Por Melisa Reinhold
- La decisión del Gobierno de obligar a la Anses y otros organismos públicos a
pesificar sus bonos en dólares para frenar las cotizaciones de los dólares
financieros y obtener más financiamiento provocó ayer una dura reacción en los
mercados y críticas de economistas y analistas.
Aún antes de
conocer el decreto, que recién se publicó anoche, los títulos globales surgidos
del último canje de deuda se derrumbaron entre 5,3% y 6,7%. En consecuencia, el
riesgo país subió a 2458 puntos, el valor más alto desde noviembre. Las
acciones argentinas que cotizan en Wall Street bajaron entre 3 y 5,2%, mientras
que el índice de la Bolsa porteña sufrió una caída de 1,7%. Los dólares
paralelos tuvieron bajas en todas sus versiones (CCL, MEP y blue).
Por su parte, los
economistas advirtieron que la medida perjudicará a los organismos públicos por
la pesificación de sus inversiones, al tiempo que reclamaron la aplicación de
reformas de fondo.
Las pantallas del
mercado argentino se tiñeron de rojo. Como si la turbulencia que transitan los
mercados internacionales no fuera suficiente –la Fed comunicó ayer una nueva
suba de tasas–, se sumaron las reacciones por el anuncio de anteayer del
ministro de Economía, Sergio Massa, que obligará a los organismos públicos a
canjear su deuda soberana en moneda dura bajo legislación extranjera por nuevos
títulos en pesos.
La noticia sumó
ruido al mercado. Aun antes de conocer el decreto oficializando la decisión,
que se difundió anoche, las primeras reacciones de los inversores se reflejaron
en las cotizaciones de los bonos del último canje de deuda. Los títulos
globales se hundieron a lo largo de toda la curva de vencimiento, con fuerte
incidencia sobre el Global 2029 (-6,67%) y el Global 2030 (-5,3%). “El impacto
inmediato sobre los bonos es negativo porque muestra que el Gobierno está
dispuesto a vender a estos precios cuando no es muy claro si va a haber
demanda”, dijo Ignacio Morales, analista de Negocios Financieros de Wise
Capital.
En consecuencia, el
riesgo país superó la barrera de los 2400 puntos básicos. Este índice, que
elabora el JP Morgan –mide la diferencia que pagan los bonos del Tesoro
americano frente al resto de los países–, pegó un salto de 123 unidades y se
posicionó en los 2458 puntos ( 5,3%). Es el valor más alto desde mediados de
noviembre pasado.
Puertas adentro de
las sociedades de Bolsa dicen que la medida terminó “asustando” porque
pareciera que son decisiones que se toman de manera “desesperada”. Con esta
estrategia, el oficialismo se propone cubrir el déficit del año y retirar pesos
en circulación. Pero también busca ponerles un freno a los dólares financieros,
que desde que arrancó marzo marca ron nuevos récords nominales y acumulan un
alza de hasta $30. “La fragilidad de la economía requería una nueva medida
sorpresiva. Todo en un escenario internacional adverso, donde las consecuencias
venideras de la sequía, la indisciplina fiscal y el exceso de pesos presionaban
la brecha financiera al alza. Así, todo apuntaaun nuevo paquete de medidas con
el claro objetivo de mitigar la presión sobre la brecha y, de paso, incrementar
el financiamiento en pesos”, dijo Pedro Siaba Serrate, de Portfolio Personal de
Inversiones (PPI).
El efecto es
cortoplacista. A mayor oferta de bonos –los papeles que se utilizan para
hacerse de los dólares financieros–, las cotizaciones se ven presionadas a la
baja. Lo explicó el propio viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, quien
a través de sus redes sociales remarcó que la medida “permitirá evitar subas
disruptivas del contado con liquidación y el MEP”.
En un escenario de
mucha de volatilidad, los tipos de cambio financieros cerraron con algunas
bajas. Ayer, el dólar contado con liquidación (CCL) cotizó a $399,44, un
retroceso de $0,18 frente a la jornada anterior (-0,1%). En tanto, el dólar MEP
se negoció en el mercado de capitales a $383,20, una caída de $2,78 (-0,7%).
