Por Natalia Donato - A tan
sólo 48 horas de que venza el plazo que el Gobierno fijó para cerrar la
negociación con los bonistas, el equipo económico trabaja, como ya lo
confirmó el ministro Martín Guzmán, en una nueva prórroga que sería
anunciada en las próximas horas. Según pudo averiguar Infobae, extenderán
el proceso 10 días más, es decir, hasta fin de mes, con el objetivo
de poder seguir dialogando con los acreedores para arribar lo antes posible a
un acuerdo.
El viernes
22 es una fecha clave, no tanto por el vencimiento de este período de
conversaciones, que se puede extender –como efectivamente lo harán–, sino
porque finalizan los 30 días de gracia que Economía tenía para el pago de
USD 503 millones de cupones de los bonos Global. Si no desembolsa ese dinero a
los tenedores de los títulos, la Argentina entrará en default. Y hasta
ahora no quedan dudas de que ese será el camino. En el Gobierno aseguran que se
trataría de un default técnico que no tendría demasiada relevancia porque hay
una negociación en curso, que esperan termine pronto.
“No
pueden ser menos de 10 días, pero se puede ir extendiendo. Si el período es
corto, es para dar la señal de que se está dialogando mucho y no de que solo se
está pateando el problema para adelante”, dijo una fuente oficial.
Por
otra parte, analizan en el mercado, si las partes arribaran a un acuerdo en los
próximos días, es riesgoso mantener abierto el canje por mucho tiempo, ya que
cualquier eventualidad puede complicar la operación. Es preferible ir
extendiendo el plazo de a poco.
El
Gobierno deberá comunicar el nuevo plazo a la Securities & Exchange
Commission (SEC) y seguramente lo hará el lunes, ya que el plazo actual vence
el viernes a las 5 PM hora de los Estados Unidos.
El plazo
de diez días es obligatorio no para el canje, pero sí para la votación. En
la oferta actual, quienes aceptaron canjear sus bonos también votaron que los
que no ingresaran, si se conseguían las mayorías fijadas en la Cláusulas de
Acción Colectiva (CAC), recibirían el bono 2047. Si esto se mantuviera sin cambios
en la nueva oferta, no habría necesidad de otorgar los diez días de plazo desde
el anuncio de la oferta hasta el cierre, pero si lo que se vota cambia, es
obligatorio otorgar ese tiempo, según obliga el prospecto. Por ende, se
sobreentiende que más allá de la extensión que anuncien en breve, ese no será
el plazo final.
En una
charla virtual organizada por la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la
Argentina (Amcham) y el US Business Council, Guzmán confirmó que el plazo
del viernes 22 sería prorrogado, ya que el objetivo era lograr un buen acuerdo,
más allá de la fecha. “Recibimos tres propuestas y estamos en un diálogo
constructivo. Necesitamos profundizar la colaboración y seguimos trabajando en
eso”, dijo el ministro ante más de 900 directivos de compañías.
El
ministro remarca, en todo momento, que el objetivo es que la oferta sea
sustentable en el tiempo, es decir, que lo que se firme sea posible de pagar en
el tiempo y no haya necesidad de realizar, en algunos años, una nueva
reestructuración. De todos modos, en las últimas semanas ha planteado en varias
oportunidades que la Argentina es flexible y que está dispuesto a escuchar
propuestas de los bonistas que mantengan ese principio de sustentabilidad.
Las
tres propuestas presentadas por los comités de acreedores contemplan
alternativas que elevan el valor de la oferta de los 40 centavos por dólar
iniciales del Gobierno a entre 58 y 60. Los analistas sostienen que el
valor de la propuesta inicial de Economía no era realista; de hecho, tuvo un rechazo
del 80%. Por ende, consideran que un buen valor para cerrar rondaría los 55
centavos por dólar. Pero en el Gobierno advierten que no hay tanto margen de
maniobra y que sería un problema con el Fondo Monetario Internacional (FMI) si
la propuesta se excede de lo analizado como posible por el organismo, y por las
propias autoridades.
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