Por Natalia Donato - El
Gobierno decidió no pagar mañana el vencimiento de la deuda de USD 503 millones
y prorrogar hasta el 2 de junio inclusive la negociación con los bonistas,
según informaron fuentes oficiales a Infobae.
Cuando
el ministro de Economía, Martín Guzmán, dejó entrever que el plazo para la
negociación con los acreedores privados se extendería más allá de este viernes
22, también tenía claro que no se pagaría el vencimiento de USD 503 millones de
los intereses de tres bonos globales.
Mañana
no sólo vence el período dispuesto para negociar, que será postergado por diez
días, sino que también es el deadline para que la Argentina no
entre en default. Pero este pago no se hará y el país ingresará técnicamente en
cesación de pagos, aunque en poco tiempo esta decisión pueda ser enmendada.
“No se
va a pagar; porque este vencimiento se incluye dentro de los acuerdos de
reestructuración que están en marcha. Por lo tanto, no sería un default
declarado, sino algo suave y conversado entre las partes”, dejaron
trascender fuentes oficiales.
El
integrante del Comité de Acreedores, y miembro del fondo Greylock, Hans
Humes, señaló hoy en una conferencia virtual organizada por el Wilson Center,
dijo que no era probable que se llegue a un acuerdo antes del 22 y
que aunque el país estará en mora si no paga, “hay un deseo de resolver
las negociaciones”. Estas declaraciones demostraron que la decisión de no
cumplir con el pago está completamente consensuada con los bonistas y que el
objetivo es llegar a un acuerdo en el corto plazo.
No
habrá una declaración de default por parte del Gobierno, sino que los
acreedores recibirán una notificación la semana próxima de que la Argentina
incumplió. Será el martes 25, ya que el lunes es feriado. “Puede haber una
notificación del trustee de los bonos a los tenedores avisando del
incumplimiento en el pago dentro de los plazos previstos en el prospecto del
título. Es el mismo procedimiento que se siguió en el caso de la provincia de
Buenos Aires”, dijeron en el Gobierno, dando a entender cuál será el
procedimiento.
“Leo en
los diarios que corremos el peligro de caer en default mañana y yo me preguntó
por qué mienten así. Si estamos en default desde hace meses, desde antes de
diciembre que estamos en default, solo que no lo escriben, solo que lo
ocultan”, reflexionó el presidente Alberto Fernández en Santiago del
Estero. Remarcó además que no someterá a la Argentina a nuevos compromisos que
no se puedan cumplir.
Los
tres comités de bonistas (Ad Hoc; el Comité de Acreedores, y el Argentina
Exchange Bondholders) presentaron sus propuestas el viernes pasado a
última hora y, en líneas generales, todas representan un valor presente
neto de la oferta de entre 58 y 60 centavos por dólar nominal. La más agresiva
fue la del primer grupo, que comanda el gigante Blackrock, pero en las últimas
horas trascendió que estaría bajando las pretensiones y buscando adhesiones
entre el resto de los fondos para aceptar una reducción del valor a 50 a 55
centavos por dólar.
Desde
la cartera económica aseguraron que tras la decisión de prorrogar el plazo de
la negociación por diez días, tal como adelantó Infobae, durante la semana
próxima seguirán buscando acercar posiciones. “Hay una distancia que se busca
ir acortando para poder negociar sobre bases de más cercanía”, resumió una
fuente oficial, dando a entender que aún la brecha aún es amplia, aunque mejoró
la relación con los acreedores.
El
mensaje de Guzmán de las últimas semanas estuvo focalizado en la flexibilidad y
en la disposición del Gobierno a negociar, pero sobre la base de un criterio de
sustentabilidad, avalado por el Fondo Monetario Internacional (FMI). Algunas
fuentes oficiales aseguran que no hay mucho margen para cumplir con esos
parámetros, pero en el mercado creen que un valor razonable para cerrar la
oferta ronda los 52 centavos por dólar.
Aunque
presentaron propuestas diversas -cada una en función de los distintos intereses
que representan-, los tres grupos de acreedores están en diálogo permanente
entre ellos, pero no está claro que decidan presentar una nueva propuesta
conjunta. Ahora esperan que se mueva el Gobierno.
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