Por Leandro
Gabin - La paz cambiaria que se refleja en el mercado informal del dólar (además del oficial, que está
amordazado por el cepo) podría tener su primer test real del año en escasas
semanas.
Sucede
que la gran cantidad de pesos emitidos desde noviembre y hasta ahora no
provocaron subas del tipo de cambio ni tampoco en la brecha, que curiosamente
está por debajo del dólar "solidario" de $82.
Pero en la City se
empiezan a preguntar, y de hecho es la incógnita para las próximas semanas,
hacia dónde irán los pesos que se emitieron cuando la estacionalidad de la
moneda local llegue a su fin. Esto es, cuando los pesos ya no sean demandados y
busquen un destino más incierto en la economía argentina.
El
trimestre diciembre-febrero suele ser desafiante para el manejo de la política
monetaria, especialmente porque se trata de una época marcada por los vaivenes
estacionales de la demanda de dinero.
En este sentido,
calcula Grupo SBS, la demanda aumenta con fuerza en diciembre (cerca de 6%
mensual real) y luego inicia una caída casi tan pronunciada desde fines de
enero.
"En los
últimos años, el BCRA cayó en la 'trampa de febrero' en más de una oportunidad
y algunas razones sugieren que en 2020 la historia podría repetirse",
alerta la consultora.
La
emisión monetaria en noviembre-diciembre fue considerable:
-Alrededor de $320.000 millones para financiar al
Tesoro y otros $166.000 millones por compra de dólares.
-Con estos números,
la base monetaria terminó el año 36,7%
por encima del promedio de octubre y la suba del circulante superó
ampliamente el aumento estacional de la demanda de dinero.
-Mientras
tanto, el BCRA redujo el piso de la tasa
de referencia en dos oportunidades e indicó que tomará medidas para
estimular el crédito. La tasa de Leliq está ahora en 55% anual y seguramente
este jueves la vuelvan a reducir en torno al 50% o menos.
Los errores no
forzados del BCRA
"El BCRA no
parece estar tomando el mejor curso de acción para enfrentarse a la 'trampa de
febrero'. La emisión en exceso del aumento estacional de la demanda de dinero
presionó a la baja sobre las tasas de interés, movimiento que se podría haber
evitado manteniendo el piso a la tasa de Leliq para evitar que las tasas reales
se hundieran en territorio negativo", critica SBS.
Y creen que, si no se corrige el curso esterilizando excesos, en
las próximas semanas la caída de la demanda de dinero podría acentuar el
problema de liquidez impactando sobre el tipo de cambio implícito y las
expectativas de inflación.
En la misma línea,
Enrique Szewach, economista y hasta hace pocas semanas director del BCRA
(renunció con el arribo del nuevo gobierno) dice que debido a que hay pocos
pesos en la economía (medidos contra el PBI) dada la política monetaria
anterior, uno podría sumar muchos pesos sin demasiada presión inflacionaria o
en la brecha con el blue.
"Esta es la parte estructural y es así, te da margen. Pero la parte estacional a partir de febrero de la
demanda de dinero cae. Si ves los últimos febreros siempre han sido malas
decisiones del BCRA. Tuvimos saltos en el tipo de cambio por bajar las tasas y
eso generó complicaciones. En el camino de ida es fácil emitir pero después hay
que ver como lo absorbés, porque sino tendrás más inflación o brecha", explicó en una entrevista
realizada en el programa "Pablo y a la Bolsa" por FM Milenium.
"El BCRA ahora
es muy consciente pero es difícil estimar la demanda de dinero en la Argentina.
Veremos que harán, si usan Leliq u otros instrumentos de más largo plazo.
Febrero va a ser un desafío para la política monetaria", alertó el ex
director del Central que anteriormente se había desempeñado en el Banco
Nación.
En un extensa
charla, Szewach admitió que en la
Argentina la presión sobre el BCRA para que las tasas sean bajas es muy alta.
"La tasa de interés pega poco en la economía porque en realidad no hay
crédito. Pero siempre hay lobby para que se bajen las tasas. Igualmente
creo que el BCRA va a ser moderado con lo monetario y mantendrá las tasas positiva
para los ahorristas", señaló.
El desafío en un
contexto de tasas a la baja
De cualquier
manera, el premio para los depositantes desapareció. La tasa ahora ya es
negativa en términos reales, algo que seguramente empezará a generar presiones
en el dólar paralelo o los precios.
Sucede que
por plazos fijos el sistema financiero
está pagando 38% anual, inferior a la estimación de inflación para el 2020 (según el REM que elabora el mismo
BCRA) en torno al 42%.
Esto hará,
seguramente, que los tenedores de pesos no se vean tentados por las tasas y
vayan a comprar dólares en el mercado paralelo, aprovechando que todavía está
más barato que el dólar "solidario". En la City dicen que estos
valores del blue, en torno a los $76,5 son una oportunidad de
compra.
Todo dependerá de
la estrategia que adopte Miguel Angel Pesce. El mega apretón monetario del
macrismo, cuando la base monetaria crecía cero, le otorga cierto margen a la
nueva administración para "relajar" la maquinita de pesos.
Pero, tal como ya
quedó demostrado, intentar calcular la
demanda de pesos es tarea imposible en la Argentina. Han fracasado los últimos
presidentes de Banco Central, a pesar de la "prudencia" que buscaban
imprimirle.
Federico
Sturzenegger, que hizo un mea culpa en forma pública, fue el primero en
"engolosinarse" y caer en la trampa estacional. Lo hizo a finales de
2016 y luego volvió a sucumbir el famoso 28D en 2017 (esta vez, con presiones
políticas para relajar la política monetaria). Pero también le pasó a Guido
Sandleris en 2019.
La única diferencia
es que en este caso, si los pesos deciden
irse a buscar refugio en el dólar, no habrá una devaluación en el canal formal
sino que se verá en el circuito informal. Esa suba, se sabe, impacta
menos en los precios que si el tipo de cambio oficial hubiera saltado. En el
corto plazo, claro, y hasta que dure el cepo.
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