subsecretario de
Relaciones Internacionales de CABA; Julian Obiglio, diputado
nacional; Gladys González, senadora nacional; Shunko Rojas, ex
subsecretario de Comercio Exterior; Fabián Perechodnik, vicepresidente de
la Cámara de Diputados bonaerense; Patricio Carmody, internacionalista;
y Bruno Binetti, investigador en RRII.
El programa
internacional del larretismo: Shock de confianza, un paquete de leyes y acuerdo
con el FMI
La mesa diplomática
larretista sostiene como principal pilar la necesidad de generar un “shock
de confianza internacional”. Es un concepto que acuñó Straface y replican sus
colegas. Esto implica que si Larreta es presidente promete
impulsar inmediatamente un paquete de leyes que permita
generar un “cambio de expectativas” y un escenario propicio para el
posicionamiento del país en el sistema internacional.
No obstante,
Larreta considera que Argentina debe “asumir su posición
periférica” y, como supo plantear Carlos Escudé, entiende que el país
debe relacionarse con los hegemones desde ese lugar. Un punto clave para eso es
la lectura que los asesores larretistas hacen sobre el orden mundial.
La mesa diplomática
del jefe de Gobierno conoce el significado de la “Trampa de
Tucídides” y no ignoran la tensión en el equilibrio de poder que
supone la disputa entre Estados Unidos y China. Para
el larretismo la solución no es plantear equidistancia en la relación
con ambos hegemones sino aplicar pragmatismo político.
Para Larreta la
relación comercial con China es “central”, sin que eso implique un
vínculo geopolítico -para evitar rispideces con el Departamento
de Estado de DC-. Por eso el PRO rechaza la ejecución de un puerto naval
chino en Tierra del Fuego, frente al estrecho de Magallanes y la Antártida.
En esa misma línea,
en Uspallata sostienen que Argentina debe “defender la democracia y
los derechos humanos” en la región: entiéndase como un distanciamiento y
cuestionamiento a la situación de Venezuela, Cuba y Nicaragua. Idéntica
táctica conciben para con Rusia e Irán. Es un posicionamiento
destinado a enviar una señal a la Casa Blanca
Para el larretismo
es “clave” el vínculo con Washington DC. No sólo en términos geopolíticos,
sino por la negociación de la deuda con el Fondo Monetario
Internacional (FMI). Entre otros factores, se trata de un tema axial para
que Argentina recupere el acceso al crédito internacional. EE.UU tiene un peso
específico en el board del organismo originado en Bretton
Woods.
La mesa diplomática
larretista asegura que el próximo Gobierno debe “impulsar un paquete de leyes
ni bien asuma para generar confianza internacional”. Seguidamente, sostienen
que el próximo presidente deberá volar a Washington para “negociar un
nuevo programa” con el organismo financiero. (Cabe recordar que a
excepción de Ricardo López Murphy, toda la bancada de JxC en Diputados votó a
favor del acuerdo vigente, sancionado en marzo de 2022). El alcalde porteño
piensa que negociar un nuevo programa con el FMI permitiría “ordenar” las
variables macro, generar reformas “pro crecimiento”, bajar la “carga
impositiva” y “terminar” con la informalidad.
A finales del año
pasado, Redrado se comunicó con Ilan Goldfajn, presidente del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID). Ambos conversaron sobre política
económica y el acuerdo con el FMI. Con quien también mantiene una relación el
ex presidente del BCRA es con Rodrigo Valdes, ex ministro de Finanzas de
Chile, a quien Kristalina Georgieva nombró en febrero como director
del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI.
En tanto, Larreta
fue invitado a un seminario que organiza en Denver la secretaría
de Estado americana a finales de abril. No podrá ir porque estará en plena
campaña electoral. El alcalde analiza enviar en su lugar a Straface y Redrado.
El viaje de sus asesores está en tratativas.
En el marco de esa
visita, consideran la posibilidad de ir a Houston para reunirse
con líderes del sector energético. Parte de esas conversaciones orbitarán
en torno al programa económico en el que trabaja Larreta. También
sobre el litio y proyectos para financiar la construcción del ducto y
la planta de licuefacción que permitiría exportar gas a Europa desde
el puerto de Bahía Blanca. Son charlas que algunos asesores del larretismo ya
han mantenido con empresarios europeos.
Otro tema que
pretende impulsar Rodríguez Larreta es el Acuerdo de la Unión
Europea (UE) y el Mercosur. El conflicto desatado por la invasión de
Rusia a Ucrania generó una crisis energética y alimentaria en el Viejo
Continente -y otras zonas del mundo-.
Rodríguez Larreta
tiene interés en acelerar el Acuerdo de la Unión Europea y el Mercosur
Para Uspallata eso
supone una “oportunidad única” para concretar el tratado con la UE.
Por el contexto, los europeos también están especialmente interesados en
rubricarlo. En enero, Straface estuvo en París y en Bruselas en representación
del alcalde porteño. Se reunió con autoridades de la cancillería francesa, la
OCDE y de la Comisión Europea. El acuerdo con la UE fue uno de los temas
presentes en su agenda.
En materia
regional, Rodríguez Larreta apuesta a potenciar tanto el Mercosur
como la relación con Brasil. En cuanto a los organismos internacionales,
Rodríguez Larreta desdeña los Brics y anhela insistir en el
ingreso de Argentina a la OCDE. No obstante, sus asesores reconocen que el
proceso para estar en la lista de admisibilidad y cumplir con los requisitos
exigidos para el acceso -en variables de institucionalidad y política
económica- durará al menos un mandato presidencial.
Larreta tiene una
mirada pragmática del sistema internacional. Con ese mismo antifaz
promete desplegar su programa en política exterior si le toca llegar a Balcarce
50. “No importa el color del gato, lo importante es que cace ratones”, solía
decir el ex líder Chino Den Xiaoping. Es un proverbio que también conocen
los asesores larretistas. |