El BCRA destacó
esta mañana que las medidas de alivio económico implementadas por la entidad
propiciaron “un récord histórico” de otorgamiento de créditos para el sistema
financiero, “por el monto y la velocidad en que se volcaron al mercado”.
Según detalló el
BCRA en un comunicado, los montos aprobados y en proceso de aprobación a
Mipymes y a prestadores de servicios de salud ascendió a $223.280 millones,
mientras que los desembolsos por $188.870 millones llegaron a 113.618 empresas.
Por otro lado, a
quince días de su vigencia, la asistencia financiera para monotributistas y
autónomos a través de la línea de crédito a tasa cero ya alcanzó a 151.443
personas, por un monto total de $19.890 millones.
Ante esos números,
el BCRA destacó que “ocupó un rol fundamental en amortiguar el impacto de la
crisis, focalizando sus esfuerzos en adecuar el funcionamiento del sistema
financiero al aislamiento obligatorio, aliviar la situación financiera de
empresas y familias, proteger el ahorro en pesos de los hogares, e impulsar el
crédito al sector productivo”.
“La pandemia global
del Covid-19 golpeó al país en el medio de la emergencia económica y social
desatada por los efectos negativos de la crisis de balance de pagos y de deuda
de 2018-2019, atravesando una recesión de más de dos años y partiendo de
niveles de inflación récord desde comienzos de los años noventa”, advirtió.
Y agregó que “la
naturaleza epidemiológica del shock y el consecuente abordaje sanitario de la
crisis permite anticipar tres fases dentro de este ciclo económico, marcado por
fuertes restricciones de oferta y la consecuente retracción de la demanda en
una primera etapa, una flexibilización progresiva luego, hasta alcanzar
finalmente una vuelta a la nueva normalidad”.
En ese sentido, el
Banco Central manifestó que dentro de la primera fase, el Gobierno se abocó a
evitar “una disrupción de los ingresos de los hogares, asistir a las empresas
para preservar el empleo y garantizar el abastecimiento y el normal funcionamiento
de los servicios esenciales, junto con el fortalecimiento del gasto público en
salud”.
“La autoridad
monetaria aportó los recursos necesarios para financiar las medidas fiscales
implementadas por el Gobierno, sin acceso al crédito internacional y en pleno
proceso de reestructuración de los pasivos externos. Los controles de capitales
vigentes permitieron acotar la volatilidad cambiaria, evitando mayores
presiones inflacionarias y contribuyendo a preservar la estabilidad
financiera”, resaltó.
Con una inflación
del 1,5% en abril, según el INDEC, el BCRA apuntó que la “flotación administrada del tipo de cambio” que propició
la entidad, junto con la postergación en el ajuste de las tarifas de los
servicios públicos, favoreció a que no aumenten los precios.
“La fijación de
Precios Máximos en productos esenciales de consumo masivo, el acuerdo de
precios de medicamentos con referentes del sector y el programa de Precios
Cuidados contribuyeron a la menor inflación de abril, que se espera continúe en
niveles acotados durante los próximos meses”, añadió.
Por último, la
entidad indicó que la gestión de la política monetaria en la emergencia
requerirá de “una importante expansión de liquidez” y que, luego de la
pandemia, el BCRA “hará todos los ajustes en la liquidez que sean necesarios
para sostener la recuperación y normalizar la liquidez”.
“A tal fin se debe
tener en cuenta que el crecimiento de la demanda de dinero que trae aparejada
la recuperación económica contribuirá a absorber una importante porción de los
recursos volcados al mercado. En este sentido, se debe remarcar que la
monetización de la economía argentina se encontraba al inicio de este proceso
en niveles históricamente bajos”, apuntó el comunicado.
Y finalizó: “Es
importante tener presente que el Banco Central cuenta con una amplia gama de
herramientas para esterilizar los excesos de liquidez que pudieran emerger
durante el proceso de normalización. En paralelo, el compromiso asumido junto
al Ministerio de Economía de la Nación, en vistas de desarrollar un potente
mercado de deuda en moneda local, favorecerá la canalización de los excesos de
liquidez hacia las necesidades de financiamiento latentes en nuestra economía”.
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