Por Jaime Rosemberg - Luego de coordinar la
respuesta el domingo con el presidente Alberto Fernández, los ministros Martín
Guzmán( Economía) yMatíasKulf as( Desarrollo Productivo) rechazaron ayer las
críticas pronunciadas por Cristina Kirchner el viernes, en Chaco, que los
tuvieron como principal objetivo.
Además de defender la negociación con el FMI
y advertir que fue el acuerdo lo que evitó un ajuste mayor, Guzmán afirmó que
los gobiernos de la expresidenta tuvieron problemas de “consistencia macroeconómica”.
Criticó el esquema de subsidios a las tarifas (“¿en qué país del mundo ha
funcionado?”, se preguntó). Kulfas, por su parte, rechazó que la inflación se
explique solamente por la operación de “monopolios”.
Antes de volar a Europa, y pese a que dejó
trascender que no busca “subirse al ring”, Fernández pareció abonar la disputa.
“Nunca me hice el distraído con la pobreza”, dijo durante un acto gremial.
Aguantar sí, contestar también. La consigna,
repetida por el presidente Alberto Fernández por teléfono y durante la tarde
del domingo en Olivos, fue escuchada por varios ministros, entre ellos Martín
Guzmán (Economía) y Matías Kulfas (Desarrollo Productivo), blancos de los
dardos de la vicepresidenta Cristina Kirchner el viernes, en Chaco, y quienes ayer
salieron a responderle.
“Cristina dijo barbaridades en materia
económica. Hay que decirle a la gente la verdad”, comentaron desde un despacho
con conocimiento de las recientes charlas del Presidente con sus ministros y
funcionarios de confianza. La decisión de responder “desde lo técnico” quedó
clara en la previa del viaje del Presidente a Europa, que comenzó ayer por la
tarde y se extenderá, según lo previsto, hasta la mañana del viernes, aunque la
confirmación de una escala en Francia podría prolongar el periplo (ver aparte).
El primer mandatario estuvo ayer en el
congreso ordinario de los trabajadores de la Sanidad (Fatsa), el gremio que
conduce Héctor Daer, uno de los tres jefes que tiene la CGT. El Presidente
volvió a defender el rumbo económico, tal como lo había hecho anteayer en una
sorpresiva aparición en la reunión de la Mesa Nacional del Movimiento Evita, de
la cual pidió no hubiera registros audiovisuales, pero que se filtró a través
de militantes en las redes sociales. “Nunca me hice el distraído con los
problemas, sé que la distribución del ingreso está con problemas”, dijo el
Presidente, y también defendió logros como la baja de la desocupación: “Que
recibimos con dos dígitos y hoy estamos en siete puntos”, destacó.
Apuntados por la vicepresidenta, y con la
decisión de no viajar a Europa, Guzmán (“tiene mucho que hacer acá”, deslizaron
a la nacion cerca del ministro) y Kulfas desgranaron respuestas concretas a
críticas de la vicepresidenta. “El no acuerdo con el FMI era ajuste. Lo que
había que lograr era un acuerdo de no ajuste, y eso fue lo que logramos”, dijo
Guzmán en una entrevista con Urbana Play grabada el domingo y emitida ayer.
Además de defender el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), base
de las críticas del kirchnerismo duro, Guzmán marcó falencias de las dos
gestiones de la expresidenta.
“Hubo una protección social muy activa: la
AUH fue un gran logro. Una fuerte recuperación de los ingresos de las jubiladas
y los jubilados. Hubo logros importantes, pero también hubo problemas de
consistencia macroeconómica”, agregó Guzmán.
También apuntó contra los subsidios
energéticos, claves en los cuestionamientos que recibe del kirchnerismo. “Los
subsidios no segmentados favorecen a los ricos. ¿En qué país del mundo ha
funcionado para encauzar un sendero de desarrollo con inclusión social tener
subsidios energéticos por 3 o 4 puntos del producto? ¿En qué país del mundo
funciona que haya déficits persistentes financiados por una moneda que la
gente, por la inflación, empieza a dejar de querer?”, remató, en sutil
devolución de gentilezas hacia la vicepresidenta, que desde hace tiempo pide su
cabeza, al igual que la de Kulfas.
“No digo que no sea importante trabajar el
tema de los monopolios, lo que digo es que la inflación no es eso específicamente;
es algo mucho más amplio y tiene que ver con lo macro, con la política
monetaria, fiscal y cambiaria”, dijo el ministro de Producción, que además
reiteró que su libro Los tres kirchnerismos, en el que critica las políticas
económicas de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, “marca dos o tres
cosas a revisar porque son talones de Aquiles: la energía y la política
productiva”. “Son dos temas a los cuales me aboqué muchísimo, pero no para
criticar a nadie”, sostuvo el ministro, quien a pesar de los embates del
kirchnerismo duro continúa –al igual que Guzmán y su par de Trabajo, Claudio
Moroni– confirmado en su cargo.
“No aparece nadie sensato diciendo que
estamos equivocados, que hay que hacer como dicen ellos, subir el gasto y
emitir, para mejorar la economía”, ironizaron desde el área económica del
Gobierno.
“Son los tres mejores ministros que tenemos,
¿cómo los vamos a echar?”, se sinceraron muy cerca del Presidente a fines de la
semana pasada, antes de la exposición de la vicepresidenta que volvió a cargar
contra el trío alguna vez incluido entre “los funcionarios que no funcionan”
por la vicepresidenta.
La consigna de responder en defensa de la
gestión y no hacer cambios de nombres en medio de los tironeos con el
cristinismo se mantendrá hasta nuevo aviso, confirman fuentes cercanas al
Presidente.
Incluso dentro del albertismo hay quienes
creen que es insuficiente para recomponer la imagen presidencial. “Lo veo
decidido a no ceder, aunque tampoco va por todo. Él cree que todo esto daña más
a Cristina que a él”, sostuvo un miembro importante del gabinete, a modo de
resignada explicación. |