Por Juan Gasalla
- Los negocios cambiarios mantuvieron el ritmo de gradual alza en la plaza formal, sobre los 61 pesos para la
operatoria mayorista y ya cerca de
los 83 pesos al público, por efecto del impuesto “solidario” del 30% que se aplica a la demanda
minorista para atesoramiento y consumos en el exterior.
Este miércoles, en el mercado mayorista el tipo de cambio
avanzó 11 centavos, a $61,23, para
anotar su decimoquinta alza consecutiva, en otra jornada en la que se
observó un bajo volumen y en un marco en el que el BCRA efectuó ventas puntuales para ponerle límites a la suba.
El operado en el segmento de contado (spot) alcanzó los USD 198,1 millones, mientras que
fuentes privadas estimaron en unos USD
20 millones la postura vendedora de la autoridad monetaria.
Por su parte, el dólar implícito en la operatoria bursátil, el “contado con liquidación”, se mantiene debajo de los 84 pesos, con una brecha
de 37% respecto del dólar mayorista.
Las reservas internacionales del
Banco Central registraron el martes un ascenso marginal de USD 6 millones y
finalizaron en USD 44.686 millones,
según datos sujetos a ajuste.
Desde Portfolio Personal
Inversiones indicaron que “con leves intervenciones de la autoridad monetaria en las
últimas ruedas y la ausencia de pagos de deuda en moneda extranjera, las reservas se mueven de acuerdo a las
variaciones en el stock de argendólares”, es decir, las divisas
contabilizadas en depósitos privados y también aquellas ingresadas por la
liquidación de exportaciones.
Desde el exterior también se evidencian señales de un fortalecimiento del dólar
frente a otras divisas emergentes. En Brasil, el billete verde marcó un nuevo récord histórico de 4,34 reales.
El dólar en Brasil subió 8% desde que empezó el año,
de 4,02 reales por unidad, en un país con baja inflación. En todo 2019 el
índice de precios al consumidor acumuló un 4,5%, lo que Argentina podría
registrar en un solo mes de fuerte alza del dólar, combustibles o tarifas. En
enero, la inflación brasileña fue de apenas 0,21 por ciento.
Para ponerlo en perspectiva, el Índice de Tipo de Cambio Real Multilateral (ITCRM) que calcula el Banco Central
cedió unos seis puntos en lo que va de 2020. Hoy, en 117,3 puntos, sigue alto: unos 17
puntos por encima de un valor de equilibrio teórico. Pero resignó seis puntos desde los
123,4 puntos, dinámica que refleja la velocidad con la que la Argentina pierde competitividad cambiaria por
una inflación que, tarde o temprano, termina absorbiendo la devaluación del
peso.
En ese aspecto, hay que recordar que el ITCRM del BCRA
marcaba un año atrás los
115,8 puntos, solo un punto y
medio menos que el nivel actual. Sin embargo, desde entonces hubo
una histórica devaluación que aportó muy poco a la competitividad, frente al
descalabro de las variables económicas y financieras, con enorme daño para la
actividad.
Las plazas cambiaria y
bursátil de la Argentina son vulnerables
a una mayor aversión a los activos de riesgo que se observó en los
mercados internacionales, a lo que se sumó la incertidumbre doméstica por el tratamiento de la deuda pública,
luego de que el Gobierno declarara desierta una licitación de tres bonos lo que
derivó en la postergación del pago de capital del Bono Dual que vencía
esta semana.
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