Aun así, en el mes acumulan un avance de casi $29 ( 7,2%) y $33 ( 9%),
respectivamente.
A pesar de que la
medida no afecta directamente al dólar blue, ya que se trata de un mercado
informal, la cotización revirtió la tendencia al alza que presentó durante las
últimas dos ruedas. Ayer, los “arbolitos” de la City porteña vendieron billetes
verdes a $391, una caída de $3 frente al cierre previo (-0,9%). Cabe recordar
que el martes el tipo de cambio paralelo pegó un salto de $8 y alcanzó los
$394, la cotización nominal récord.
Según el economista
Christian Buteler, el Gobierno tiene dos objetivos centrales con esta nueva
medida. Por un lado, lograr financiamiento nuevo, ya que le cuesta colocar
deuda en pesos más allá de su mandato. Ahora, los organismos estatales deberán
comprar un 70% de los bonos que determine Economía, seguramente con vencimiento
a 2024 y 2025. Por el otro, mediante el canje de bonos entre organismos
públicos y el Tesoro, podrán manejar al tipo de cambio financiero.
“Pero todo esto es
a costa de una locura a nivel macro. Economía pasó de recomprar deuda en
dólares (globales) para tratar de conseguir un REPO (y pisar los dólares
financieros) pagando más de 35 centavos por lámina. En cambio, ahora está
dispuesto a revender también deuda soberana en dólares (bonares) a casi 10
centavos menos por lámina, a costa de privatizar parte de ese perfil de deuda
que estaba en manos públicas”, agregó Juan Pablo Albornoz, economista de
Invecq.
A finales de enero,
el ministro de Economía, Sergio Massa, anunció un programa de recompra de deuda
en dólares. Durante un mes y medio eso les permitió mantener “a raya” los
dólares libres. Pero la sequía del campo empeoró la situación para el Banco
Central (BCRA), ya que entró en una dinámica de pérdida constante de reservas y
el oficialismo se vio obligado a renegociar las metas con el Fondo Monetario
Internacional (FMI). A cambio, para llegar a un acuerdo, tuvieron que dar un
paso al costado del mercado de bonos y los financieros se dispararon.
Contexto global
adverso
La tensión también
se palpó en los mercados internacionales. Ayer por la tarde, la Reserva Federal
de Estados Unidos (Fed) anunció una nueva suba de las tasas de interés: se
movieron 25 puntos porcentuales, en línea con los pronósticos del mercado. De
esta forma, quedaron en un rango de entre 4,75% -5%.
No fue una decisión
sencilla. Las autoridades tuvieron que debatirse si continuar con una política
monetaria más dura para hacerle frente a la inflación, la cual se encuentra
todavía a niveles muy altos, o tomar una pausa para evaluar el impacto de la
crisis financiera que desató la caída del Silicon Valley Bank.
Para la sociedad de
bolsa Delphos Investment, con un movimiento de 25 pbs logró “comprar tiempo”.
Una impronta similar a la que tomó el Banco Central Europeo la semana pasada.
“Busca transmitir confianza en su capacidad de mantener la estabilidad del
sistema bancario”, agregó.
La decisión también
impacta sobre la Argentina. Con la suba de tasas, el dólar se fortalece frente
a otros activos, como el precio de las commodities. Además, los inversores se
alejan de los mercados emergentes, provocando una caída de los bonos que
cotizan en el exterior.
Las acciones
argentinas que cotizan en Wall Street (ADR) operaron en terreno negativo. Los
papeles de Cresud lideraron la baja con una caída del 5,2%, seguido por el
Banco Supervielle (-4,4%), Pampa Energía (-3,5%) y Edenor (-3,1%).
En tanto, la Bolsa
porteña (S&P Merval) operó en las 224.914 unidades, una caída del 1,7%
frente a la jornada anterior. |