Por
Javier Blanco - El temor a que el Gobierno intente achicar la brecha cambiaria
por “doble vía”, es decir, no solo trabando las operaciones del dólar
financiero como ya hizo (MEP o contado con liquidación), sino acelerando además
la tasa de devaluación del peso, disparó en el último mes la demanda de
coberturas cambiarias en el mercado de futuros.
Así lo
indica el salto de US$1653 millones a US$2874 millones que mostró desde el fin
de abril hasta ayer el volumen de contratos de dólar futuro activos (interés
abierto) en el MatbaRofex rosarino, la plaza referencial para ese tipo de
operaciones en el país, luego de que se negociaran unos 775.000 contratos
nuevos en los últimos dos días.
El
aumento en los montos negociados está básicamente alimentado por la mayor
demanda de coberturas por parte de empresas e inversores y, en buena medida,
fue abastecido por ventas del Banco Central (BCRA). La entidad intentó por esa
vía achatar las tasas implícitas de esos contratos, algo que logró con los
vencimientos más próximos (bajaron del 40,7% al 32% nominal anual en 15 días)
pero no tanto con los plazos medios (del 44% al 42% en promedio) para aplacar
expectativas devaluatorias.
Sin
embargo, la sostenida actividad del ente monetario en ese mercado y su
contraparte facilitada (la mayor demanda de coberturas cambiarias) no es lo
único que impulsa el volumen en esa icónica plaza, explica el economista Javier
Marcus.
“El
aumento del interés abierto lo impulsan también otros participantes que buscan
capturar el diferencial de tasas que hay. Por ejemplo, hoy se puede tomar
dinero en caución en la Bolsa al 29%, invertir en un pagaré dólar en MAV y
vender los dólares del pagaré con futuros en MatbaRofex con una tasa del 44%”,
detalló el analista, que se desempeña como gerente de Negocios y Relaciones
Institucionales de la administradora Southern Trust.
En el
Rofex admiten que la actividad del mercado, que se había reducido a niveles
mínimos tras la imposición y el progresivo endurecimiento del cepo, comenzó a
tomar dinamismo desde de que se instaló en el país la cuarentena.
“El
volumen viene creciendo desde fines de marzo y es una tendencia que se mantuvo
en abril y se mantiene en mayo”, admiten.
Los
operadores encuentran varios factores a la hora de explicar la mayor demanda.
Dicen
que el sostenido aumento que tuvo la brecha cambiaria hasta mitad de la semana
pasada (las últimas medidas oficiales la bajaron del 86 al 74% en el caso del
CCL), junto a la sostenida depreciación que tuvo el real, fueron sembrando
desconfianza. “A eso agregale los graves problemas que el BCRA exhibe para
comprar divisas”, explicó un corredor cambiario.
El
factor reservas, una clave
En este
sentido no pasa desapercibido que las reservas brutas hayan perforado ayer los
US$43.000 millones, alcanzando su menor valor desde fines de enero de 2017, y
que buena parte de ese retroceso obedezca a los US$872 millones que debió
volcar al mercado en apenas 20 ruedas (con datos oficiales hasta el pasado 13)
para manejar el precio del dólar oficial. Es lo que más perturba.
“Esta
pérdida que se viene registrando en forma diaria en épocas donde
estacionalmente el BCRA es fuerte comprador de divisas es la que decidió a
muchos inversores a buscar cubrirse con dólar futuro”, se observó también en un
informe de la sociedad de bolsa Cohen.
“El
BCRA pasó de acumular más de US$900 millones por compras de dólares en la plaza
local a tener un déficit de 44 millones en lo que va del año con datos al
pasado jueves. Es decir, con supercepo y superávit comercial no puede comprar
más dólares”, hizo notar ayer el economista Amílcar Collante, del Centro de
Estudios del Sur (CeSur).
Ante
esta realidad, una parte del mercado sospecha que el BCRA puede verse tentado a
acelerar el ajuste del peso para tratar de achicar la brecha cambiaria y
recuperar el control de la plaza oficial sin tener que seguir resignando
reservas. En especial, porque –se sabe– no le sobran.
La
dinamización de estos negocios decidió incluso a Argentina Clearing, la cámara
que realiza los servicios de registración, compensación, liquidación, garantía
y custodia de estos contratos, a aumentar 25% en promedio el costo de las
garantías que cada inversor debe constituir para poder operar futuros
cambiarios desde hoy.
Esa
reacción es porque se han incorporado al mercado muchos que apuntan a capturar
el diferencial de tasas que señalaba Marcus, algo favorecido por el impacto que
la sostenida emisión monetaria tuvo en el resto de los tipos de interés.
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