Viernes 17 - En una semana marcada por
la crisis financiera global desatada por la caída de bancos
estadounidenses y europeos que golpearon sobre las bolsas mundiales, el dólar pierde posiciones contra
otras divisas, el mercado aguarda novedades de la Reserva Federal luego
de que el Banco Central Europeo definiera una nueva suba de tasas.
En el plano local, el Banco Central aumentó el
jueves la tasa de interés después de 6 meses sin modificaciones y la llevó al 78% anual, luego de
conocerse el dato de inflación de febrero que se ubicó en un 6,6%.
El dólar estadounidense pierde posiciones mientras suben
las divisas de mayor riesgo al bajar la preocupación de una crisis bancaria
mundial luego de que se moderaran las caídas de los bancos.
El índice dólar, que sigue la evolución de esta moneda con
respecto a una cesta de otras seis divisas principales, desciende un 0,2% hasta 103,888, mientras se recuperan
el euro, la libra y el yen.
Este alivio en la
caída del resto de las monedas responde a una mayor calma sobre la situación
financiera internacional, en particular luego de que 11 bancos estadounidenses
inyectaran 30.000 millones de dólares en depósitos en el First Republic Bank, respaldando al banco regional que se había
visto atrapado en el colapso de otros dos bancos estadounidenses más
pequeños la semana pasada, desatada tras la caída del Silicon Valley Bank.
Este movimiento se
produjo después de que Credit Suisse anunciara
el jueves que tomaría prestados hasta 54.000 millones de
dólares del Banco Nacional Suizo, garantizando así que el asediado
prestamista dispusiera de liquidez suficiente para hacer frente a las cuantiosas
retiradas de fondos a raíz de una serie de escándalos bancarios.
A pesar del
escenario financiero global, el Banco Central Europeo, ratificó
la suba de tasas y anunció el jueves una nueva suba de tasas de 50
puntos básicos para sostener su política de lucha contra la
inflación a través de la contracción monetaria. El euro reaccionó al alza luego
del anuncio.
Esto sugiere además
que los responsables de la política monetaria del BCE siguen confiando en la
fortaleza subyacente del sector bancario de la zona euro. En su rueda de
prensa habitual, la presidenta Christine Lagarde caminó
sobre la delgada línea entre actuar con dureza frente a la inflación y
reconocer la necesidad de cautela ante los crecientes indicios de riesgos para
la estabilidad financiera.
El Gobierno de
Japón está coordinando estrechamente con el Banco de Japón y
las autoridades financieras de otros países para evitar las consecuencias de
las dificultades bancarias de varios bancos occidentales, ha declarado el
viernes el ministro de Finanzas, Shunichi Suzuki.
Los datos
económicos de Estados Unidos se centrarán en la lectura del índice de confianza de los consumidores de la
Universidad de Michigan de marzo que se publicará este viernes, que
proporcionará indicios sobre cómo están haciendo frente los estadounidenses a
las actuales dificultades económicas.
Esta semana se
conocieron además datos sobre solicitudes de asistencia
estatal por desempleo, que subieron menos de lo esperado, lo que
alimenta la posibilidad de subas de tasas significativas ante un mercado
laboral en recuperación.
La atención se
centrará ahora en la política monetaria de la Reserva Federal de la
reunión de la semana que viene, mientras aumentan las expectativas de
que el banco central de Estados Unidos pueda ralentizar su agresiva campaña de
subidas de tipos en un intento de aliviar la tensión del sector financiero.
Los mercados
valoran ahora en casi un 90% la posibilidad de que la Fed suba los tipos en 25
puntos básicos la semana que viene. |