Por Martín
Kanenguiser . El presidente del Banco Central, Miguel Pesce,
participa desde este domingo en una reunión de los banqueros centrales de todo
el mundo en la que expresará que la entidad no tendrá una política monetaria
demasiado expansiva ni dejará atrasar el tipo de cambio oficial.
Lleva allí el
mensaje de que la política antinflacionaria se basará principalmente en el
Acuerdo Económico y Social que promueve el presidente Alberto Fernández, y no
tanto en la política monetaria.
La clave para
Economía y para el BCRA es lo que ocurra tanto en ese ámbito consultivo como en
materia de jubilaciones, luego de la decisión presidencial de desarmar el
esquema de indexación del gobierno de Mauricio Macri. Los
funcionarios del área económica creen que es clave desinflar el gasto en
materia previsional, aunque la retórica oficial vaya en el sentido contrario.
Fuentes del BCRA
confirmaron a Infobae que Pesce participa hoy y mañana de la reunión
bimestral del Banco Internacional de Pagos (BIS, según su sigla en inglés) que
desarrolla en Basilea, Suiza, para discutir los problemas de la economía
global. Sin embargo, no detallaron el mensaje que llevó el funcionario en su
viaje a Europa. En estas cumbres los banqueros centrales suelen mantener,
además de participar en las discusiones generales, encuentros bilaterales.
Sin embargo, Infobae pudo
saber de otras fuentes oficiales que, del mismo modo que lo ha expresado a
economistas y referentes del sistema financiero local, Pesce subrayará que
el Central no convalidará una estrategia de excesiva emisión de pesos que pueda
llevar a una aceleración de la inflación.
Al respecto, las
fuentes indicaron que la suma emitida en las últimas semanas en realidad es una
respuesta a una “maniobra” que efectuó la actual conducción de la entidad
monetaria, cuando “escondió” unos $ 300 mil millones y le puso una suerte de
“cerrojo” al nuevo gobierno para emitir.
Pero tanto Pesce
como el ministro de Economía, Martín Guzmán, están convencidos y lo han hablado
entre sí que no quieren alterar el frágil desequilibrio de los precios, luego
de que la inflación cerrara cerca del 54% en 2019 y se proyecta por arriba del
40% en 2020.
La otra decisión
clave que transmitirá el titular del BCRA es que hay una decisión oficial de no
dejar que el tipo de cambio oficial se atrase demasiado, una tentación que
tienen todos los gobiernos para aliviar la presión inflacionaria.
Al respecto, las
fuentes prometen que esta semana se empezaría a ver cierto deslizamiento,
cuidadoso, claro está, para no alimentar la suba de precios desde la política
cambiaria.
El peligro que
corre el Central si deja muy quieto el dólar oficial es que crezca demasiado la
brecha con los otros tipos de cambio.
La coordinación
entre Pesce y Guzmán resultó hasta ahora, muy aceitada, indicaron fuentes
oficiales. Esto se debe a que el ministro no quiere que se acelere la emisión
monetaria aunque empiece a tener vencimientos de deuda crecientes en los
próximos meses.
Prueba de esto es
que cuando en el Central le ofrecieron un adelanto de las utilidades
devengadas del 2019 para pagar los vencimientos de febrero, el ministro afirmó
que por ahora están más que conformes con el resultado de las colocaciones de
bonos en el mercado local, por lo que no necesitarían, en principio, esos
recursos.
Pero, más allá de
esta cuestión concreta, ambas partes reconocen que tienen la misma dosis
de prudencia en un contexto de alta inflación y de bajo nivel de reservas. Es
este marco que justifican la decisión de cambiar la valuación de las letras
intransferibles para aumentar nominalmente su valor en el balance del Central,
una decisión muy cuestionada en el mercado.
De todos modos,
Pesce y Guzmán tienen a su vez otro desafío: el apuro del presidente Alberto
Fernández de bajar rápidamente las tasas de interés.
El presidente
Alberto Fernández quiere que las tasas del Banco Central sigan bajando para
promover la reactivación, aunque economistas del Gobierno prefieran la
prudencia para no acelerar la demanda de dólares y tener que rever esta
tendencia, como ocurrió en el gobierno de Macri
Hoy, en un
reportaje en el blog El Cohete a la Luna, Fernández adelantó que seguirán bajando
y adelantó que habrá un plazo fijo más atractivo para captar el interés de los
inversores.
Al parecer, se
trata de resucitar el plazo fijo precancelable, que le permite al ahorrista
rescatar su dinero luego de los 30 días, claro está, con una tasa menor que la
que hubiera recibido si lo dejaba a 90 o 180 días, como en el caso de los
depósitos ajustados por UVA. El tema se podría discutir esta semana en la
entidad.
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